Kilig [Kookmin Au]

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Dos semanas han pasado desde que Jimin y Namjoon regresaron del castillo, siendo las dos semanas más largas que el omega había vivido en toda su vida. Desde que regresaron, y la posterior bofetada que su madre le dio a Jimin nada más llegar, en la casa de la familia Park parecía que la tensión que había entre la matriarca de la casa y tres de sus hijos se podía cortar con un cuchillo.

Namjoon le había dejado claro a su madre que no permitiría que le levantara la mano a ninguno de sus hijos sin motivo, una vez le había explicado que Jimin se había comportado como un omega ejemplar y que no se había separado ni de él ni de Seokjin en ningún momento. Aunque tanto él como Jimin sabían que era mentira y había pasado bastante tiempo a solas con Jungkook, tampoco iba a añadir más leña al fuego.

En cuanto a Jackson, se dio cuenta que la situación en casa era diferente desde que se fue a la universidad, especialmente con lo de que los gemelos iban a ser presentados en sociedad, y decidió estar más pendiente para que no ocurrieran cosas parecidas.

Lady Park no dejaba a los gemelos solos en ningún momento, llevándolos a todas las modistas disponibles para que les hicieran un inmenso número de trajes. Jimin trató de escaquearse una vez diciéndole a su madre que se encontraba mal, con la mala suerte de que no le creyó y como castigo estuvieron dos horas más comprando.

El único alivio que Jimin pudo encontrar durante esas dos semanas es que la relación con su hermano Jungmin había parecido mejorar desde que regresó del castillo. Después de que Jimin se calmara cuando estaba llorando en su habitación abrazado a sus hermanos, Jackson los dejó a solas y Jungmin aprovechó el momento para disculparse con Jimin por haberse expresado de una manera que daba a entender otra cosa. Jimin no le perdonó hasta el día siguiente, pero tampoco hizo nada por echarle de la habitación y durmieron juntos en la cama del peligrís como siempre que uno de los gemelos tenía una pesadilla cuando eran niños.

Y, aunque sí que era cierto que seguía sin soportar la alegría de su hermano por ir siempre de compras y el entusiasmo por que llegara el día de la presentación, se guardaba sus comentarios ya que Jungmin se esforzaba por no estar hablando de ello todo el día cuando pasaban tiempo juntos.

Especialmente, durante las clases de baile particulares que Jimin le estuvo dando a Jungmin por las mañanas para que perfeccionara sus pasos de baile. Jackson fue utilizado como "pareja" porque era un secreto a voces en la casa que, al enterarse su madre que estaba en casa durante la temporada, tenía intenciones de llevarlo a los bailes para que encontrara omega a pesar de no haber terminado todavía los estudios. Aunque, el alfa no sabía de las intenciones de su madre.

Pero al que más echó de menos durante esas dos semanas, aunque no lo admitiría nunca en voz alta, fue a Jungkook. Tal y como habían dicho al despedirse, hablaban a diario por mensajes cuando ambos estaban libres de sus propias tareas, lo cual solía ser antes de irse a dormir. Siempre utilizaban ese tiempo para desahogarse por todo lo que ocurría cada día: desde las infinitas horas de compras, por parte del omega, hasta las miles de preparaciones del primer baile y la presentación, por parte del alfa. Aunque siempre terminaban bromeando acerca del tema, antes de despedirse hasta el día siguiente.

Seokjin, por el otro lado, solo estaba en la casa Park para cenar debido a todo el trabajo que había en el castillo. Le habían encargado la tarea de hacer todas y cada una de las respuestas para la presentación, lo que hizo que Jimin se riera porque sabía que algunas de esas respuestas estaban dirigidas para omegas que intentaron pretender a Namjoon el año anterior y a Seokjin no le hacía mucha gracia.

Además, tuvo que encargarse también de las invitaciones para el primer baile de la temporada que, como todos los años, tendría lugar en el castillo. Jimin todavía recordaba cómo reaccionó su madre cuando llegaron tanto la invitación de Jungmin como la suya. Por suerte, era domingo y no los arrastró de nuevo a la modista, pero había organizado una tarde de té con todas sus amigas y no dejaba de presumir diciendo que habían aceptado a sus dos hijos para la presentación.