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📍London, 9 de mayo.

Salgo del hotel para ir a desayunar, no puedo seguir pensando en Sara y Lando.
Al cerrar la puerta de mi habitación me encuentro a Kylie qué viene llegando, no estamos en la misma habitación pero estamos de vecinos por cualquier cosa, la observa y ella solo me sonríe.

-Buenos días ¿a donde vas? - me pregunta acomodando su bolsa en su hombro.

-iba a desayunar ¿vienes?.

-Claro, vengo de la casa de Seb ya empezamos todo lo de marketing.

- me alegro - le contesto para subirnos al elevador y observarla por el reflejo de la puerta - ¿qué te platica Seb?.

-Nada interesante, no somos buenos amigos.

-creeme que quisieras tenerlo como amigo, es increíble.

-hasta ahorita con Lewis me sobra, cuando se entere del bebé quedra ser su padrino.

-te quería preguntar algo... ¿Quisieras pasar esta semana de descanso conmigo? Podríamos ir a Mónaco o Los ángeles en si a donde quieras.

-Claro... si no te molesta podemos ir a Los ángeles con mi familia.

-me parece bien, podría invitar a mi familia para darles la noticia juntos - le digo tratando de sonreír, ella asiente y así mismo salimos del hotel para dirigirnos a mi restaurante favorito aquí en Londres, por lo general siempre voy con Lando pero creo que en esta visita no se podrá.

Llegamos al dichoso restaurante y puedo apreciar qué está un poco vacío, me encanta cuando no hay tanta gente chismosa.
Entramos y nos asignan una mesa, junto a una pareja un poco rara.
Ambos vienen con sudaderas y lentes, están tan pegados qué no logro distinguir la forma de sus cuerpos pero tampoco le pongo mucha atención, solo la extraña situación de las sudaderas cuando estamos con este clima precioso.

A los segundos llega la mesera para tomar nuestra orden. Veo a Kylie escribir en su celular con un rostro serio, hasta pareciera que se está peleando con alguien.

-Buenos días, para mi serían claras de huevo con verduras y pollo de proteína - le digo a la mesera sonriente mientras le paso el menú - y un café americano.

-Claro - responde la mesera para ahora mirar a Kylie la cual solo teclea en su teléfono, carraspeo haciendo que ella levante su mirada confundida y observe a la mesera.

-disculpen - responde dejando su teléfono para ver rapidamente el menú - una ensalada - responde para sonreír - y un jugo, no puedo tomar café por mi embarazo.

-en un momento se los traigo - responde la mesera para irse rapidamente, la observó con una sonrisa incomoda.
Aun no hemos platico sobre nada del futuro, es como si dejara qué todo fluya y no le importara, también quisiera hacer lo mismo pero no puedo tomar esos lujos cuando casi media año me la paso fuera de casa.

-¿ya hablaste con tu mamá? - le pregunto mientras juego con mis manos para intentar hacer conversación.

-¿sobre que?.

-nuestro hijo... ¿Ya sabe tu familia?.

-No, me dieron muchos nervios cuando me entere.

-¿como te esteraste?.

-me comenzaron a dar muchas náuseas todo el día y una semana antes estaba con mi hermana y cuando le platique me dio la opción en broma, pero yo no la descarte esa broma dio muchas vueltas en mi cabeza y más por que no recordaba si usamos preservativos así que al siguiente día me hice la prueba y salió positiva.

-¿tu mamá me conoce? No lo digo egocéntrico solamente que hay muchas noticias de nosotros.

-si no lo hacía, te conoció. Debo decirte que lo más seguro es que ya te da tu dirrecion o hasta las placas de tu auto - responde riendo, para tomar agua de su vaso - es muy controladora y ya sabe que pasamos tiempo juntos así que tal vez por eso sepan todo de ti.

RUNNING TOGETHER...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora