Capítulo VI

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12 de Junio, del 2021.

Estaba un poco cansada, ayer había dormido todo el día, ya que la noche anterior había estado con Ryan casi toda la madrugada.

Al entrar en la cocina, me encuentro a Alex. No habíamos hablado desde hace dos días. Las cosas se sentían algo tensas.

—Hola. — Me mira de reojo —¿Te sientes bien?

—He estado mejor. — Asiente con la cabeza —. ¿Dónde están Emilia y Rose? — Pregunto.

—Rose le dijo a mi madre de ir a dar un paseo. No tardan en volver.

—¿Por qué no fuiste con ellas?, te haría bien salir un rato. De eso se trataba en venir, ¿no?

—Tambien te digo eso a ti Holly.

Un silencio se forma entre ambos. Después de lo que sucedió hace unos días, algo cambio. Ya no teníamos mucho de que hablar.

El silencio era nuestra mejor conversación. Y además, era uno cargado con dolor, e incomodidad. Había tanto por decir entre ambos, pero, ninguno lo decía.

—Yo... — Su voz se corta. Yo solo espero a que continúe, pero, no lo hace.

—¿Tú...? — Lo insito a continuar.

—Nada, no es nada. — Se pasa las manos por el cabello. Se dirige hacia la salida de la cocina, pero, antes de salir se vuelve hacía mi —.  Voy a dar una vuelta, ¿quieres venir?

—No, ve tu, otro día salimos.

Y sin más, se va. Dejándome algo confundida. ¿Qué tenía que decirme?

Salgo de la cocina,no quería quedarme aquí, sola. A pesar de que Alex me halla dicho de salir con el, prefiero por ahora que las cosas entre los dos dejen de estar tan tensas.

Me hago una coleta y salgo de casa. Estaba haciendo un poco de frío, pero no importo. Empiezo a caminar hasta que en tan solo cinco minutos ya estaba frente a la heladería.

Rezaba que Ryan estubiera ahí. A pesar de que tan solo nos habíamos visto un par de veces, me sentía bien con su compañía.

Supongo que el no me recordaba nada de James. Y me hacía olvidar lo demás.

Al entrar, no corro con la suerte de que el este ahí. Una decepción se instalo en mi pecho, pero decidí ignorarla y acercarme al mostrador.

—Buenas tardes. — Le hablo a la señora que estaba ahí — Me podrías dar un helado de limón y...

—Chocolate. — Una voz a mi espalda me hace dar la vuelta confundida — Que sean dos, por favor Alice.

—Claro. — La señora empieza a prepararlos. Yo solo estaba ahí, esperando, sin siquiera saber que decir — Tomen chicos.

Iba a sacar el dinero para pagarlos, pero Ryan se adelantó.

—Cobralos de mi paga. Gracias Alice. — Yo solo lo miro —.¿Quieres dar una vuelta?

—Estaría bien. — El me abre la puerta y salgo seguida de el. — ¿Cuánto te debo por el helado?

—Nada, no me debes nada.

—Ryan, a penas me conoces. No quiero deberte nada.

—No me debes nada. Tampoco es que te halla comprado una casa Holly. Tranquila.

—Vale. — No iba a insistir más. Y el al parecer, tampoco —. Si hay próxima vez, invito yo.

—Como tu órdenes.

Quizá en otra vida, fuimos tu y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora