Junio 15, del 2021.
Estos dos últimos días, he estado más fuera de casa de Rose. Y la he pasado con Ryan. Incluso, me ha sacado una que otra sonrisa. Siendo el el único que lo ha hecho.
Ahora mismo estaba en el patio, era de noche y hacia frio. Pero, lo necesitaba. Cada segundo que pasaba dentro de casa, sentía que el dolor me asfixiaba.
Y aunque amaba estar con Rose, o Emilia. No me gustaba estar en esa casa. Porque ahí, habían recuerdos con James, que hacía que me doliera.
Aunque, a cada paso habia algo que me recordará a el. Era imposible escapar de esos recuerdos, pero aún así, lo intentaba.
Veo a Alex salir y venir hacía mi. No habíamos hablado estos dos días. Y las cosas, no se sentían menos tensas. Yo quería darle su espacio, ninguno de los dos está pasando por algo fácil.
—Hola, ¿puedo? — Asiento con la cabeza. Nos quedamos por unos segundos en un silencio que solo hacia que me pusiera nerviosa. —Tengo algo que darte. — Susurra. Yo lo miro, y después a sus manos, dónde tenía un sobre blanco.
—¿Qué es eso?
—No te enojes conmigo por no dártelo antes. Solo que, no sabía cómo podrías reaccionar, o si te haría bien.
—¿Qué es, Alex?
—Es una carta de James. — Siento que el aire se va de mi cuerpo —. Ustedes se iban a casar, y conoces a James, estaba ansioso, así que, escribió un discurso para ese día.
Me tiende el sobre, yo lo tomo con mis manos temblorosas. Tenía miedo se leer lo que el había escrito para mí.
—Nos vemos adentro Holly. No tardes que esta haciendo algo de frío.
Lo veo adentrarse en casa. Yo dudaba en si leerla o no. Si lo hago, se que me terminaría de destruir. Pero, ¿qué más podía perder?
Abro el sobre, y saco la carta. Al desdoblarla, y ver su letra, mis ojos se inundan de lágrimas.
Tomo una larga respiración, preparándome para esto.
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—Te amo hasta las estrellas, mi vida. Te amo. — Susurro con pesar. Las lágrimas inundaban mi cara. El dolor que sentia, era inimaginable.
Necesito tenerlo a mi lado. No puedo soportar una vida sin el, no puedo y no quiero.
El era mi todo, y a la vez mi nada. El era mi felicidad, y ahora también, mi tristeza.
¿Cómo es posible que cuando uno por fin ama, te quitan todo eso?, te quitan la felicidad. ¿No sé supone que en esta vida hay que ser felices?, porque yo ya no entiendo.
Se supone que cuando uno encuentra al amor de su vida, ese amor estará contigo hasta el final de tus días. Pero, nunca nadie me dijo que en cualquier momento ese amor, se iría de mi lado.
Yo tuve la suerte de conocer al que era el amor de mi vida, y se me fue arrebatado, sin siquiera un previo aviso. Y aunque pasen años, y la gente suponga que yo estoy bien después de todo, estará equivocada. No estoy bien, jamás lo estaré.
El mundo pasará sin James, y también espero que sin mi. Porque yo prometí, que iría a dónde fuera el, y no pienso defraudar esa promesa.
Me limpio mis lágrimas, y me levanto. Al entrar en la casa, veo a Emilia y Alex, ambos abrazados, llorando.
—¡Mi hijo, lo necesito! — El grito desgarrador de Emilia, hizo que diera unos pasos atrás —¡Dios, por qué!
Yo salgo de nuevo en silencio, me recuesto en la pared y bajo, hasta que estoy sentada. Mientras todavía escucho los gritos de Emilia.
Había mucho dolor, y ya era imposible dejarlo de lado como veníamos haciendo estos días.
Me tapo la cara con las manos, y me largo a llorar. El dolor en mi pecho aumentaba cada segundo. Lo único que podía escuchar en mi mente era su voz.
Te amo Holly.
¿Quieres casare conmigo?
Sus palabras, su sonrisa. Todo viene a mi mente.
Aun recordaba la última vez que lo pude ver con vida. Tuve la fortuna de darle un último beso. Y me arrepentiré toda la vida de no haberlo disfrutado como se debía.
Siento unos brazos a mi alrededor. Yo quito las manos de mi rostros, y me aferró a la persona.
—No puedo vivir sin el.
—Tranquila. — Esa voz era de Ryan —Todo el dolor va a pasar Holly, lo prometo.
—No, no es cierto, no va a pasar, no si no está el aquí.
El se queda en silencio, y solo me consuela. Me deja llorar, no me juzga, y eso, hace que poco a poco me vaya calmando.
—Nos íbamos a casar. Teníamos toda una vida juntos Ryan, y se nos fue arrebatado. Todo. Nuestros sueños, nuestro amor....joder, ¡todo!
—Te voy hacer franco Holly, no soy bueno consolando, y no sé muy bien que podría decirte en este situación. Porque se que cualquier palabra que te diga, van hacer palabras vacías.
»Pero, muchas personas ni siquiera encuentran el amor en esta vida, tu tuviste la fortuna de encontrarlo, y claro, no termino bien, fue algo que ninguno de los dos se merecía. Pero, no te concentres en solo el dolor de que lo perdiste, sino que también, piensa en cuanto el te amo, y tu cuanto lo amaste.
»A veces estamos tan metidos en nuestro dolor, que tan solo, nos olvidamos de lo lindo que es la vida.
Tardo unos segundos en procesar sus palabras, tenía ganas de llorar, pero me las aguante. Y por fin, le respondí:
—No fueron palabras vacías Ryan. Lo que dijiste, significa todo para mí. Gracias.
—¿Crees que me vaya bien como psicólogo?, digo, si lo de viajar no resulta, pues ya sabes, hay que tener plan b.
A pesar de que el dolor que sentía. Sonreí, divertida.
—Creo que al menos no te moriras de hambre. Así que, si, tu plan b funcionaria.
—Es bueno saberlo.
Y nos quedamos así, el abrazándome y yo, solamente intentando no dejar que todo esto me asfixie.
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Quizá en otra vida, fuimos tu y yo.
Fiksi RemajaLa felicidad es algo que cuando se consigue, lo único que queda es cuidarla, porque cuando menos lo esperas, se te es arrebatada. Y yo no cuide mi felicidad. Y ahora, no sé cómo podré vivir sin el. Sin la persona que me daba esa felicidad.