Ariadna llevaba literalmente todo el día preparándose.
Era consciente de que en su momento se dijo a sí misma y a sus hermanos que no le iba a dar importancia, y que para ella sería tan solo un día más, pero los tres, en el fondo, sabían que esto no iba a ser así.
Lo primero que la chica había hecho era comer para no mancharse el vestido, que era su máxima prioridad en el momento.
La segunda era su maquillaje, ya que quería obtener una piel luminosa pero que no pareciese una freidora, cosa que consiguió con creces. Siempre había dicho que maquillarse era pintar en un plano 3D, por lo que no se le complicaba la tarea para nada, al contrario, lo hacía de muerte y cada día probaba algo nuevo.
Aunque ahora pareciese de porcelana, la piel de Ariadna no siempre había sido así ya que no fue hasta que cumplió los 19 que su piel empezó a mejorar, justo cuando se convirtió en vampiro. Antes solía tener algo de acné en las mejillas y varios granitos por la frente, cosa que la chica odiaba pero no podía hacer nada al respecto ya que en esa época no existían los medios necesarios.Lo cierto es que no sabía muy bien que hacerse en la cara, pero optó por una raya negra difuminada con sombra en los ojos, rímel, colorete, bronzer, iluminador y, lo más importante, labial rojo del mismo tono que el vestido. Sobre él se aplicó un gloss que aguantaría toda la noche para darles un aspecto más apetecible.
En cuanto a su pelo, a pesar de que ella lo tenía ondulado de siempre, se hizo unos rizos preciosos con la plancha, y luego unió algunos mechones que se posaban en su frente por la parte de atrás de su cabeza creando una especie de lazo muy bonito a la vista.
En menos de cinco horas la chica ya se había puesto sus nuevos tacones y se disponía a bajar hacia el salón para encontrarse con sus hermanos que, obviamente, vestían de smoking ambos, como en cada evento al que acudían.
[...]
Frente a la puerta de la enorme mansión se encontraban los tres Salvatore asombrados por el aspecto que habían logrado darle en tan poco tiempo a la casa que llevaba abandonada desde tiempos inmemorables. Tenía la iluminación perfecta para la ocasión, cosa que la hacía lucir todavía más elegante y apetecible de entrar.
Ariadna siempre había pensado que su casa era insuperable, y de echo, lo seguía pensando, pues era la casa más acogedora que nunca había visto. Para ella, esta mansión recién descubierta era demasiado, y no se veía capaz de vivir en un lugar con tanto espacio donde el frío se cuela por cualquier rincón. En cambio, ella prefería un hogar no demasiado pequeño porque se agobiaba pero tampoco tan grande, justo para el número de personas que lo habitarán y alguna habitación para invitados que irían a visitar.
-¿Preparada?-. Stefan había notado que su hermana estaba algo distraída y divagando por sus pensamientos de nuevo, así que decidió llamarle la atención por su propio bien.
-Sí Ariadna, tú amado te espera.
-Lo sé, lo sé...
-Estás muy nerviosa, relájate, y a todo esto, ¿por qué llevas unas Adidas en el bolso?
-Elijah me dijo que las trajera.
-Para ser millonario tiene gustos humildes.
-Pues eso es lo que más me gusta de él, aunque sus trajes de 500$ no bajan...
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🖤EL HOMBRE DE MIS SUEÑOS🖤-ELIJAH MIKAELSON
FanfictionLa vida de Ariadna Salvatore había sido normal hasta entonces, bueno, todo lo normal que se puede ser siendo un vampiro de 200 años, pero por lo demás normal. Tenía el apoyo incondicional de sus mejores amigas Elena, Bonnie y Caroline y vivía felizm...