La vida de Ariadna Salvatore había sido normal hasta entonces, bueno, todo lo normal que se puede ser siendo un vampiro de 200 años, pero por lo demás normal. Tenía el apoyo incondicional de sus mejores amigas Elena, Bonnie y Caroline y vivía felizm...
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Ariadna tenía miedo. No el miedo que se tiene el una película de terror, o cuando algo malo le está pasando a alguien que quieres. No, Ariadna tenía un miedo terrible por afrontar su situación con su hermano. No la malinterpretéis, estaba muy emocionada por verlo de nuevo, pero no sabía cómo iba a reaccionar este.
Tenía que reconocer que había vuelto a Mystic Falls cuando Stefan se iba a lo largo de estos años, por lo que conocía perfectamente a su sobrino Zach, que ahora mismo le triplicaba la edad en cuestiones aparentes, pero que se le va a hacer, una familia complicada podríamos decir.
La chica se armó de valor y tocó la puerta de lo que ahora era la mansión Salvatore, y para su sorpresa no fue su hermano Stefan quien le abrió la puerta sino el dueño de la casa. -¡Ariadna! La relación de los dos siempre había sido genial, ya que era la que más le visitaba de sus hermanos, es más, diría que ella era la favorita. -¡Zach! Los dos se fundieron en un abrazo muy familiar, pasando a la casa y hablando toda la mañana.
Zach me contó que Stefan había llegado la semana pasada y aún se estaba acostumbrando, por lo que salía por las mañanas a hacer una especie de misión de reconocimiento. Mi sobrino sabía la condición de destripador de Stefan, y eso le ponía nervioso ya que en cualquier momento podía saltarle encima y acabar con él. Por otro lado, yo le conté como estaba Damon sin humanidad y que era mejor no acercarse demasiado. Estaba claro que, por el momento, era su tía favorita.
Mi sobrino y yo seguíamos hablando cuando alguien entró por la puerta principal. -Ariadna-, dijo Stefan sorprendido pero a la vez emocionado. -Stefan-. Lo que dije yo sonó más melancólico Fui corriendo a abrazarlo y mi hermano me recibió con los brazos abiertos levantándola del suelo por la emoción del momento.
Stefan y yo estuvimos hablando un buen rato. En realidad mi hermano me aseguró que no estaba para nada enfadado conmigo, que aunque le incitara a convertirse en lo que ahora es en 1864 luego me hice cargo de él en plena etapa de destripador hasta los años 20, así que me explicó que no pasaba nada.
También me dijo que le perdió la pista a Lexi, que decidió seguir con su vida y Stefan lo veía completamente bien. Lexi y yo solíamos ser grandes amigas, hacíamos planes sin mi hermano y eso lo enfadaba, pero con el tiempo se acostumbró a las tardes de chicas.
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Stefan y yo siempre habíamos tenido una relación increíble. Al ser los pequeños, siempre jugábamos juntos y mientras Damon hablaba con padre. Siempre estábamos juntos, y ahora que volvíamos a vivir en nuestro pueblo natal mi hermano se hacía el serio, pero cuando estábamos juntos Stefan siempre sonreía y eso me hacia sentir muy especial.
Cuando llegamos al instituto por primera vez tuvimos que hacer alguno que otro truco vampírico para que nos dejaran matricularnos. Al principio iba a clases para acompañar a Stefan, porque había una chica idéntica a Katherine y mi hermano que parecía tonto fue detrás de ella otra vez. Yo tenía que saber si era Katherine o no, pero nada más hablar con ella me di cuenta de que nada por el estilo. La doble se llamaba Elena, y había perdido a sus padres hacía unos meses. Recuerdo que Stefan me contó que él fue quien la rescató de morir ahogada, un gesto muy bonito vaya, que romanticón mi hermano.
Cuando entramos al instituto por primera vez todas las miradas se pusieron en nosotros. Las chicas miraban enamoradizamente a mi hermano como si fuese un dios bajado del cielo, y a mí me miraban igual, sobretodo adolescentes hormonados, solo que con lujuria en sus ojos, ¡que se pudran los hombres! Yo solo me necesito a mi misma para vivir.
Al final hice piña con el grupo de Elena, que lo formaban una chica llamada Bonnie la cual la primera vez que me tocó se asustó, y yo ya me olía que era una bruja. Poco más tarde ella misma lo descubrió, y desde luego que fue muy útil para el tema de Katherine.
Por el otro lado también estaba Caroline, la típica rubia tonta que nadie aguanta, ya que hasta Elena y Bonnie decían cosas de ella, pero cuando me enteré de que mi hermano Damon la utilizaba le planté cara y al fin la dejo tranquila. Eso es otro tema, Damon.
Cuando llegó al pueblo, Stefan y yo apenas llamábamos viviendo ahí unas semanas, y al momento de reportar ciertos ataques animales sabíamos que se tenía que tratar de él. Se presentó en casa cuando yo estaba en el cine con las chicas, y por lo visto se peleó con Stefan. Estaba claro que este último no tenía nada que hacer contra el mayor de todos, porque para repeler el efecto destripador había decidido hacerse vegetariano, un vampiro vegetariano, sí.
Mi sueño frustrado siempre había sido tener una mascota, y Elena, Bonnie y Caroline me acompañaron a conseguirla. Habían muchos tipos de animales, pero sabía que no quería un perro o un gato, porque luego se te meten en la cama y me da asco, por lo que esos quedaban descartados. Pensé en un pez porque solo tienes que echarle comida, pero no me terminaba de encajar la idea, y entonces lo vi, con su pelito marrón y blanco haciéndome ojitos y no me pude resistir. Lo cierto es que no pensé en mi hermano al dejar a Thomas en casa, porque cuando llegó y lo vio, me preguntó que si se lo había llevado para el almuerzo. Creo que grité como una loca al decirle que no se le acercase a mi bebé, porque a partir de ahora los dos eran familia. Stefan siempre se mete conmigo diciendo que se va a comer al conejo, y a mi no me hace gracia, pero nada. Imagina que tu hermano se quiere comer a tu hijo, nonono, muy trágico para mí, demasiado.
Dejando a un lado el tema de mi hermoso Thomas, la relación que tenía con Stefan era insuperable, y con Damon, bueno, nos soportábamos por el momento, aunque poco a poco fuimos recuperando la confianza que teníamos antes de lo de Augustine. Él y yo quedamos en no contarle a nadie sobre aquel incidente y seguir con nuestras vidas, porque por mucho que hubiéramos sufrido nada podía cambiar el pasado.
En este momento de mi vida tengo una relación estupenda y maravillosa con mis dos hermanos y con mi nuevo grupo de amigas, que aunque llevasen juntas toda la vida me acogieron como una más y eso me llegó hasta el corazón.
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Hoolaaaa Tengo que admitir que ha sido un poco capítulo de relleno, pero era solo para aclarar el pasado de Ariadna porque habían muchas dudas sin resolver. A partir de ahora me centraré en la historia de amor entre Ari y Elijah que es lo verdaderamente importante aquí PUAJAJAJ. Un besazooo y recordar votar🫶🏻🫶🏻🫶🏻 Pdt: contra todo pronóstico aquí está el capítulo de hoy jejej.
