Draco sentía que lloraría en cualquier momento de la rabia que sentía, se habían atrasado y llegaron justo a la hora en la que su tren partiría, solo le había dado tiempo de despedirse de sus padres, quiénes prometieron enviarle cartas semanalmente y uno que otro obsequio si cumplía con cada una de sus responsabilidades, ¿pero cuál era el problema en todo esto? que no pudo ver a Harry para poder invitarlo a sentarse juntos durante el viaje a Hogwarts.
A petición de Draco, Pansy y el habían buscado al menor por el tren, pero se habían cansado a los pocos minutos por toda la gente que había, ¡el tren estaba repleto! era imposible encontrarlo, y Pansy se negaba a seguir caminando, así que regresaron a sus asientos donde los esperaban Blaise y Theodore.
- Deja el drama, lord berrinchudo -habló la castaña una vez que estaba sentada mientras se llevaba a la boca una de las galletas que Blaise estaba comiendo- estoy segura de que podrás ver a tu noviecito cuando lleguemos.
Draco le dedicó una muy mala mirada a su amiga, sintiendo como sus mejillas se calentaban por la vergüenza al escuchar las risas de Blaise y Theo ante su reacción.
- ¡No es mi novio! no digas tonterías, Pans.
- Todavía -se unió Blaise.
- Yo solo quiero ser su amigo -dijo el rubio mientras recargaba su espalda en el asiento, cruzándose de brazos- a mi ni me interesan los niños.
- Lo que digas, futuro señorito de Potter -dijo Pansy en un tono burlesco, provocando que Draco le tirara la caja vacía de los caramelos que Theo había comido.
- Que pesada eres, nunca te volveré a contar nada.
- Ya, mejor duérmete para que sueñes con tu amado y se te quite lo amargado -Theo habló mientras abría una nueva caja de caramelos.
Pansy únicamente se rió junto con Blaise mientras seguían comiendo las golosinas que habían comprado al inicio del viaje, ignorando por completo las quejas y reclamos del rubio, y Draco solo se preguntaba seriamente el porqué seguía siendo su amigo.
El viaje a hogwarts fue largo y bastante cansado, pero con un ambiente cómodo y tranquilo entre conversaciones y una que otra burla hacia el rubio, quién se preguntaba todavía dónde podría estar Potter. Y no porque le importa, bueno en parte sí, ya que estaba más que seguro de que el niño no conocía a ningún otro infante de su misma edad, pero era más que nada porque realmente quería pasar tiempo con el menor y poder conocerlo, cosa que no pudo hacer en el callejón Diagon gracias a su padre.
Se cuestionaba el porqué su padre se había negado a que el menor los acompañara, si tan solo días atrás le había hablado sobre la gran posibilidad de que Harry estuvieran juntos en hogwarts, pensaba que estaría igual de emocionado que el.
Draco sabía la historia de Harry, ¿a este punto quién no lo sabía? ese niño era toda una celebridad en el mundo mágico, su padre le había contado su historia millones de veces y él le solía decir que Harry podría ser su perdición, pero también podría ser de mucha ayuda si se iba del lado correcto, la verdad es que el rubio no entendía a qué se refería su padre con eso, pero realmente no le importaba a Draco ya que lo único que le importaba y quería era ser su amigo sin importar el lado que Harry escogiera, y estaba más que seguro de que serían grandes amigos.
O eso es en lo que su ingenua cabecita de niño iluso pensaba.
Cuando bajaron del tren lo primero que hizo fue buscar a Harry con la mirada, pero al no encontrarlo entre tanto niño y adolescente en el lugar, nuevamente se desanimó.
- Nada de rabietas, por favor -Blaise se apresuró al ver a su amigo hacer un puchero- suficientes fueron las horas de viaje llenas de reclamos y lloriqueos.
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Lumos | Drarry
FanfictionDraco estaba pasando por el peor momento de su vida, hundido en una profunda depresión, tratando de sobrevivir solo con sus pensamientos, hasta que aquel chico de ojos color esmeralda le dió un sentido a su vida, dándole felicidad y paz a su mente y...