Lumos | Drarry

Pareja

Draco amaba a su tío Severus, no había duda alguna sobre eso, pero en estos momentos lo quería estrangular, ¿cómo se le ocurre adelantar la prueba para la siguiente semana y entregar un trabajo el mismo día de la prueba? definitivamente su tío había despertado de un muy mal humor.

La clase de pociones era su favorita y lo hacía notar con sus calificaciones perfectas, participando en todas las clases y siendo el que más atención ponía, por lo tanto era casi imposible que alguna poción le saliera mal. Pero que a él le fuera mejor que a todos sus demás compañeros no significaba que no estudiara para las pruebas, el se mataba estudiando para cada una de las pruebas y las de Severus no eran la excepción nunca.

Draco admitía sin vergüenza alguna que el desvelarse estudiando no le desagradaba en lo absoluto, era todo lo contrario, el rubio disfrutaba hacerlo aunque no hubiera alguna prueba, le gustaba adquirir nuevos conocimientos y reforzar los que ya sabía.

Amaba las clases de su tío y el como enseñaba la materia, pero redactar diez pergaminos le parecía demasiado hasta para él.

Draco estaba más que seguro de que había tenido algún inconveniente con Dumbledore y por eso mismo se desquita con sus alumnos marcando un trabajo ridículamente largo e innecesario.

- El libro que utilizarán para realizar el trabajo es el siguiente -Severus le dió la espalda a sus alumnos para escribir en la pizarra el nombre y autor del libro- lo encuentran en la biblioteca, no hay excusa para no realizar el trabajo.

Draco suspiró aliviado al leer el nombre del libro, era un libro que había leído recientemente, por lo tanto sus conocimientos todavía estaban frescos así que sería fácil redactar el trabajo.

- El trabajo será en parejas -continuó el pelinegro mientras se giraba hacia sus alumnos nuevamente y el aula se llenó de murmullos de los estudiantes que hablaban entre ellos, preguntándoles a sus compañeros de banca para trabajar juntos y Draco no fue la excepción, aliviado de poder trabajar junto a Pansy- pero para su desgracia no trabajarán con su amiguito de banca, ni siquiera con los de su misma casa.

Y solo eso bastó para que el aula quedara en completo silencio y los alumnos se miraran entre ellos con confusión.

- Lamentablemente no estoy bromeando, el director ha sugerido, y ordenado, que las casas deben convivir entre ellas, así que para este y los siguientes proyectos trabajarán con un compañero ajeno a su casa -Severus se alejó de su escritorio y comenzó a caminar por el aula, ignorando los reclamos y quejas por parte de los alumnos- sé que la idea les disgusta y les será difícil encontrar compañero, así que por eso yo seré quién asigne las parejas.

La sonrisa de Draco se borró automáticamente, "¿acaso Dumbledore perdió el poco sentido común que le quedaba?", pensó.

- Iré mencionando las parejas, cuando escuchen sus nombres se pasan junto a quién será su compañero, ya que también será su nuevo compañero de banca lo que queda del año escolar -volvió a hablar Snape sin dejar de desplazarse por el salón con un semblante serio- Parkinson con Granger -Pansy le dedicó una mirada a Draco, pidiéndole ayuda silenciosamente mientras se levantaba de su asiento para cambiarse de lugar- Zabini con Weasley, Nott con Neville... -Severus continuó nombrando a las parejas hasta que se paró junto a Potter, quién se encontraba haciendo garabatos en su pergamino y se sobresaltó ante la presencia del mayor y Draco sintió que su corazón se detenía- y finalmente Potter con Malfoy.

Draco abrió los ojos sorprendido y miró al mayor con incredulidad, después de todos los choques que ha tenido con el azabeche a lo largo de los años, ¿cómo los iba a poner juntos? no lo iba a permitir.

- Profesor Snape, ¿podría ponerme con otra persona que no sea Malfoy? -se adelantó Harry al hablar.

Severus le miró con seriedad.

- Joven Potter, ¿me está llevando la contraria? -Harry frunció los labios sin saber que decirle al mayor- les guste o no, las parejas ya están asignadas y no pienso cambiarlas, así que Potter te levantas y vas con Malfoy o le resto cien puntos a su casa.

Sin más, Snape tomó asiento nuevamente en su escritorio, ignorando quejas de algunos alumnos disgustados por sus parejas.

Harry suspiró frustrado mientras comenzaba a recoger sus cosas con evidente molestía para sentarse junto al rubio, mientras que Draco corría sus cosas y su banca para no estar cerca del contrario. Harry miró de reojo al rubio y le pareció curioso el sutil sonrojo que adornaba sus mejillas, pero no comentó nada al respecto, simplemente tomó asiento en la banca vacía.

El rubio ni siquiera miró a Harry cuando tomó asiento junto a él, se mantuvo en silencio e ignoró el revoltijo en su estómago y su corazón acelerado, tratando de prestar atención nuevamente a la clase que el mayor había retomado.

Ninguno de los dos emitió ni una sola palabra en el resto de la clase, pero si hubo una que otra miradita entre ellos.

La presencia del azabeche no le molestaba como tal a Draco, pero tampoco era algo que le gustaba, era un sentimiento bastante extraño de explicar, simplemente Draco se sentía raro al estar junto a Harry.

Y Harry se sentía de la misma manera con Draco y la actitud del rubio no ayudaba en lo absoluto, se estaba comportando de manera extraña, el rubio no había dicho ni un solo comentario hiriente o burlesco hacia Harry y tampoco se había negado a trabajar con él, era simplemente extraño para todos, pero en especial lo era para Harry, quién estaba acostumbrado a las constantes bromas del rubio.

Cuando la clase finalmente había concluido, Draco no lo pensó mucho y comenzó a guardar sus cosas para irse del salón, ya en otro momento verían lo del trabajo junto con el azabeche, ahora Draco necesitaba irse con urgencia de ahí, porque sentía que el corazón se le saldría del pecho en cualquier momento.

Necesitaba tranquilizarse y buscarle una explicación para el nerviosismo que le generaba estar cerca al azabeche.

El rubio salió prácticamente corriendo del aula, sin despedirse del profesor e ignorando a sus amigos que lo esperaban en la entrada, quienes lo miraron extrañados cuando el rubio pasó de ellos sin siquiera dirigirles la mirada.

Pansy y Blaise se miraron entre ellos, encogiéndose de hombros al no entender el comportamiento de su amigo.

- Cualquiera estaría disgustado de trabajar con Potter, puedo entender su comportamiento -habló Theo y ambos chicos le dieron la razón.

Harry, quién todavía se encontraba guardando sus cosas en su lugar, levantó la mirada hacia el trío de amigos, frunciendo los labios ante el comentario del chico, pero lo ignoró y decidió no decir nada al respecto, volviendo a lo que estaba haciendo pudo notar de reojo como el profesor Snape salía del aula, al igual que varios compañeros junto con sus amigos, quedando únicamente los cuatro chicos.

- También lo entiendo, pero nos ha ignorado, ¿nosotros qué culpa tenemos de qué le haya tocado el cuatro ojos como pareja? -habló la castaña cruzándose de brazos.

- Mínimo no le tocó hacer pareja con el idiota de la comadreja -Blaise frunció el ceño, haciendo una mueca de disgusto.

- Dejen de quejarse y vamos a buscarlo antes de que se meta en problemas -Theo volvió a hablar mientras salía del lugar, siendo seguido por ambos chicos.

Harry se había quedado completamente solo en el lugar.

Soltó un ruidoso suspiro mientras tomaba sus cosas y comenzaba a caminar hacia la salida, el también necesitaba buscar al rubio para hablar sobre el trabajo, pero estaba seguro de que en estos momentos le informaría, así que decidió mejor ir en busca de sus amigos, ya después buscaría como mantener una conversación con el rubio.

Definitivamente trabajar juntos no sería tarea fácil.