La fuerza del destino

Capítulo 7

Por alguna extraña razón que Terry desconocía, Susana se encontraba más callada que de costumbre, así que para romper aquel aplastante silencio se atrevió a iniciar la plática.

-¿Y te resultó grata la compañía de mi padre?-a Terry le pareció una pregunta tonta, pero aun así la hizo.

Susana solo asintió, en su cabeza aún estaba aquella plática que sostuvo con el duque camino a casa. No pasó mucho tiempo para que el duque dejara ver sus verdaderas intenciones.

-¿Cuánto desea señorita Marlow?

-¿perdón?-a Susana le extrañó esa pregunta, no sabía a lo que se refería.

-seré claro señorita Marlow, cuanto desea para que se aleje de mi hijo, solo diga la cantidad y la tendrá.

Susana no podía creer lo que escuchaba, eso era realmente humillante para ella.

-lo siento duque, pero el amor que siento por su hijo no está en venta-respondió Susana.

-sabes muy bien que mi hijo no te ama o dime ¿acaso crees que mi hijo es feliz a tu lado?

-Estoy segura que con el tiempo me ganaré su amor-respondió Susana después de unos minutos de analizar la pregunta.

-ya han pasado casi cuatro años Susana, y lejos de lograr que mi hijo se enamore de ti, has aplastado su ánimo, incluso ha perdido la pasión por el teatro.

-esta noche demostró que aún tiene el talento para seguir actuando.

-por favor señorita Marlow, ambos sabemos lo que hizo que Terry diera lo mejor de sí, era porque Candy estaba entre el público. Pero dígame, ¿cree que después de esta noche Terry vuelva a actuar como lo hizo hoy? Solo le pido que lo piense, le daré el dinero que me pida, así que cuando tenga una respuesta, busqueme estaré aquí alrededor de un mes, aquí tiene la dirección en donde me puede encontrar. Esperaré su respuesta, buenas noches señorita Marlow.

No sabía cómo sería de ahora en adelante la actuación de Terry, y tal como lo dijo el duque, la impecable actuación de Terry se debió a que sabía que ella se encontraba entre el público. Le comentó a su madre la plática que sostuvo con el duque, y para tristeza de Susana, lejos de apoyarla a ella, estuvo totalmente de acuerdo con lo que le dijo el duque.

-Susana, creo que deberías de aprovechar la oportunidad, sabes muy bien que tu futuro a lado de Terry es incierto, así que déjate de caprichos y acepta lo que te ha ofrecido el duque, así podrás tener la vida que te mereces.

Sin darse cuenta, habían llegado al teatro, Terry solo se encogió de hombros, seguramente estaba enfadada por lo sucedido la noche anterior.

-¡Buenos días!-todos los presentes se quedaron anonadados ante el entusiasta saludo de Terry, y no era que Terry nunca saludara, sólo que siempre lo hacía de manera apática y autómata, muy diferente al día de hoy.

-vaya Terry creo que estas de muy buen humor, seguramente se debe a que leíste las alabanzas de la crítica-dijo Robert quien hacía mucho tiempo no lo veía tan animado, solo lo vio de esa manera una vez, cuatro años atrás, cuando Terry obtuvo el papel de Romeo.

-No Robert la verdad es que no tuve tiempo de leer el diario.

Robert le entregó el diario, y Terry lo leía atentamente.

Lo que por un momento pensamos seria el final de la carrera del joven Terry Grandchester, resultó ser un completo éxito, para el inicio del segundo acto, el joven hizo uso de ese derroche de talento que tanto extrañábamos, el público cayó rendido a sus pies, nunca antes habíamos visto tanta pasión.