Capítulo 11

177 16 1
                                    

Capitulo 11

La cabeza le daba vueltas al recordar lo sucedido hacia unos minutos, su corazón sangraba por la verdad que le habían ocultado sus amigos, se sentía herida, traicionada, en su interior se debatía la duda de que, que habría sucedido si esa noche Lilian no le hubiera confesado la verdad, si sus amigos se la habrían dicho.

A sus oídos, llegaba como un eco lejano la música y las risas de la fiesta que tanto se había esforzado en realizar, el solo hecho de imaginar que su madre se encontraba ahí abajo, hacia que su estomago se revolviera, y sin poder soportarlo más, decidió huir de ahí. Salió por la escalera de servicio, siendo muy cuidadosa de no ser vista por la servidumbre.

El frio viento que rozaba su piel, la hizo ser consciente que debido a su prisa, no llevaba consigo mas que un chal de la misma gasa de su vestido, envolviéndose con sus brazos, caminó sin rumbo fijo, mientras a su paso miraba como en todas las casas las familias estaban reunidas, felices, ¿acaso este es mi destino? Mirar como todos a mi alrededor son felices... se decía Candy.

Sin saber como, fue a dar a su parque favorito, cansada se sentó en una de las bancas cubiertas de nieve, mientras miraba el congelado lago.

El frio que antes la había hecho temblar, ahora no tenía efecto alguno, a pesar de que sus ropas se encontraban empapadas. A su mente, acudió la imagen de Lilian, tan refinada y de excelentes modales, seguramente producto de una costosa educación, esta era una imagen totalmente opuesta a la que ella se había hecho. Para Candy su madre debió de haber sido alguien a la cual la pobreza había orillado a abandonarla, tal y como había pasado con Annie. Su corazón parecía haber envejecido cien años, al darse cuenta de lo equivocada que había estado siempre.

-¡Candy!-escuchó la voz de Terry-te hemos buscado por todas partes.

Candy seguía perdida en sus pensamientos, sin realizar movimiento alguno cuando Terry se sentó a su lado. Apresurado, Terry se quitó su abrigo envolviendo a Candy con el.

-Anda Candy, te llevaré a casa que está a punto de caer una tormenta-dijo Terry levantándose de la banca, y para su sorpresa, Candy lo obedeció sin decir nada.

Caminaron hasta llegar a la avenida principal, Candy iba en total silencio, cabizbaja, había llorado mucho, de eso Terry se percató al ver el maquillaje corrido y los ojos completamente hinchados, era una imagen que hacia que el corazón de Terry se oprimiera, era como si en unos cuantos minutos aquella dulzura y alegría que siempre la había caracterizado se hubiera hecho añicos.

-¡La encontraste!-dijo Annie, la cual en cuanto los vislumbró, corrió hacia ellos-gracias Terry. Candy ¿te encuentras bien?

Candy se encogió para evitar el abrazo que Annie le quería dar, Terry quedó sorprendido pues nunca antes había visto a Candy comportarse de esa manera, y menos hacia la que ella consideraba su hermana.

-¡Candy! ¡Gracias al cielo estas bien!-dijo aliviado Archie mostrando una gran sonrisa hacia Candy, la cual lejos de corresponderle, esquivó su rostro.

Algo estaba muy mal, pensó Terry, frunciendo el ceño. No sabía que era lo que sucedía pero lo averiguaría.

Debido a que la fiesta aun no terminaba, decidieron entrar por la puerta de servicio, llevando a Candy a su habitación. Elisa y Annie se encargaron de preparar el baño para Candy, la cual estaba titiritando de frio, mientras los chicos esperaban en el pasillo.

-¿Cómo esta?-preguntó Archie.

-Sigue sin querer hablar-respondió en un susurro Annie-tiene un poco de fiebre.

-¿puedo entrar a verla? Solo será un minuto-dijo Terry.

-Adelante-dijo Annie, con la esperanza de que al menos con el quisiera hablar.

La fuerza del destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora