Capítulo 13

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Capitulo 13

Estoy en parís PUNTO estoy bien PUNTO me quede a ayudar PUNTO mañana parto a Londres PUNTO

—Vaya era de esperarse que se quedara a prestar ayuda—a pesar de que el tono era frio, el corazón de Elisa respiraba aliviado al saber que Candy se encontraba bien.

—Seguramente en su primera carta te cuente que sucedió—le dijo Mark a Elisa.

—¿Y a que hora recibiste el telegrama?—le preguntó Elisa.

—Hace un par de horas, en cuanto llegue a casa y lo vi decidí mostrártelo.

—Gracias Mark no sabes el alivio que me da el saber que esta bien.

La cena transcurrió amenamente, había un poco de trafico, así que mientras Elisa miraba ir venir a los transeúntes, una pareja llamó su atención; el la llevaba del brazo, el lento caminar y las sonrisas que ambos se dirigían ajenos a todo lo que sucedía a su alrededor, era como si el mundo fuera solo de ellos, repentinamente el rostro de aquel chico se vio iluminado por una lámpara, la sorpresa no se hizo esperar al reconocer el rostro de su hermano y se hizo aun mayor al ver de quien iba acompañado.

—¿Te sucede algo Elisa?—preguntó preocupado Mark al ver palidecer el rostro de Elisa.

—No nada Mark, es solo que estoy un poco agotada—sonrió Elisa.

Una vez que llegaron a la mansión Legan, Elisa se dispuso a enfrentar a su hermano, tenía que saber que era lo que pretendía al relacionarse con Susana Marlow.

—Neil— Elisa lo llamó desde la oscuridad de la sala—necesito hablar contigo.

—Lo siento hermanita pero estoy cansado, mañana hablaremos de lo que quieras—dijo Neil.

—Pues yo lo siento aun más, pero tenemos que hablar ahora mismo—dijo tajantemente Elisa—quisiera saber que pretendes con la señorita Marlow.

Neil se quedó paralizado ante lo dicho por su hermana, él siempre había tratado de ser cuidadoso en sus encuentros con Susana, pero ahora que Elisa lo sabia, solo seria cuestión de tiempo para que sus padres se enteraran.

—Eso no es de tu incumbencia Elisa, así que deja de meterte en lo que no te importa.

—Me importa porque hasta donde yo sé, ella sigue comprometida con Terry, y si mis padres se enteran…

—¡Ella va a romper su compromiso!—la interrumpió Neil—y con respecto a mis padres, es mi vida y yo se como llevarla, así que por favor deja de meterte en mis asuntos.

Elisa nunca antes había visto a Neil actuar de esa manera, ni siquiera cuando supuestamente se había enamorado de Candy, sabia que sus padres, principalmente su madre, estarían en desacuerdo de la relación de Neil, pero decidió que lo mejor era guardar silencio, y ver como se desarrollarían las cosas a su alrededor.

—Candy, llegó una carta para ti.

—gracias señora Griffin—agradeció amablemente Candy a la ama de llaves.

Hacia poco más de dos meses que Candy había llegado a Londres, la devastación que había dejado la guerra era visible, pero no por ello el espíritu de los ingleses se quebrantó, y en ese poco tiempo Candy veía como poco a poco la ciudad recobraba el brillo que tenia.

El trabajo que le había conseguido Mark, era relativamente fácil, era la dama de compañía de una señora mayor, ya que tenia a su servicio a cuatro enfermeras, así que su trabajo consistía en estar prácticamente todo el día a su lado, escuchando las platicas que la señora sostenía con ella. A lady Sandstrom se le había ocurrido que tenía que perfeccionar la educación de Candy.

La fuerza del destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora