Gabriela. mamá,

12 0 0
                                    

"¡Genial! Ahora tengo que huir de aquí, creo que lo deje atónito... Eso espero, era lindo. Elena, basta, tu relación con las demás personas ya no existe desde que Cristóbal entró a tu vida, aunque un par de ojos claros no caerían nada mal... Un momento, escucho ¿pasos? Es él, ¿por qué me sigue? Creo que mi repentina desaparición de la banca no le fue clara. Está por alcanzarme; corre Elena, que esos años de practicar ciclismo y montar a caballo no sean en vano. No siento mis piernas, está bien mi respiración está un poco... ¿Por qué todo parece desvanecerse? Espera, ¿anocheció acaso? ¿No hay luz en la c... '¿Estás bien?, responde por favor... No cierres tus ojos, no te vay...' ¿quién eres? ¿Por qué te preocupo? Tus ojos son algo que no había visto an..." "Elena, despierta que ya vamos a aterrizar y necesito que arregles tu apariencia porque seguramente habrá medios de comunicación por la separación de tu padre y mía y no quiero que seas nota del día siguiente." Siempre lo mismo, lo único que te importa es la apariencia. ¿Quién eres tú, hombre de bellos ojos? No puedo dejar que me distraigan, al final eres un extraño y dudo volverte a ver.  Creí que 7 horas de vuelo iban a ser sencillas, dormir tranquilamente era mi opción primordial pero nunca pensé que Gabriela me fuera a despertar 1 hora antes de aterrizar porque "te verás demacrada, escuálida, sin alma."
"Debes mantener la cordura Elena, no puede ser que después de tanto tiempo sigas teniéndole rencor a las veces que los deje a ti a tus hermanos solos en la villa..." "Gabriela, no quiero hablar, ni del tema, ni del divorcio, ni de mis estúpidos hermanos, ni de ti, ni de nadie. Quiero iniciar de nuevo." "Más respeto Elena que soy tu madre." "¿Realmente eres mi madre? ¿Acaso te haz preguntado por todas las cosas que he pasado en los últimos meses? ¿Te preocupas por mi bienestar? Si mal no recuerdo mi madre se perdió en las pampas del abuelo." (No sigas madre, me dueles) "Debo ir al tocador."
¿Pero por qué? ¿Por qué Gabriela? ¿En qué momento fue una buena idea subir al mismo avión? No sabes cuánto me dueles madre. Gabriela, te haz convertido en un monstruo que no conozco desde que cumplí 15 años.
La vi transformarse frente a mis ojos un domingo de mayo, la vi crecer como una canción en adaggio con muchos crecendos y staccatos; toqué a su puerta y mamá se había marchado, pero su cuerpo estaba ahí. Desde entonces conocí a Gabriela, sé que su maternidad sigue ahí... Sus ojos lo gritan a veces, en ocasiones como ésta, que me ruega; me ruega con su mirada de madre preocupada, madre triste por sus crías, madre que sufre; me manipula. Lo sabe. Lo siento. Me mueve. La sigo. Se mete en mi mente. Me gobierna. Me toma presa de su desdicha y cuando obtiene mi alma, me destroza. Me deja morir. Me mata. Me desmorona. Me deja en añicos; añicos que debo recoger después y reponer, hacer pensar a los demás que estoy bien, que mi madre sigue ahí. Me miento. Me digo que Gabriela es mi madre, que Gabriela siempre ha sido mi madre, les digo que mi madre es muy especial. Me digo que Gabriela me quiere... Caigo ante sus pies con las piezas, los trozos míos recogidos del suelo, del camino que me condujo a ella. La veo tan altanera, tan ególatra, narcisista. Me duele. Vuelve los ojos a mi, su cría indefensa, ilusa. Me observa de arriba. Me mira con ternura maternal. La veo tan grande, tan maravillosa... La pierdo de nuevo, media vuelta y mamá se va de nuevo y regresa Gabriela. No me destruye completamente porque sabe que me necesita para sobrevivir, soy su hilo de realidad, su pilar, quien la mantiene cuerda, lo sabe pero no lo dice, no lo muestra. Es tan fría Gabriela, tan egoísta como Cristóbal. Seguir de esta manera me ha llevado a creer que ella es la culpable de que viva en sufrimiento, pero mi terapeuta dice que es vulnerabilidad a los cambios, que vivo en constante tensión, me sorprende que no me haya recetado Xanax a estas altura; la marca favorita de la alta sociedad. Es irónico cuanto cuidan su imagen de perfección y compostura, la alta sociedad es una especie de cuento de hadas para los externos, es bello y lleno de comodidades hasta que eres parte este mundo. Hermético pero tangible, poco maleable, vives entre protocolos, dinero y sobre todo rangos... Cuantos más hijos, mayor poder adquisitivo y... "Ms and Mrs Del Alto, we're about to land." Ese es mi salida a la realidad, espero este labial sea suficiente mente rojo para que ignoren mis ojeras, espero esto haga feliz Gabriela. Por lo menos será seda hasta que llegue a tierra y pise el auto que nos conduzca a la casa en Madrid. Ahí veré partir de nuevo a Gabriela con la esperanza de que quien regrese sea mi Madre.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 20, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Tal vez?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora