Capitulo 4 [En el hospital]

145 10 2
                                    

-Jamas me creerías- niego y el solo me mira de vuelta- desperté con eso.

- imposible- dice mientras me quita una gaza y ve la herida. oigo un pequeño grito de asombro, y de seguro estara peor de lo que me puedo imaginar.

- tenemos que ir al medico.- me dice rápidamente

- ¿que no? ya me sane estoy bien- le digo al terrada mientras me levanto lejos de su agarre.

- esa herida tiene por lo menos tres centímetros de profundo Ashley- me dice este tranquilo pero noto que sus manos tiemblan un poco- solo un animal imaginable te pudo a ver hecho eso.

- bueno, es que es algo asi- digo en susurro- pero no quiero, ya me cure.

- tardara en cerrar- niega mientras me lanza la camisa y toma las llaves del auto- vistete, nos vamos quieras o no.

- ¡me pondrán puntos!- me quejo pero aun así me coloco la camisa y lo sigo hasta el auto, el me abre la puerta y me siento en el puesto de copiloto con cuidado de no lastimar mi hombro. el se da la vuelta rápido y enciende el auto saliendo de casa casi en segundos. me quedo mirándolo durante el trayecto. su cabello castaño sus ojos azules, no me parezco en nada a el. el es alto y con un cuerpo de soldado profesional. yo una escuálida delgaducha niña de 16 años.

- no le diremos a tu madre- me dice después de que las enfermeras llegan a llevarme a la sala de procedimientos.

- me van a aplicar inyecciones y poner puntos- le reprocho sin dejar de ver a la enfermera alistando todo.

- has sobrevivido a mas cosas Ashley - niega el y me toma la mano, estoy a punto de preguntarle por que dijo eso pero el doctor llega a aplicarme la anestesia local. cierro con fuerza mis ojos y siento como la aguja quema mi piel.

-¿es normal que arda como el demonios? le digo al doctor.

- solo es como una picadura de mosquito- me responde indiferente. ¿mosquito? mosquito de la gran hija de trazan. miro a mi padre quien me toma la mano con fuerza.

- procedan a saturar- le ordena el doctor a las enfermeras cierro los ojos esperando el dolor. aunque... la anestesia local debería calmarlo. no lo hace para nada, siento cada pinchazo como si me enterraran un millón de vidrios bien afilados. acerco a mi padre y coloco mi cara en su pecho. ¿por que esta sensación es tan familiar? es como si en algún momento de mi vida hubiera sentido esto y junto con el. pero... eso jamas ha sucedido. siempre he sido una niña tranquila, jamas mas me he fracturado algún hueso.

De repente oigo como un fuerte rugido llega desde la parte de atrás del consultorio. miro a mi padre quien ya no esta al lado mio sino en la puerta junto con una enorme espada ¿de donde demonios la saco? la bestia arremate contra la puerta haciendo añicos de una patada, ¿como creció tanto? mi padre da un fuerte giro a la espada contra el animal pero este lo esquiva y le rasga el brazo, sin dar siquiera una cara de dolor sigue peleando. es mucho as ágil que la pesada bestia. 

Pero el tamaño le ayuda, lo ataja con la espada y le da un profundo corte en la garganta haciendo que de un grito de agonía un ultimo grito de vida. el animal cae al suelo llenándolo todo de sangre super negra. los miro y luego miro a mi padre. pero... ya no es el en si. su largo cabello castaño esta recogido en una trenza perfecta. su ropaje verde con plateado y su cara mas delgada y sus... sus orejas son largas y puntiagudas..

el se arrodilla y coloca su mano derecha en su pecho e inclina la cabeza.

- Ashley, ash cariño despierta. - me dice mi padre. abro los ojos y lo miro. totalmente normal miro hacia el lugar donde se supone que debería estar la bestia. pero... no hay nada ni una sola mancha de sangre.

- tienes que cuidar de tu herida y tomar estos medicamentos- me dice la enfermera pero no le presto ni la mas mínima atención. ¿volví a soñarlo todo? ¿de verdad? si, eso jamas abría pasado y menos mi padre con.... pinta de una ¿hada? por Dios me estoy volviendo loca.

- ¿escuchaste niña?- me pregunta enojada la enfermera.

- que do claro, gracias por su servicio- la interrumpe el mientras me ayuda a colocarme con cuidado la camisa no dio nada hasta que llegaos a casa donde mi madre esta sentada en la sala leyendo el periódico.

-¿ un paseo padre e hija? - pregunta con una sonrisa mientras yo asiento.

- solo fuimos a dar un paseo- responde mi padre con una sonrisa.

- bueno, me gusta que pasen tiempo juntos.

...

- papa puedo hablar con tigo...- lo interrumpo mientras todos estaban ya e cama, mi padre suele quedarse hasta tarde en la oficina cuando no esta en la capital trabajando con el gobierno.

- claro hija pasa- me responde con una sonrisa mientras paso y me siento al frente de el. yo voy directa al grao.

- cuando estábamos en el hospital y la enfermera e torturaba sacando y metiendo la aguja- le dijo mientras lo miro fijamente, recordando cada detalle de su cara totalmente diferente a la que tengo ahora al frente- creo que tuve otro sueno como el de la madrugada.

- a que te refieres?- me pregunta pero por su tono se que sabe a lo que me refiero a la perfección.

- te vi luchar bueno.. no se si eras tu, pero... no -digo casi creyéndome lo que digo- no se que eras tu. pero lucias diferente, mataste a la bestia que me ataco y luego.... te arrodillaste ante mi como si yo fuera...

- la anestesia puede afectar mas a algunas personas- responde mientras noto la contencioso en sus manos.

- papa... hay algo que yo no sepa?- le pregunto seria mientras el extiende su mano hacia mi y me desvanezco cayendo dormida y sin recordar nada sobre el escritorio.

- aun es muy temprano- dice Chris mientras se levanta y toma el cuerpo de su hija en brazos- tengo que hallar primero las señales de las diosas y nuestros guerreros.


Earth of glassDonde viven las historias. Descúbrelo ahora