Capitulo 46 Victoria

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― Yo también amor, pero siempre he estado a tu lado. Los que te aman de verdad jamás se irán de tu lado.

― Gracias mami ―respondo dándole un beso en la mejilla― ¿y papá?

― El no pudo venir ―niega con una pequeña sonrisa― pero el también esta con tigo siempre, jamás se ha separado de ti igual que yo.

― Jamás se separen de mí.

― Siempre estaremos con tigo ―responde mientras comienza a tornarse pálida― es momento que vuelva, Galatea tienes que ser fuerte, ahora tienes que llevar un país que salió de guerra. Se esa reina humilde que siempre supe que serias.

― Mamá no te vayas ―le ruego tomándola fuerte de las manos.

― Se fuerte hija, siempre estaremos con tigo ―repite desapareciendo por completo dejando sol su voz en el aire― Siempre....

El cuerpo me pesa, es como si me hubieran colocado diez kilos en todo el cuerpo y el fuerte mareo no ayuda en nada a lo que siento. Trato de abrir los ojos pero es un enorme esfuerzo, así que como puedo levanto mis manos hasta la cara y.... me quedo quieta por un momento y luego deslizo mis manos –un poco más ligeras ahora- hasta mis orejas ¡Son puntiagudas! ¡Volví a ser yo!

Abro los ojos de repente y observo a todo el mundo viéndome fijamente, deslizo la mirada ante ellos tratando de ver algo mas pero, el portal se ha cerrado ya no hay rastros de demonios ni animales, solo las brujas y los guerreros de Frydah están ante mí. Busco rápidamente los ojos de Elizabeth y Rohan, al encontrarlos están un poco mal heridos pero su sonrisa esta espléndida en su rostro.

― Es la princesa ―oigo como los rumores comienza a crecen ante las hadas estos se miran confundidos mientras buscan un respuesta lógica― es ella.... Tiene el traje... No, la princesa está muerta... Pero es ella!

― Maldita perra ―oigo la voz de Aleson en el suelo y de repente todo pasa muy rápido, un fuerte chorro de luz escarlata pasa por mi lado golpeando a Aleson la miro y esta cae al suelo con la manos extendidas en cruz.

Volteo la vista a Elizabeth quien esta con la mano levantada hacia mí, ella mira fijamente el cuerpo de Aleson mientras los demás comienza a victoria la Azaña de Elizabeth, sonrió ante el desconcierto de esto. Veo a Demitra subir el estrado con el cuerpo del rey de Xantho colgando de su mano; muerto.

― EL rey está muerto. La oscuridad lo mato ―me dice tirándolo a mis pies― ahora eres la reina de Frydah, Majestad ―seguido de ello se lleva su mano derecha a su pecho y se inclina un poco. Veo como de apoco todas las brujas hacen lo mismo que su líder, seguido de ellas son las hadas las que se inclinan ante mí.

― ¿Es Galatea? ―pregunta desconcertada Ceriali mientras entra al salón del trono y mira a la mujer del traje junto con la bruja.

― Es Galatea ―Responde Breiant soltando sus armas y corriendo al lado de su reina.

Calabai se queda en el lugar mientras vea a la joven hada sonreírle a su pueblo, Ceriali le tomo la mano y le susurro.

― Con esa cara de idiota no creo que la vuelvas a conquistar ―el chico la mira extrañado mientras esta le brinda una sonrisa y él se la devuelve momento después― anda, hay que ir a saludar a su majestad.

Asiente y los dos salen corriendo por la multitud arrodillada.


Pov Galatea.


Veo como Rohan y Elizabeth se acerca hacia mí me acerco a ellos y les doy un abrazo fuerte.

― Cuidado con tu fuerza ―me dice Rohan entre risas― estas más grande de la última vez que te vi así

― Ya tengo 17 ―respondo entre risas.

― Ahora tendrás que tomar muchas responsabilidades, majestad― me ice Elizabeth con una pequeña sonrisa, yo asiento y miro a Demitra.

― Mis brujas y yo nos iremos a nuestro país. Volveré en diez días por lo mío.

― Esta bien, y gracias por todo Demitra.

― Todo por los negocios ―responde y se da vuelta haciéndole una señal a sus guerreras y saliendo todas por la puerta principal.

― ¡Galatea! ― oigo el grito de Breiant entre la multitud las hadas guerreras y los pocos humanos se hacen a un lado para dejar pasar al enorme Breiant, yo corrió hacia él y nos encontramos en un fuerte abrazo― no puedo creer que estés con vida.

― Yo me alegro mucho de que estés bien ―respondo soltando de su agarre y mirándolo fijamente.

― Mas te vale que tengas una muy buena razón para que te perdonemos, Galatea ―dice en tono de burla Ceriali mientras se acerca a nosotros. Me aferro a ella con un fuerte abrazo.

― Ceriali, que gusto verte.

― Lo mismo digo cabeza de balón ―responde con los ojos llorosos― nos tuviste buscándote por casi 16 años.

― Lo siento ―respondo apenada mientras Rohan se acerca a nosotros.


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