En esta vida o en la siguiente |Wandanat|

Frío

A/n: 🤭

_______

La sala de reuniones estaba tranquila solo con Clint y Natasha.

Leyendo lo que Clint había redactado, Nat frunce el ceño al encontrar que faltaban detalles de la misión de anoche. — No está lo del accidente en el estacionamiento.

— No me gusta hacer papeleo de más. — Responde Clint, encogiéndose de hombros.

Él realmente no lo consideró un evento muy importante, ya que se encontraba perfectamente bien.

— No es así de simple. — Natasha resopla y niega con la cabeza.

La puerta se abre y entran Tony, Steve y Rhodey, diciendo buenos días al par que los esperaba.

— Bueno. — Una vez que se había sentado, Tony mira alrededor de la sala. — ¿Dónde está la rojita?

Steve mira a Clint y luego a Natasha, esperando que alguno de los dos sepa.

— Aún estaba descansando cuando vine para acá. — Dice Natasha. — Démosle un momento.

— De acuerdo. — Tony no tiene problema con eso y posa su mirada en Clint. — Que Legolas nos cuente lo que sabe y de paso podemos cerrar otros casos pendientes.

— Sí. — Steve estuvo de acuerdo mientras sacaba una pila de archivos con el nombre de Tony en portada. — Discutamos el hecho de que no has completado los reportes de tus últimas tres misiones.

Tony hace una mueca al ser descubierto.

[...]

Cuando la alarma empieza a sonar, un pequeño bulto de mantas en la cama se queja.

A ciegas, Wanda apaga la alarma y se sienta frunciendo el ceño. ¿Cuando puso esa alarma?

Se frotó los ojos y finalmente los abrió, mirándose a sí misma en pijama… realmente no recordaba mucho más después de haberle pedido a Nat que la trajera.

Hablando de eso, había actuado muy infantil ayer por la noche. — Ni siquiera pude ver su reacción.

Wanda suspira para sí misma y ve una nota adhesiva junto a su libro en la mesita de noche.

Estamos en la sala de juntas. Tómate tu tiempo.
— N.

Bien. — Wanda bostezó y guardó la nota en el primer cajón, dónde ya habían otras cuantas acumuladas.

Miró el libro a un lado y entrecerró los ojos mientras lo observaba.

Lo agarra y recorre un par de páginas ¿Había algo diferente en su libro… o era su imaginación?

Niega para sí misma y decide levantarse.

…

Wanda llega a la sala de reuniones con un café y una botella de agua. — Hola a todos.

Dejó la botella frente a Nat y se fue a sentar junto a Clint.

Nat toma la botella y arranca la nota que dice ‘Gracias’ y sonríe minusculamente para luego abrirla y beber un trago.

— Bueno, ahora que estamos todos. — Tony va a ignorar el pequeño momento donde todos fueron extras y dirige su mirada a Wanda. — Si quieres iluminarnos con el resto del rompecabezas, Wanda.

— Claro. — Wanda respira hondo y empieza. — Estábamos en nuestro último baile antes de regresar y pude sentir una presencia, era la misma aura que sentí en la misión de la meseta en Arizona cuando me noquearon. Entonces lo ví, era alguien con extremidades muy pequeñas y una cabeza desproporcionada en una especie de exoesqueleto metálico. Lo que más me confundió fue el hecho de que pude sentir ciertas emociones malintencionadas en él pero me faltaban otras sensaciones que desprenden todos los humanos.