Cada parte de ti

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Casi eran las 7:30 am y Wanda tomaba su desayuno en la cocina mientras esperaba ver pasar a Natasha. Lo que, aún después de media hora esperando, nunca había pasado.

— V.i.e.r.n.e.s, dime la última vez que Black Widow estuvo en este piso o en las instalaciones. — Pide ella, al darse cuenta que tal vez debió haber empezado por ahí.

— Black Widow dejó el complejo hace aproximadamente 2 hs. — Informa el sistema.

Wanda resopla mientras otro intento por toparse con Natasha se ve frustrado. — Gracias, V.i.e.r.n.e.s.

Visión flota a su alrededor mientras se sirve una taza de café. Al notar su frustración y ligera irritación no puede evitar comentar. — ¿Pensé que dijiste tener infinita paciencia si se trataba de ella…?

La mirada acusatoria de Wanda parece decir: ¿Yo cuando dije eso?

— Soy muy paciente. — Replica Wanda en voz baja. — Pero también soy alguien que prefiere el rechazo directo y llorar por dos días a que me eviten como si fuera la plaga.

No sé si serían solo dos días… — La idea no aportaría nada a su situación así que Visión la omite, concentrándose en otros posibles escenarios. — ¿Y si, hipotéticamente hablando, la Agente Romanoff no te rechazara pero tampoco te correspondiera?

¿Amigo o enemigo? — Se pregunta Wanda con un toque de diversión, jura que Visión puede sacar una pregunta de la nada y aún así tener un buen punto. — Bueno.¿No es un no, cierto?

Ella sonríe pensando cómo aprovecharía la supuesta situación y la tornaría a su favor.

Visión entrecierra los ojos, sin querer saber más al respecto.

— En fin, suficiente con las suposiciones. — Wanda suspira y mira su taza vacía. — Primero debería tener una conversación con ella.

Horas más tarde…

No es como que Natasha haya averiguado el horario de todos para evitar cruzarse con alguien.

Excepto que lo hizo, pero los únicos que sabían eran ella y v.i.e.r.n.e.s.

Luego de la que era su vigésima vuelta al predio o tal vez trigésima, porque había perdido la cuenta por un momento, se detiene a tomar agua mientras revisa su teléfono.
Entonces ve un mensaje de María sobre una misión en cubierto con una duración de alrededor de una semana.

¿Era este el destino? Le dijo a Clint que no se iría sin una buena razón y henos aquí.

Con sonrisa satisfecha, ella se dirige de regreso al complejo a preparar sus cosas, pero apenas cruza la puerta principal puede ver a Steve llevando una mochila al hombro.

Natasha lo mira de pies a cabeza. — ¿A dónde vas?

— Hablé con María, iré a la misión en Osaka. — Responde Steve.

— Ni siquiera hablas japonés. — Natasha resopla después de quejarse. — Te odio.

— También te quiero. — Steve le da una sonrisa arrogante al salirse con la suya y se despide haciendo un ademán de adiós con la mano.

Natasha lo ve irse y al darse la vuelta se encuentra a Wanda con los brazos cruzados, como si hubiera sabido que la encontraría aquí.

Wanda alza una ceja al ver su reacción y se burla un poco. — ¿Qué? ¿Falló tu plan para escapar?

— No, yo no… — Natasha se detiene a sí misma, ya que en realidad no tiene porqué dar explicaciones y mira a Wanda. — ¿No deberías estar entrenando con Rhodey y los demás?

En esta vida o en la siguiente |Wandanat|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora