En esta vida o en la siguiente |Wandanat|

w.w 14

N/a:
Пиздец… дерьмовый день. глупых хрупкие оружие. = Que se pronuncia Pizdets... diermovyi dien. Glupikh hrupkiye oruzhiye.

Yo uso traductor y Google así que me desligo de cualquier mala traducción (?

Gracias x leer~

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Respirando profundamente, Natasha aprieta su agarre sobre el arma y dispara.

El disparo impactó en los pulmones del blanco móvil.

Sin molestarse por apuntar o verificar, desliza la corredera y dispara nuevamente.
Sus movimientos eran automáticos, su mente no estaba puesta en lo que hacía y su memoria muscular hacía todo el trabajo por ella.

El tiro impacta nuevamente en algún punto del torso.

Ya veo — Ella niega para sí misma al recordar las palabras. — ¿Quién diablos responde eso?

Aparentemente ella.

Nat frunce el ceño y su agarre sobre el arma se tensa.
¿Cómo había dejado que esto pasara? ¿Realmente no se dió cuenta? ¿Por qué decidió ignorar el asunto hasta que le explotó en la cara?

Resopló con frustración, decidiendo olvidarse de esta tonta práctica de tiro, no había sentido alguno seguir en este estado.

Natasha prácticamente estrella el arma contra la mesa de tiro y puede ver cómo la empuñadura empezaba a desmoronarse una vez que la soltó.

— Mierda. — Ella maldice entre dientes. Parece que cada cosa que hiciese hoy estaría destinada a empeorar su mal humor. — Пиздец… дерьмовый день. глупых хрупкие оружие. (Joder… día de mierda. Estúpidas armas frágiles)

— Ejem.

Alguien se aclara la garganta, Natasha voltea y ve a Sam parado en la entrada.

— Puedo deshacerme de eso por ti, si quieres. — Se ofrece Sam, al ver que Nat estaba a punto de perder toda su paciencia.

Ella suspira y acepta dando un pequeño asentimiento.

— Gracias, Sam. — De salida, Natasha pasa junto a él y le da una palmada en el hombro.

Sam solo asiente mientras la ve irse. 

Entonces se acerca a examinar el arma o sus restos y no puede evitar hacer una mueca ¿Cómo diablos rompes esto con tus manos? Sin contar las muescas en la superficie de la mesa.
Él empieza a desarmar la pistola para ver qué se puede salvar y que debe llevar como chatarra reciclable al taller de Tony.

— Uuuh. — Steve hace un silbido ligeramente sorprendido al llegar, deteniéndose junto a Sam. — ¿Tú hiciste eso?

— No. — Sam rueda los ojos, eso no era viable. — Fue Nat.

— Eh, eso tiene más sentido.

— No lo sé. — Sam termina de recoger los restos y presiona el botón que acerca el blanco que estuvo en uso. Escucha los engranajes empezar a girar y espera mientras continúa hablando con Steve. — ¿No crees que es raro?

— Pues no es algo usual que ella se descuide así. — Admite Steve, refiriéndose al arma. — Pero no diría raro, como al punto de llegar a ser preocupante.

Steve se encoge de hombros y escucha como el ruido de la máquina se detiene, exponiendo el blanco de tiro frente a ellos.

— Ésto por otro lado… — Él entrecierra los ojos y retira el papel agujereado.