07 - Está volviendo a suceder.

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Ya había pasado dos días de lo sucedido, se encontraba en su salón con la comida preparada de Michael, no estaba preparada para ver a sus amigos y aclararles que no pudo ayudar a su amigo, tenía miedo de lo que pensaran. Nuevamente movimientos involuntarios se habían hecho presenté mientras Adeline sostenía su tenedor con comida, dejo el tenedor en la mesa y tapo la comida. Sostuvo con su otra mano la muñeca e miró por la ventana para distraerse un poco.

El casillero de su amigo estaba lleno de burlar, basura tal y como se lo hacían a ella, su amigo pasaba por los pasillos y gente se burlaba y tiraba cosas. Adeline no podía verlo a los ojos de nuevo.

<<Estaba bien hace unos días>>

<< Pude haber hecho algo>>

<<no me siento bien>>

<< quiero irme>>

El clima no ayudaba, al ser abril el cambio de clima era increíble la pesadez del exterior no ayudaba no corría aire.

Adeline estaba acostumbrada a usar suéter en climas calurosos, debido a sus cicatrices y estrías no dejaba ver ni un pedazo de su piel a la vista, aún así eso la descomponía. Debo poder mas Adeline salió del salón y se dirigió a su "lugar seguro" la sala de música clase que ningún alumno en el horario de comida iría hasta después de las 14:10 de la tarde.
Cerró la puerta detrás suyo, la sombra que daba ese salones era el clima perfecto fresco y callado, silencioso pero oscuro. Se apoyo en pared debajo de la ventana y cayó sentada levemente en el suelo para luego apoyar sus piernas en su pecho y tapar sus oídos.

- Ya se té pasará Adeline, cálmate . - Susurro a si misma cerrando los ojos.

Pandi si más remedio se sentó a su lado, mirando el marco de la puerta, como si estuviera esperando la llegada de alguien.

Por otro lado, Noah estaba almorzando con sus compañeros de clase en el patio cuando una sombra cuya apariencia era similar observó por unos minutos al levantarse de su lugar y dirigirse a esa esquina de aquella sombra. Sweetie estaba en el rincón sentada en el suelo con los ojos cerrados y tapándose los oídos, esté preocupado se acerca e intenta comunicarse con ella al cual está no da respuesta.

- Está volviendo a suceder. - Susurro sollozando la pelinegra.

Se la escuchaba tarareando una canción, era distinta a la anterior que había escuchado. En su intento de ayudarla está sale corriendo por los pasillos, corrió tras ella y solo podía escuchar su voz cantar esa canción pero cada vez se hacía más clara mientras se acercaba. Los pasillos estaban vacíos, solo se podían ver el personal de limpieza rodeándo el lugar.

En un momento había recordado que su amiga solía cantarla cuando tenía pesadillas o estaba asustada por algo, en un punto la voz de su amiga había disminuido.

Desesperado busco su voz pero ya no se solía escuchar igual, como si sus cuerdas hubieran cambiado. De pronto notó que aquella voz distintiva provenía de un salonr en particular.

- ¡Sweetie!- Gritó al abrir la puerta a su costado.

Al abrirla se había encontrado con su compañera en el suelo con los oídos tapados con sus manos cantando la misma canción que su amiga.

- Adeline. - Sorprendido se acercó a está.

Tomó sus manos e intento calmarla, la mirada de Adeline estaba en el suelo no reaccionaba a ninguna pregunta de Noah. Preocupado tomo del brazo de la joven y intentó llevarla de apoco a la sala de enfermería.

- Adeline, tranquila te llevaré a la enfermería. - Mencionó Noah. - Con el suéter que llevás te hará mal con el cambio de clima.

El hiló que nos unió Donde viven las historias. Descúbrelo ahora