El hiló que nos unió

08- Lluvia de otoño.

Adeline se encontraba sentada en la camilla de la enfermería, Noah preocupado se encontraba sentado en la silla que se encontraba al lado de la camilla. La enfermera Lidia había traído una bandeja con un par de bocadillos acompañados con un vaso con agua, dejo la bandeja en el regazo de Adeline.

- Come un poco, lo necesitas. - Aclaró Lidia al sentarse al costado de la camilla.

El silenció incómodo en la habitación había desprendido un aura extraña, Lidia tomo la mano de Adeline y la miró con cierta nostalgia.

- Los dejaré solos, Noah cuida a Adeline un momento. - Mencionó al voltear hacia el joven.

Lidia salió de la enfermería justamente para dejar a los jóvenes más cómodos.

La mirada de Adeline lucía perdida entre la el plato con fruta, Noah preocupado y confundido por la situación.

- Oye, quisiera hacerte una pregunta. - Agregó apenado.

Adeline volteó a ver a Noah, para luego observar por la ventana.

Noah pensó en lo que diría, sabría que no era lo correcto mencionarle acerca de su condición y sobre Sweetie.

- ¿Te importa si te acompaño? - Señaló el plato con fruta.

Adeline asintio y dejo que esté se sentará en la camilla junto a su lado, tomo con el tenedor una rebanada de manzana y lo llevo a su boca. Adeline de reojo observó al piel ámbar, las facciones masculinas de su rostro y mentón lo hacían ver atractivo.
Imitó la acción de su compañero y se llevó a la boca una rebanada de manzana. De apoco Adeline comió un par de pedacitos cortados de fruta, para luego beber el vaso con agua que tenía a su alcance.

- Acerca de lo que ocurrió con tu amigo. - Agregó al dejar el tenedor en su lugar. - Es muy sospechoso lo que le ocurrió, digo paso muy rápido y las evidencias se encontraron de manera inmediata.

- Definitivamente fueron Lucky y Derek. - Aclaró con voz. - Ellos siempre detestaron a los chicos, siempre los hacían ver los malos.

Adeline ya tenía una idea en mente acerca de la situación, pero aún no sabía cómo enmendarla ni tampoco poder explicarles con claridad a sus amigos.

- Aún así, su fueron ellos el problema se puede solucionar. - Dió una pausa al levantarse de su lugar. - Tal vez no sea mala idea que aclares eso con ellos.

La simpatía que tenía Noah, era algo envidiable para otros pero de mucho valor para el resto. Con curiosidad observó la hora desde el reloj de la pared, ya sería la hora de salida.

- En tu estado no es recomendable que vayas sola a tu casa, como compañero y Presidente temporal del Centro es mi deber ayudarla con alumna de aquí. - Aclaró al hacer una leve reverencia.

El rostro de Adeline cuya expresión atona se había convertido en una pequeña risa por el comentario de su compañero.

- No era necesario eso. - respondió Adeline vacilante.

Noah salió de la habitación para dejar que su compañera se vistiera tranquila, aún con su mar de pensamientos planeo dejar su interrogatorio para más tarde con Adeline. Para su sopresa Derek se encontraba custodiando los pasillos, después de aquella supuesta amenaza que le dió Noah no estaba dispuesto a dirigirle la palabra, algo que sería bastante complicado.

- ¿Qué rayos haces aquí? Se supone que deberías estar ayudando con el papeleo, después de todo tu das la última palabra. - Mencionó el azabache con tono desabrido.