De aquel día Noah no volvió a ver a su amiga en la escuela, sus recetas médicas indican que está de licencia y volverá dentro de unos meses por tratamientos médicos. Aún así Noah solía ver a su amiga a escondidas en la casa de Matthew hermano de Adeline, ya que las mayoría de las veces Michael se encontraba allí, después de ese día un cierto resentimiento había en contra de Noah.
- Cariño ¿Te encuentrasbien? - Pregunto la madre del chico al tomarle la mano.
Esté sorprendido se alejo de sus pensamientos y notó a su madre en la cocina.
- ¿Qué haces despierto a estas horas?
Noah se encontraba sentado en los banquitos de la cocina, con un vaso de agua a su lado.
- No podía dormir. - Respondió el pelinegro al tomar su vaso. - Tienes trabajo al otro día mamá, deberías estar durmiendo.
- Vi la luz encendida y me imaginé que estabas aquí. - agregó al sentarse en uno de los banquito frente a éste.
La mirada de Noah lucía preocupado, las cosas fueron complicadas en la escuela, había logrado de apoco que los demás escuchen sus peticiones y acaten ordenes. Sin embargo, Derek y Lucky seguían con lo suyo y disfrutaban de la ausencia de Adeline.
- Te notó medio de caído hijo, ¿será que es por tu amiga? - Curioseo la madre.
Esté solo hizo un gesto con los hombros y miro hacia un lado.
- La situación en la escuela ha mejorado de apoco, pero me preocupa su situación hace varias semanas que no la veo y me preocupa. - soltó.
- Cariño. - Agregó su madre al levantarse de su lugar acercarse a su hijo. -Veo que te importa mucho la chica pero debes entender que necesita tiempo, no la ha pasado muy bien seguro.
Está abrazo a su hijo, para luego depositar un beso en su cabeza.
- Mientras tú estés con ella y la apoyes en cada decisión estará bien.
Esas palabras hizo que Noah correspondiera al abrazo de su madre, comprendió la situación y esperaría la solución pronto. Mientras Noah hablaba con su madre, una pequeña jovencita de cabello negro dormía en la habitación de su amigo junto a su gato.
Sería una noche larga para Noah y Michael, ambos con la misma preocupación de su amiga.
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Esa misma noche, Michael se encontraba en la habitación de Matthew sentado en el suelo contra la cama en dónde Adeline dormía plácidamente. El cansancio se sentía en los párpados de Michael, cayendo poco a poco en el sueño una voz hizo que esté se despertara.
Era Matthew, esté le hacía señas para que se acercará, medio soñoliento se dirigió en dónde se encontraba su amigo, cerrando la puerta de la habitación en dónde Adeline dormía.
