14 - Hechos.

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Uno como padre normalmente debe preocuparse por la salud de sus hijos y el bienestar de ellos. Cuando uno de tus hijos tiene una patología el miedo, la preocupación se mezclan, y se vuelven uno como era en el caso de Michael.
Un niño que nació con problemas ya desde bebé en el corazón, quien tubo como donante a su misma madre quien le dió la oportunidad de vivir una vida plena y llena de bueno recuerdos en la vida. Para desgracia de Michael, su padre quién era un accionista importante en la empresa donde trabajaba, tuvo que ser criado por sus tías quienes lo trataban como una muñeca de porcelana.

- ¡Michael! No toques eso.

- ¡No te metas al agua!

Sin conocimiento de la situación, trataban a Michael como una persona emfermara e inútil que su único motivo de que su madre le dió su corazón fue para vivir sin daño alguno del exterior.

Mientras el niño de cabello castaño y piel de porcelana jugaba en el arenero solo, observaba como otros niños jugaban y reían con sus amigos. La envidia que sentía Michael de no poder disfrutar como cualquier niño normal lo abrumaba .
Miro hacia un lado y noto una de sus tías quién era una persona mayor, se encontraba leyendo su libro con determinación. Se levantó y le pidió amablemente si podía explorar un poco la plaza sin alejarse de ella.

Dudosa por la petición del niño, accedió con la condición de quedarse cerca de ella y no salir de la plaza en ningún momento.

Con su shot de jeans, camisa blanca y protector sola en la piel expuesto al sol, se Dirigió a los niños que jugaban juntos y correteaban por ahí. Uno de los niños de acercó juguetón y invito a jugar a la mancha, emocionado de ser aceptado por los niños de la plaza comenzó a corretear con los niños.

Las risas y bromas no dudarían mucho cuando su tía se enteró de sus acciones y gritando tomó del brazo al niño para arrastrarlo hacia ellos.

- ¡Niños insolentes! No se vuelvan a acercar a mi sobrino. - Alzo la voz al alejar a los niños con su libro.

Michael al sentirse nuevamente vacío e inútil solo pudo seguir con las órdenes de su pariente, con leves regaños que la mayor le decía lentamente ese sentimiento de intranquilidad volvió en el.

<<Solo quiero ser como ellos>>

La mayor encerró al niño en su habitación decorada y llena de juguetes de todo tipo, el niño se acercó a la puerta y comenzó a gritarle en llantos.

- ¿Por qué no puedo jugar como los demás niños? ¡¿Por Siempre me alejan del mundo?!Sollozo al golpear la puerta con las manos.

La mayor abrió la puerta, con una mirada y fría voz.

- Entiende que tú no eres como los demás niños.

Entre esas palabras resonaron en la cabeza del niño, el resto del día el niño se quedó en su habitación acompañado de una bandeja con la merienda de la tarde. El niño tomo fuerza y salió de la habitación y noto que su tía no se encontraba en el departamento.

Por puro impulsó abrió la puerta principal que curiosamente estaba abierta y corrió hacia los pasillos del edificio para luego sentarse en las escaleras de allí. Posó su cabeza en el respaldo de las escaleras, con una mano en su corazón se sentía que re reprimía, comenzó a llorar silencio.

La voz de un niño hizo que esté recomponga su postura y limpió sus lágrimas, miro a su costado y se encontraba un niño de piel morocho con pantalones corto de cabello oscuro y ondulado.

- ¿Estás bien? - Pregunto el morocho al sentarse al lado.

No obtuvo respuesta ya que el castaño miro hacia un lado con cierto disgustó.

El hiló que nos unió Donde viven las historias. Descúbrelo ahora