En esa misma tarde, el azabache malhumorado se encontraba sentado en el suelo, en patio detrás de la escuela. Miraba con exactitud cada foto que Lucky le enviaba a Derek de Adeline durante la tarde. Miraba con desprecio y disgusto cada foto de ella, sin embargo desde su nueva aparición algo surgió en el que hizo sus planes dieran un revuelo.
Una llamada entrante surgió, y Derek sonrió con humor, atendió el teléfono.
– ¿Qué quieres? — Hablo Michael a través del teléfono con voz ronca.
– ¿Qué tono es ese para dirigirte a tu mejor amigo? —Con sarcasmo se dirigió a su amigo.
Silencio se escuchó a través del teléfono para luego ser acompañado de un respiro pesado.
– ¿Cuál era la urgencia de la llamada? — agregó con voz tosca.
– Nada importante la verdad, quería ir a tomar algo con mi mejor amigo ¿O será que ya se olvidó de nuestro pacto de amistad? — Murmuró con indignación en sus palabras.
– Ya no seas fanfarrón ¿Dónde quieres que nos veamos?
– ¿Te parece a las 20:30 en el club clasista del centro? - Agregó con arrogancia.
La llamada se cortó, indicando la respuesta de Michael ante tal salida sospechosa de su amigo. Una sonrisa siniestra se formó en el rostro de Derek, intenciones por lo cual daría el comienzo al infierno que quedaría del año. Por otro lado, un cambio de ambiente había surgido en la casa de Michael; el desorden en la mesa del castaño era impresionante, la semana se exámenes y el atraso en sus proyectos debido a sus asuntos personales lo habían atrasado por completo.
Mientras su bigotudo gato negro Plutón, se asomaba en la pila de fotocopias, maullando. El chico con una mirada cansada y pálida le dió una leve sonrisa a su gato.
- Ya se que tienes hambre, Papi termina con el trabajo y te atiende. — Murmuró con honestidad el castaño al hundir su cabeza en su cuaderno con fotocopias salientes.
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Del otro lado de la cuidad, dos jóvenes carismáticos disfrutaban de su almuerzo en el patio de su escuela mientras parloteban acerca de las vacaciones.
- Mi mamá no ha decidió a dónde iremos durante las vacaciones de verano, ¿y tú? —Noah agregó amablemente.
- No lo sé, no tengo mucha conexión con mis padres últimamente, pero nunca hablé con Matthew acerca de ir de vacaciones. —Respondió la chica al tapar su lonchera ya satisfecha con su almuerzo.
El chico pensó por un momento la respuesta de su amiga, para luego darle una cálida sonrisa.
- ¿Y si vinieras de vacaciones con nosotros? Digo normalmente somos mi mamá, mis hermanos y yo. — Mencionó con estusiasmo en sus ojos.
