bullying

001: Mal día.

Otro día de mierda, la ducha no anda y necesito bañarme, pero como siempre soy la de la mala suerte.

—¡Gabriella!—Grite, pero como todos los días nadie contesto, debo ser invisible... Sí seguramente es eso.—¿Puedo usar tú ducha? La mía no funciona.

—¿Y que mierda hacías con la ducha antes de que se descompuciera?.—La odio, cerré la puerta con todas mis fuerzas -que no eran muchas- y busque algo para ponerme, el color negro y gris ocupaba la mitad del ropero, la otra parte eran vestidos y esas cosas bonitas. Pero nunca los uso.

Tome mi mochila y salí de mi casa, no quería comer nada, he estado sin hambre durante los últimos cuatro meses, no veré a Gabriella, y definitivamente no iré al colegio, no quiero encontrarme a las idiotas de las "perfectas", ni a los que me molestan, y... no quiero ver a Justin. Camine por las desiertas calles de la ciudad, mirando como los pájaros volaban y eran libres, me gustaría tener su vida.

—Mami me compras esteㅡPidió una niña apuntando un oso de peluche, su madre le negó, la niña comenzó a llorar silenciosamente, intentando ser lo menos notada posible. Entre al negocio y le dije a la chica que me lo diera, la niña al verme sus ojos se llenaron de lágrimas y a su madre parecía no importarle.

Eso me enojo demasiado entonces salí del local y tomé a la niña en brazos.

—Tengo algo para ti.—Susurre cerca de su oído y ella seco sus lágrimas.

—¿Q-que e-es?.—Pregunto tartamudeando. Le entregue el oso, ella me abrazo y bajo para mostrarle el oso a su mamá. Su madre se dio media vuelta y se la llevó. Sin darse cuenta del oso, la niña se giro y me dijo gracias por lo bajito.

Mi móvil sonó y veo el nombre  "Gabriella"

"¿Qué?" Pregunté desinteresadamente.

"¿Por qué carajo no fuiste al colegio? ¡Sabes que pago 400 dólares al año para tú puta educación y tú faltas! Eres una hija d-" Corté, adiós Gabriella, no me veras hasta mañana, o posiblemente sí.

Me relaciono fácil con los niños pequeños, ya que ellos no saben herir con palabra, ni con un golpe, con nada. Son inocentes.

  —Miren a la idiota de Lyiah Clark, jugando con niños pequeños. ¿Acaso quieres volver a ser una niña estúpida como estos?.

No. No, no el. Siempre fue mi amor desde pequeños, fuimos juntos al jardín de infantes pero el se fue a Wisconsin y cuando volvió se hizo el más popular y egocentrico de el colegio.

Y sí, se olvido de mi.

—¿Acaso los niños te comieron la lengua? Idiota.

Las lágrimas pinchaban mis ojos azules, pero no quería llorar, no frente a el, no quería quedar como idiota.

El se acercaba más a mi, mi cuerpo no se movía. Mis ojos se cerraron al sentir ese dolor en mi nuca y a la vez un grito se escapaba de mi boca.

—¿Sabes donde serviría esa linda boca Lyiah?.—Sonrio y su sonrisa daba mucho más miedo que el odio en sus ojos, pero seguía siendo hermoso... ¡Te está golpeando! Dios.—Sí, sabes perfectamente. Como lo has hecho con otros. Además de puta, regalada.

—La puta es tú novia.ㅡSu sonrisa se borró de su rostro inmediatamente, ¿Que mierda hiciste Lyiah?.—Sí, sabes perfectamente.

Me di vuelta y comenze a caminar asustada, escuche unas corridas detrás mío, y cuando voltee el se avalanzó contra mi y comenzó a golpear mi feo rostro. El dolor aumentaba tras cada golpe y la sangre salía de mi boca

Mis lágrimas hacían arder mi rostro golpeado. De un momento a otro deje de oír ruidos, mi vista se fue nublado y mis ojos comenzaron a cerrarse. La presión en mi cuello se iba yendo, pero el dolor de mi corazón no.

"911 ¿Cual es la emergencia?.

ㅡRobaron y golpearon a mi novia, por favor venga rápido.

Necesito la dirección señor Bieber.

ㅡEn la plaza del centro. Sólo apurense.

Hacemos todo lo que podemos, una ambulancia está yendo."