Sinceridad

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Taro ya presentía lo que había ocurrido, y es que... el tenía un poco de fé en que viniera Pierre pero no pasó. Estaba algo afectado por todo eso pero lo ocultó, Tsubasa notó la extraña actitud de Taro pero no le dijo nada, no quería molestarle en ese momento, a los minutos, dijo que saldría a comprar cosas para el almuerzo por lo que Taro se quedaría solo en su casa.

De repente, escuchó que tocaban la puerta, al abrirla, vió una imagen que le rompió el corazón, eran Pierre y Napoleón tomados de la mano, el castaño les dejó la puerta abierta y se fue a sentar a la sala de estar.

—Al parecer ya tomaste una decisión, Pierre... –dijo algo desanimado–

—S-Si... lo siento.

—¡Calma! No te disculpes, no debes hacerlo, no es tu culpa, no es culpa de nadie.

—Pero es que tú-

—Shh, lo que importa ahora es tu relación con Napoleón –Pierre y Napoleón al escuchar eso se sonrojaron– No me digan que... ¿¡Aun no son pareja!?

—Misaki, recién aclaré las cosas con el en la mañana, quiero que todo vaya a su tiempo, no quiero presionarlo.

—Comprendo.

—Esperame un momento Taro, iré a tirar algo a la basura.

Misaki asintió.

Ya solos, Napoleón y Misaki no sabían que decir, sentían la necesidad de hablar pero no sabían como expresarse de manera correcta.

—Napoleón.

—¿S-Si?

—¡Cuida a Pierre por mi!

—Ja, claro que sí, yo lo amo, no dejaré que nada malo le ocurra.

—Eso suena bien, al parecer tu plan nos sirvió para tener más confianza, estoy feliz de que estés con el, te lo mereces.

—Mientes.

—¿Ah?

—Noté como te encontrabas al momento de vernos, sentí como estabas desanimado, no debes mentirnos Taro. Uhm, sé que no eres mi mejor amigo y que no somos tan cercanos, pero... ¡Buen trabajo, Taro! A pesar de todo, sigues con esa sonrisa para no preocupar a Pierre, ¿no?

—¿C-Como lo sabes?

—No lo sé, pero supuse que sería eso.

—Ya veo... –se rascó la nuca y algunas lagrimas comenzaron a caer sobre sus mejillas, Louis se acercó al chico y le propinó un abrazo–

—A veces una pequeña muestra de afecto puede ayudar.

—Napoleón...

—Estamos a mano, Taro. No puedes ocultar el como te sientes de verdad, eso te hará peor, si necesitas desahogarte, cuenta conmigo.

—Gracias, Napoleón.

—No hay de qué, aunque... ¿no crees que Pierre ya se ha tardado?

—Opino lo mismo.

De repente, Pierre salió detrás de una estanteria, a decir verdad, los estuvo espiando durante todo ese tiempo.

—¡EH! ¿Que haces ahí?

—Les estuve espiando, me alegra saber que se llevan bien –sonrió y se acercó a Taro– eres una gran persona, Misaki. No llores por mi, debe haber alguien que si te merezca, y aparecerá cuando menos te lo esperes.

Y para sorpresa de todos, justo había llegado a la casa Tsubasa con las compras.

—¡Ay! Lamento interrumpir –rió–

—Hola, Tsubasa, cuanto tiempo –le saludó Pierre–

—¡Hola, Pierre! Oh, también está Napoleón, ¡hola!

—Hola, Tsubasa –le hizo un gesto de saludo–

—Bueno, no les quito más tiempo, ¿vamos, Napoleón?

—Claro, ¡nos vemos chicos!

—¡Adios! –se despidieron los japoneses–

Afuera de la casa de Taro.

—¡Que coincidencia! Justo dijiste eso y ¡BUM! apareció Tsubasa –exclamó Louis mientras se reia levemente–

—Lo sé, yo creo que al final, ellos 2 terminaran juntos.

—Opino lo mismo –sonrió–

—Napoleón...

—¿Eh?

—¿Quieres quedarte hoy en mi casa?

—¡Si, si quiero! –asintió contento–

—Genial, podemos ver alguna serie, cocinar algo o hacer lo que tu quieras –propuso emocionado–

—Claro, aunque haría cualquier cosa mientras estes tú allí –contesto sonrojado–

—Louis...

—Bueno, ¿vamos?

—¡Si!

Y así, sus nuevas vidas comenzaban, ahora ellos estarían juntos, recién este era el inicio de un sin fin de aventuras. Habrían discusiones, peleas, diferencias, pero nada de eso impediría el amor que se tenían ambos chicos, ellos se amaban y nada podría apagar esa llama de amor.

 Habrían discusiones, peleas, diferencias, pero nada de eso impediría el amor que se tenían ambos chicos, ellos se amaban y nada podría apagar esa llama de amor

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