Oportunidades

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Ya había pasado un día desde la confesión de Taro y Napoleón, ambos estaban decididos, tendrían que luchar por el amor de aquel chico para tenerlo a su lado.

Aunque Taro había actuado primero, durante la mañana habló con Pierre por llamada y le propuso ir al centro comercial, este aceptó sin problemas.

Ya cuando Misaki estaba en ese sitio, esperó al francés afuera de una tienda, a los minutos el pelilargo había llegado y comenzaron a pasear por el lugar, los 2 estaban hablando de diferentes cosas, la conversación fluyó con normalidad.

-Oye... eh, Pierre -le tocó el hombro algo dudoso-

-¿Pasó algo, Taro?

-¿Te gusta alguien? -desvió la mirada-

-Hmm, pues... no, la verdad es que no me siento de esa manera con alguna persona -respondió seguro-

-Comprendo

-¿Por qué preguntaste eso?

Misaki se sonrojó

-Solo por curiosidad...

-Esta bien, bueno, ¿vamos a comer algo?

-¡Me parece bien, vamos! -entrelazó su mano derecha con la del chico y fueron a comprar comida- Entonces no te gusta nadie... es mi oportunidad para ganarme tu corazón -pensó-

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Al día siguiente

Por coincidencia, el PSG y el Marsella tendrían un partido amistoso, Napoleón estaba emocionado, podría demostrarle sus habilidades a Pierre.

El partido comenzó, Taro y Pierre se darían una serie de pases, sin embargo, uno de ellos fue interceptado por Napoleón, apenas consiguió el esferico, regateó a cualquiera que se pusiera al frente suyo. Llegó al área y remató al arco, hizo su tiro de cañón que termino en un...

-¡¡GOL!! -empezó a gritar la afición emocionada-

-Buen tiro, Napoleón -dijo Jito-

-Gracias, pero hay que seguir haciendo goles, si consigues el balón, pasamelo.

Jito asintió.

El partido se reanudó, Taro comenzó a correr con el balón, debía revertir el marcador cuanto antes.

Corrió por unos segundos y le mandó un pase largo a Pierre quien lo recibió sin problemas e hizo un remate muy potente que tambien terminó en un...

-¡¡GOL!!

-Agh... -Napoleón estaba algo frustrado-

El partido terminó 2-2, aunque... 10 minutos antes de que terminase, un jugador del Marsella le hizo una entrada a Pierre provocandole una herida leve en la pierna. Aun así, tuvo que ser reemplazado en los minutos restantes.

-¿Debería ir a verlo...? -se preguntó Napoleón rodando los ojos- que más da, iré.

En la enfermeria

Pierre se encontraba solo en la enfermeria, debería esperar una hora allí para que le dijeran cuanto debía reposar, etc. Lo que no se esperaba era la visita de Napoleón.

-¿Napoleón?

-Hola Pierre, ¿como te encuentras? -se recostó en la cama-

-Bien, al parecer no fue nada grave.

-Me alegro

-¿Te vas a burlar o algo? -preguntó esperando alguna broma-

-No...

-¿Entonces?

Napoleón se sonrojó levemente.

-B-Buen partido ¡Jugaste muy bien!

-¿Eh? Gracias, supongo...

-Bueno te dejo, ya me debo ir, ¡Chao Pierre! -le mandó un beso por los aires dejando confundido al chico-

-Que raro, bueno, me toca esperar.

-Que raro, bueno, me toca esperar

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