Libertad.

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"Al amanecer de hoy, 11 de noviembre del 2038, miles de androides invadieron la ciudad de Detroit. Según nuestras fuentes, salieron de los almacenes de CyberLife que al parecer infiltraron los divergentes."

-"Divergentes", sí como no, ¡Fue uno solamente, idiotas! -Exclamó Connor para sí mismo mientras caminaba por las calles desérticas en pleno amanecer, oyendo el comunicado por parte de la presidenta por medio de un teléfono móvil -.

"Dado el número abrumador y el riesgo de víctimas civiles, ordené al ejercito retirarse. La ciudad esta siendo evacuada en este mismo momento."

Connor sonrió con ironía mientras negaba con la cabeza; la evacuación había sido desde el día anterior en la noche.

"En la próximas horas, me dirigiré al Senado para determinar nuestra respuesta a esta situación sin precedentes. Sé que la opinión pública esta conmovida por la causa de los divergentes, tal vez haya llegado el momento de considerar la posibilidad de que los androides sean una nueva forma de vida inteligente. Una cosa es cierta: los eventos en Detroit han cambiado el mundo para siempre. Que Dios los bendiga y bendiga también a los Estados Unidos de América"

-Más le vale que sus "consideraciones" sean ciertas o no tendrá mi voto cuando se reelija - Connor ni siquiera participaba en las elecciones políticas a nivel estatal y mucho menos en las nacionales, así que su amenaza más bien era una mala broma para sí mismo -.

Se detuvo y mientras el amanecer de un nuevo día se alzaba sobre su cabeza, esperaba a Hank porque ambos habían acordado verse en un punto particular, ¿Cuál era este sitio? Hace cinco días Connor llevó a Hank a un puesto ambulante de hamburguesas llamado "Chicken feed", ahí hablaron un poco y se dieron a la tarea de interactuar fuera del trabajo. Este había sido el punto de encuentro que Connor escogió.

-Teniente - Dijo Hank a unos metros de él, naturalmente que Connor se volteó para recibirlo. Por ahora no hubo palabras, pero sí una sonrisa que denotaba gusto por parte de Connor por ver a Hank sano y salvo, sin embargo y para sorpresa del teniente Anderson, Hank le devolvió la sonrisa -, ¿Tuvo problemas para llegar hasta aquí?

-No, ningún problema - Connor tomó la iniciativa de acercarse, pero no estaba satisfecho con eso, así que por primera vez en años se dejó llevar por sus emociones y terminó por abrazarlo -, me alegra de que estes bien, Hank -.

-Lo mismo digo, teniente - Sabía lo que era un abrazo, pero nunca imagino tener uno y mucho menos experimentar lo que se sentía; era una sensación que se percibía como "cálida" -, Ahora, ¿Qué sigue?

-Primero que nada, quitarte ese horrible atuendo - Connor se separó de él solo para confirmar lo necesario que era -, por cierto, ya no me digas así, solo dime "Connor".

-Esta bien, Connor... - Se sentía como una falta de respeto, pero si Connor le permitió llamarlo así, significa que había más confianza entre ellos -, ¿Puedo hacerte una pregunta personal?

-¿Otra vez con eso? - Connor reviró los ojos, pero sonrió al final -, dilo mientras volvemos a casa

-En las instalaciones de Cyberlife dijiste que el verme siendo divergente te devolvió la esperanza en este mundo - Hank siguió a Connor hasta su auto, luego se sentó en el asiento del copiloto -, ¿Por qué?

-Mi padre, él... fue un hombre honorable al que respetaba mucho, parecía la encarnación de la justicia y la rectitud, pero cuando murió los buenos valores se fueron a la tumba junto con él - No era un tema fácil de contar, pero ya había tocado el tema con Hank, así que las palabras fluían mejor -, tu te pareces a él, en un principio pensé que se trataba de una broma cruel al mandarme un androide que lucía tan viejo como lo sería mi padre actualmente. Verte es como verlo a él; siempre centrado en el deber, pero cuando parecías haberte corrompido yo... no pude soportarlo y estaba dispuesto a quitarme la vida, pero gracias a... Dios o quien sea, te vi en las noticias y recuperé las ganas de vivir -.

-Me sorprende, teni... Connor - Se corrigió al final -, Me sorprende que haya sido el motivo. Debajo de toda esa amargura hay un hombre sensible -.

-La amargura es solo una capa para ocultar una tristeza profunda, pero ya no más - Dijo con seguridad. Connor encendió el auto y se puso en marcha -.

Solo el tiempo dirá como continua la historia de los androides divergentes que aún luchan por  integrarse a la sociedad humana, pero para Hank, su hogar esta y siempre estará con el teniente Connor Anderson hasta el final de sus días.

Detroit Become Human: Mi Nombre Es Hank.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora