❁ III ❁

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Luego de eso la relación decayó un poco, pero seguíamos en contacto.

—¡Dan! —hizo una pausa y sus mejillas se encendieron— ¿no le molesta que lo tutee?

—Heesung —saludé con una sonrisa—, no para nada, solo no lo hagas frente a los superiores.

—Perfecto —sonrió como siempre adentrándose en mi oficina—. ¿Cómo estuvieron tus vacaciones?

—Bien, visité a mi abuela, tenía mucho que no la veía.

—Ahh, que bien, yo no tengo a nadie a quien visitar, quise invitarte a salir, pero no sabía cómo contactarte y Jaekyung no quiso pasarme tu número.

—Ah... bueno, ya será para la próxima —respondí mientras acomodaba los papeles.

—Si, pero hasta entonces falta mucho —alargó las vocales recargándose en el escritorio, miraba con detenimiento mis movimientos.

—Pasa rápido el tiempo, tranquilo —sonreí metiéndolos en los archiveros.

—De momento, ¿quieres comer conmigo?

En lo que llevaba del día no había cruzado palabra con Jaekyung, lo vi en el desayuno, pero se fue con sus compañeros, de vez en cuando volteaba a mirarme, aunque no me dirigía la palabra.

—Sí, está bien, paso por usted.

—Puedes tutearme también.

—Ah —reí—, no acostumbro ha hacerlo, pero trataré.

—Bueno, yo paso por ti, ya que tengo entrenamiento y no sabrás donde encontrarme —asentí sin prestar mucha atención.

—Aquí voy a estar —sonreí regresando a mi sitio—, también apunta para la unidad AT, ¿cierto?

—Sí, a donde vaya Jaekyung tengo que estar yo.

—He oído que hacen buen dúo.

—La mayoría de los méritos se los lleva él, pero sí, nos complementamos.

—Suele ocurrir eso en los equipos, pero no por eso hay que bajar el rendimiento.

—Lo sé, por eso sigo aquí —sonrió mirando el reloj que colgaba de mi pared—, lo dejo, ya casi empieza mi entrenamiento.

—Adelante.

—Paso por ti —alcanzó a decir antes de cerrar la puerta. Sonreí divertido y me dispuse a seguir con mis deberes.

—Dan.

Casi salen volando los papeles, ¿en qué momento abrió la puerta?

—Jaekyung —respondí con una mano en el pecho, mi corazón latía como loco. Se acercó con una sonrisa divertida.

—Vi a Heesung salir de aquí, ¿qué quería?

—Me invitó a comer —continué con mi trabajo, con él mirando fijamente.

—¿Y aceptaste?

Noté el cambio en su voz, incluso su respiración se volvió más pesada.

—No veo por qué no debería de aceptar, me cae bien —apretujó una hoja de papel entre su puño— ¡o-oiga esos son papeles confidenciales!

Al alzar la mirada de inmediato me arrepentí de haberlo hecho, era filosa como una cuchilla podía penetrarte con ella y no te percatarías.

—Aceptas invitaciones de cualquiera y mientras a mi me corres de tu casa.

—¿De qué habla?

—Llevas días ignorándome y, ¿ahora me vienes con que vas a comer con él? —tomó mi muñeca haciéndome alzar de mi asiento, ¿cómo podía tener tanta fuerza?

Spring [Jinx]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora