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Aunque no creí que fluiríamos de otra manera.

Sus falanges delineaban cada curvatura de mi cuerpo con dedicación como si de algo frágil se tratase, plasmaba besos por cada rincón, escribiendo su nombre en mi piel.

—Eres tan hermoso —sus labios hicieron cosquillas. Reí por los nervios—, ¿te burlas?, eres cruel.

—No —sonreí—, es solo que todo parece un sueño... —se posicionó frente a mí con una sonrisa.

—Te haré sentir que no lo es —enrede mis piernas en su cintura mientras devoraba mis labios, alce los extremos de su playera con cuidado y me ayudó a retirarla, mi corazón se encogió cuando repare en la cicatriz de su abdomen, acaricie su piel con cuidado unos escalofríos recorrieron mi cuerpo cuando me detuve en esa zona, los recuerdos de ese día me golpearon como una ola—, hey —me llamó con suavidad—, no quiero que pienses en nada más, ¿bien?, estoy aquí contigo ahora.

—Sí, lo sé, es lo único que necesito —sonrió satisfecho.

—Es lo que quería oír —volvió a repartir besos por mi cuello, sus manos descendieron hasta mi pantalón donde comenzó a deslizarlo poco a poco, no sé si lo amaba o prefería que fuera más rápido. Cuando lo retiró junte mis piernas por inercia, soltó unas risitas —, ¿a estas fechas te vienes avergonzando?

—Es que... lo siento diferente.

—¿Prefieres que sea más rudo?, estaba yendo con calma porque pensé que así te gustaba.

—Me acostumbré a como tú lo haces...

—¿Y así te gusta? —asentí nervioso.

—No aceptaré quejas —relamió sus labios y juraría que algo en el ambiente cambió, sus feromonas me envolvieron y se filtraron por cada poro llenando a cada célula de éxtasis, ¿se había estado reprimiendo? Se deslizó hasta mi cadera donde elevó mis piernas y repartió besos por toda la extensión mordiendo el interior de mis muslos provocándome un gemido.

—¡N-no!... ¡hmph! —tiré mi cabeza hacia atrás cuando la calidez de su boca envolvió mi miembro, mordí mi labio en un intento vano por querer reprimir mi voz, su lengua me recorría desde la base hasta la punta, a diferencia de cuando yo lo hice que apenas ingresó una parte y mi boca ya protestaba, él se miraba muy gustoso y... podía derretirme con solo mirarlo, sus ojos resplandecían con delicia, expresando todo el placer que sentíamos ambos, no podía apartar mi mirada y observaba sin reparo como engullía mi virilidad sin problema, era una escena exquisita —Ja-Jaekyung... detente —jadee sosteniendo sus manos que mantenían mis piernas separadas, un cosquilleo se había alojado en mi vientre. Recibí un gruñido como respuesta y muy al contrario de detenerse comenzó un vaivén tortuoso, aprete las sábanas en un puño y el cosquilleo ascendió hasta que fue liberado, arqueé mi espalda gimiendo con dulzura.

—Tan lindo —abrí mis ojos, veía borroso por las lágrimas, pero logré encontrarlo, tenía mi semen en su mano—, hubiese querido saborearlo, pero hay un uso mejor—jaló mi cadera hasta su altura y entonces vertió mis fluidos en mi entrada comenzó con suaves caricias alrededor terminando por ingresar, mis entrañas lo recibieron gustoso abriendo paso para que se adentrara más.

—Ah... se siente... se siente bien.

—Me enfadaría de no ser así —sonrió inclinándose para atrapar mis labios, me abrazó y terminó por meter sus dedos, mi gemido se perdió entre el beso. Comenzó lento con movimientos circulares, de arriba a abajo y luego simulando embestidas—, estás tan caliente.

—No sigas... —no era fan de que me dijera como era mi interior, rio apartándose y con ello sus dedos me abandonaron.

Desabrocho su cinturón y fue todo un espectáculo que solo me hizo impacientar, era sexy en todo el significado de la palabra, simplemente era perfecto, me dejó ver su virilidad unos instantes antes de comenzar a masturbarse frente a mí, trague en seco, el tamaño seguía siendo abismal. Separó mis piernas nuevamente y me acomodó a su altura, cuando su glande saludó a mi entrada una corriente eléctrica viajó por mi columna, ejerció presión causando un ardor que lejos de molestarme me excito más, sostuvo mis piernas en el aire mientras se adentraba más, soltando jadeos sin perderme de vista, sonrió cuando ingresó por completo, mi interior palpitaba, porque una cosa eran sus dedos y otra muy diferente el grosor y tamaño de su pene.

Spring [Jinx]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora