Capítulo 29: Enjaulado.

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[Narra Silver]

Habían pasado un tiempo desde la última vez que había salido, tanto Lance como mi padre me habían prácticamente aislado de todo el mundo para que no pudiera huir, me sentía realmente como un tonto, tantos años manejado a su antojo, me hicieron recordar la época oscura donde mi padre tenía el poder de todo, fue una puta mierda. Ahora después de tantos años, yo era prisionero nuevamente de él, manipulado para hacer lo que él quiera nuevamente.

La seguridad en la casa había aumentado gracias a Lance y a Giovanni que me cuidaban celosamente para que no intentara huir y encontrarme con Gold, mi matrimonio con Lance se había pospuesto hasta que pudiera tener a el bebé.

Y hablando de mi bebé, el cuál si me estuviera viendo ahora, seguro también me hubiera abandonado por la estúpida decisión que tomé, deje a Gold, deje una vida que habría sido buena por hacerme cargo de todo lo sucio de mi padre, había confiado en una persona que solo quería tenerme como un simple trofeo y ¿qué pasó? Encerrado en mi propio hogar, me quitaron todos mis Pokemons, menos a uno que logre esconder antes de que se me fuera arrebatado, pero a pesar de eso, si quisiera huir no podía, ahora soy un pequeño pájaro encerrado en una enorme jaula, una jaula creada por mí mismo.

Bajé a desayunar y como ahora es costumbre, estaba rodeado de un poco de personas alrededor, viendo lo que hago o lo que no, rápidamente me apresuré a comer, para buscar al responsable de toda esta situación, porque de verdad necesitaba respirar un poco de esta locura. Una vez terminé de comer me dirigí al cuarto de Lance, en el tiempo que había pasado encerrado aquí, me di cuenta de que el verdadero titiritero era él, él es el que sta controlanto todo asu favor, con respecto a las cosas que están pasando aquí, mientras el idiota de mi padre limpia su nombre en la sociedad.

La situación se había vuelto bastante frustrante, pero eso no significaba que me iba a quedar de brazos cruzados, viendo como esos dos manipulan todo a su alrededor para quedar bien. Una vez llegué a la puerta la abrí y efectivamente, él estaba sentado en su escritorio revisando algunos documentos, al ver mi presencia él me sonrió como si nada estuviera pasando, yo entré a la habitación y la cerré.

—¿Cuánto tiempo vas a estar jugando al captor? —Le pregunté molesto a lo cual escuche una pequeña risa salir de su boca.

—Hasta conseguir lo que quiero—me respondió en un tono más juguetón.

—Que es lo que quieres, para ver si con eso puedo salir de aquí—el dejo todo lo que estaba haciendo para acercarse a mí.

—¿Sabes lo qué necesito...? — Me preguntó, mientras daba pasos hacia mí, con una postura amenazante.

—No...—respondí nervioso, pero sin perder la compostura.

Él se paró frente de mí, con los brazos cruzados, una sonrisa bastante perturbadora y su mirada, daba demasiado miedo, se ha vuelto bastante intimidador.

—Te quiero a ti... Por sobre todas las cosas. Pero tu estas enamorado de alguien más y como no puedo deshacerme de él, entonces te puedo robar a ti, con tal. Eres el hijo de un criminal, ¿Quién se va a preocupar por el hijo de un criminal? —sus palabras fueron como un puñal, se clavaron en mi pecho coo una daga, directo a matar.

—Huiré, tengo lo por seguro—le dije antes de salir de aquella habitación.

Mí corazón latía a millón y tenía unas fuertes ganas de llorar, pero a pesar de eso no le daría la satisfacción de verme mal, tampoco lo iba a estar con palabras que al final de cuenta, siempre me han dicho y mucho más después de que la organización de mi padre se hizo muy famosa.

Entré a mi cuarto con la adrenalina a mil, cuando de repente apareció Alakazam, sonreí al verlo y me llené de paz al ver que había dejado la carta.

—Se la entregaste—Le pregunté a lo cual él asintió.

De mi gaveta saque una baya aranda y se la entregue, para luego acariciarlo y darle un abrazo.

—Muchas gracias, lo hiciste increíblemente bien—Le dije antes de regresarlo a su pokeball y luego esconderla en donde nadie lo pudiera encontrar.

Continuará...


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Nota Final; Chicos ayer no pude publicar, porque llegue mi cansado de mi trabajo y se me paso, pero aquí les dejo el capitulo, los quiero y hasta la semana que viene.

Te quiero solo a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora