Realmente me importas (NxReader)

Reestableciendo memoria. Archivo 2.

—¡No puedo creer que no sirvas!— La mamá de Tessa me había tirado al suelo.

No hace mucho me encontraba atendiendo a los invitados. Estaba nerviosa pero no era la primera vez que me encontraba en una reunión trabajando.
Las cosas marchaban bien y la reunión no estaba teniendo mayores inconvenientes. De vez en cuando los padres de Tessa se quejaban de nuestra forma de trabajar o acomodar las cosas pero no pasaba a un mayor escándalo, después de todo era importante la presentación y la forma de actuar ante los invitados. De estar solamente los padres de Tessa ya era una probabilidad muy grande de que alguno de nosotros como drones no saliera vivo del lugar. Para nuestra suerte los visitantes provocaban una ligera calma.

Sin embargo dicha calma no duró mucho pues a los más jóvenes de la reunión se les ocurrió una idea que para ellos sería muy divertida.
No dudaron ni un segundo en ponerme el pie para tropezar. Logré recuperar la compostura y la pila de vasos y copas, pero eso no les pareció suficiente. Otro de los invitados estaba empeñado en dejarme en ridículo. Así que sin más, pese a que había recobrado la estabilidad en mi andar, fue muy sencillo para él empujarme. Su tacto basto para hacerme caer finalmente y que todas las cosas de cristal que llevaba salieran volando.

Se rieron, sin embargo sus carcajadas se vieron disimuladas una vez que vieron como la anfitriona se acercaba a mí. Agitando su abanico bastante indignada.
Se escabulleron lo más lejos posible para evitar un regaño. Solo me quedaba levantarme y esperar a que en su mayoría de las copas y vasos no se hubieran roto.
Fue entonces cuando la mamá de Tessa me tiró al suelo.

—¡Esto es el colmo!— Me gritaba mientras agitaba su abanico cada vez más eufórica.— ¡No puedo creer que no sirvas!

Trate de levantarme, pero ella me lo impidió. Tenía miedo, demasiado. Sin embargo, debía aparentar que solo era una máquina del montón. Después de todo para los humanos no era difícil reemplazarnos.

—¡Si sirves de algo! ¡¿Dime, donde esta Tessa?!— Abrí los ojos atónita. Por lo que sabía, había ido al vertedero sin el permiso de sus padres, quería saltarse la reunión a toda costa y que mejor que en un lugar donde se sintiera cómoda.

Titubee al hablar. No podía traicionar a Tessa, después de todo...ella nos había dado una segunda oportunidad y no nos veía muy diferentes a ella. Suspire, sabía que sería incorrecto delatarla.— Lo lamento, no se donde esta Tessa.

—¡Insolente! ¿Crees que no se que mientes? Esta en el  vertedero otra vez ¿No es así?

Me limite a negar con la cabeza, entre menos mostrara mis facciones no me delataría.

Fue entonces cuando me levanto por las fuerzas del brazo, con un chasquido ordeno a otro drones que recogieran mi desastre y comenzó a jalarme hacía afuera. No puse resistencia, pero tenía miedo, mucho miedo.

Comenzamos a caminar en dirección hacía la salida de la mansión.

—¿Falla de audio? Distorsión arreglada— Rebobinar.— ¿T/N?— Escuche a V decir mi nombre preocupada. Apenas y pude cruzar miradas con ella, pues la anfitriona me jalaba con demasiada fuerza.

Ella volvió a chasquear los dedos, otros drones se alistaron para seguir sus ordenes.— Envíenla al pantano ¡Esta cosa no sirve!

Mi expresión denotó miedo, generando asco en la mujer que agitaba el abanico mientras me miraba como si yo fuese una abominación.— ¡Espere! ¡Pe-pero si no he sido yo! M-me...me empujaron...

—¿Estas diciendo que nosotros como humanos interferimos en tu programación perfecta?

—¡No, no! ¡Jamás podría decir eso! ¡Pero lo que digo es la verdad, me empujaron!