Crimen Escarlata {En actualización}

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 LUNES 27 DE OCTUBRE-. 10:05 hrs.

—Hice mi declaración y completé el informe hace dos días. ¿Acaso no lo leyeron? —señaló Kiera, fastidiada.

Antes de que Hamish pudiera decir algo, Joshua se le adelantó.

—Lo leí por completo, detective. Sin embargo, necesito confirmar unos detalles con usted. —Ella apretó los labios y asintió, molesta—. ¿Pudo notar algo extraño esa noche?

—Define extraño.

—Algo fuera de lugar, que no calzara con la situación.

Kiera se cruzó de brazos.

—No se ustedes, pero encontrar el cuerpo de una persona degollada no es un hecho común del día a día —,y se frotó el rostro frustrada—. Estábamos realizando una patrulla con Dante por el sector, ya que nos habían notificado de disturbios. No encontramos nada, hasta que pasé por el lugar.

—¿Por qué te adentraste al callejón? —inquirió Hamish.

—Llámalo sexto sentido o intuición. Simplemente sentí que debía revisar el lugar y encontré el cuerpo. Fue evidente que el hecho acaba de ocurrir, pues la víctima todavía estaba luchando por sobrevivir.

—¿No viste a nadie salir corriendo de la escena antes de que tu llegaras? —volvió a preguntar Hamish.

La detective se quedó en silencio unos segundos.

—No.

Joshua se inclinó hacia adelante.

—Ese es el gran detalle. Si justo estabas caminando por la avenida y encontraste el cuerpo de una persona degollada todavía viva, hay una gran posibilidad de que hubieras visto a su atacante.

—Pero no lo hice.

—¿Pudo haber escapado por otro lado?—le cuestionó Dante.

—No.

—¿No? —replicó el detective, extrañado.

—Era un callejón sin salida, Dante. Es imposible que haya escapado por otro lado. A menos... —comenzó a decir la detective.

—¿A menos?—preguntó su compañero.

Kiera observó a los emisarios profundamente y chasqueó la lengua, molesta.

—Este no es un simple asesinato ¿no es así? Hay algo que no me están diciendo.

—Tan perceptiva como siempre —se burló Hamish, pero ella lo ignoró y clavó la mirada en Joshua.

—¿Qué es realmente lo que quieren saber? —reclamó la detective.

—Sus ojos —le dijo el emisario de la vida —. ¿Pudiste ver sus ojos?

—¿Los ojos de la víctima?—Joshua asintió—. Claro que sí. Que parte de que estaba vivo no...

—¿De qué color eran? —le interrumpió Hamish.

—¿Qué de qué...?

—¿De qué color eran sus ojos, señorita Hart? —repitió esta vez Joshua.

La detective tragó en seco e intentó mantener el semblante serio para no dejar en evidencia su incomodidad. ¿Cómo iba a olvidar el color de aquellos ojos que la llevaban atormentado en sus pesadillas?

—Rojos —respondió ella con lentitud—. Rojos con el borde verde claro.

Joshua y Hamish se miraron entre sí.

—¿Qué tiene que ver que sus ojos sean de ese color? —les cuestionó Dante.

—Que no es humano —le interrumpió su compañera y vigiló con la mirada a los emisarios—. ¿Verdad?

—Algo así —se limitó a responder el emisario de la muerte.

—¿Cómo que algo así? —exclamó furioso Dante—. ¿Era o no era humano?

—El cuerpo que encontró la detective efectivamente era de un humano, sin embargo, este había sido poseído por un demonio —explicó Joshua. Ambos detectives quedaron mudos de la sorpresa—. A quien intentaste salvar fue al demonio que poseía ese cuerpo y lo que necesitamos saber es por qué ese cuerpo fue poseído.

—No deberían notificarle a la Santa Inquisición, son ellos los que se especializan en exorcismos —replicó Dante intentando controlar su nerviosismo.

—Esto está más allá de la jurisdicción de la Santa Inquisición. El alma de ese humano fue secuestrada por el demonio y con ello se apoderó del cuerpo por completo —replicó Hamish.

—Y no es cualquier demonio —añadió Joshua.

—¿A qué te refieres? —le increpó Kiera cada vez más ansiosa.

—¿Habías visto antes una sangre de ese color? —le preguntó Hamish.

La detective tragó en seco y negó con la cabeza.

—Es muy difícil que un humano pueda obtener ese color aun cuando cometa muchos pecados. Por otro lado, los demonios son reconocidos por su sangre color azul, excepto aquellos de sangre color escarlata... Estos últimos son demonios que provienen de la línea real —explicó Joshua.

Dante golpeó la mesa, nervioso —¿Qué significa que provenga de la línea real?

—Que son los descendientes directos del mismísimo Satanás —respondió el emisario de la muerte.