quizás ya no sé diferenciar la realidad con la mentira, y es por eso que mi cabeza me juega malas jugadas donde puedo ver que tú me ves y me pides volver en sueños. aunque quizás ya estoy mal de la cabeza por todo este amor barato del cual sigo acostumbrado.
y no sé porque pero me da una calma despertar y saber que huí de ti, que me aleje de ti aunque sea por sueños.
ojalá fuese así en la realidad.
hice limpieza en mi habitación y saqué todos esos recuerdos tuyos; tiré mis cartas hacia el universo donde le pedía que volvieras, tire esas cartas que te hice cuando tenía catorce y le suplicaba al mundo que por favor me dijeras que era lo que de verdad sentías. tiré aquellas notas sin valor que te obligue a hacerme, pero ahora que las leo solo me dan enojo sumado con tristeza por la pena que siento conmigo mismo, porque tú nunca hiciste algo porque lo hayas querido, sino porque yo te pedía que lo hicieras.
tiré esos peluches de aquellas maquinitas que tanto te divierten, también tire esas revistas que dejaste en mi casa la última vez, esa que hablaba de las posiciones que querías intentar la próxima vez, aún cuando quizás tú sabías que no iba a existir.
también tire esos cambios de ropa tuyos, ese cepillo de dientes extra y esa loción que alguna vez pensé en regalarte.
todo se fue a la basura, y deseé que con ello se fueran estos sentimientos que me abruman.
que te fueras tú de mi vida de una buena vez. porque a pesar de que borré tu número, a pesar de que me deshice de cada pequeña cosa que me recuerda a ti, puedo sentir que aún sigues en esta habitación, que aún te sientas a mi lado y me susurras lo que tienes planeado hacerme. lo mucho que quieres tenerme.
pero ahora soy yo quien quiere tenerte, aunque fuera una sola vez.
pero no vale la pena desear aquello, no cuando sé que volverá a doler cuando te vayas.
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