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⸻ En los Decimos Juegos del Hambre, Adiane Argyros del Distrito Dos es seleccionada como tributo y viaja al Capitolio, donde se encuentra con su antiguo amor, Sejanus, ahora en una posición social diferente.
Coriolanus Snow, el...
NOTA: para este punto yo creo que ya quedó claro pero si no les recuerdo que la historia no va tan acorde al orden cronológico de la película.
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⸻ DESPUÉS DE LA MUERTE DE aquella chica del Capitolio, la situación de los tributos se había vuelto más cruel que antes. Los encerraron en jaulas más pequeñas como viles animales, y les quitaron la comida y agua que les habían traído. Solo tuvieron la "consideración" de avisarles que los llevarían al funeral de la tal Arachne Crane y les darían una buena lección sobre eso.
Adiane esperaba lo peor, quién sabe, tal vez los matarían de una vez, se ahorrarían los juegos para eliminarlos.
La jaula de Adiane era la más cercana a los barrotes, y al estar más expuesta más frío tenía. Marcus, Lucy y Jessup estaban casi hasta el final de la zona, demasiado lejos como para siquiera hablar, los demás permanecían dormidos o quietos mirando hacia la nada. Solo se seguía escuchando los lamentos de Lámina, la tributo del distrito siete.
— No puede ser...¿por qué los encerraron?.— Una voz femenina llamó su atención, se giró un poco y observó a una mujer joven de cabellos dorados, quién tenia un parecido espectacular con Edine, vestía con un largo abrigo de piel que cubría lo que parecía un vestido rojo, a su vez, parecia que estaba embarazada.— Hola.— la mujer se acercó a los barrotes casi susurrando.
— Hola..— Adiane desconfío un poco pero no temía por el claro estado de gestación de la joven.— ¿Desde cuándo los encerraron aquí?.
— Por la tarde luego del asesinato de...
— De Arachne.— finalizó y luego negó con la cabeza. Se alejo un poco hasta un auto que estaba estacionado en frente.— Padre, tenemos que hacer algo para que los saquen de las jaulas.
El hombre dentro del auto era casi imposible de ver.
Adiane suspiro y recargo su cabeza en un barrote de metal.— ¿Tienes frío?.— regreso la mujer y Adiane asintió sin contestarle.— Toma.
La mujer se quitó su abrigo y se lo ofreció a Adiane, la pelinegra lo dudo en segundo pensando que tal vez estaría burlándose de ella. Sin embargo la expresión de la rubia parecía genuina. Adiane lo tomo y se lo puso rápidamente, era muy cálido y aún tenía el aroma a rosas de la mujer.
