Hora de aventura donde la lógica y el raciocinio es reemplazado por la locura y fantasía, mostrado desde los ojos de un niño jugando a ser un héroe.
Pero entre todo el multiverso hay diferentes formas de este aclamado héroe, unas poderosas y puras c...
Una de las tantas peculiaridades que rodeaban todo Ooo, era sin duda alguna, el desierto.
Pues hay un sin fin de historias sobre este lugar casi inhóspito, se dice que antiguamente el desierto fue uno de los lugares mas bombardeados de todo el mundo, pero debido al paso del tiempo y las fuertes ventiscas de arena las pruebas de este suceso quedaron en el olvido.
Pero lo que no había duda sobre el desierto era su peligrosidad, pues si fueras a esta regíon de Ooo lo mínimo que te encontrarías seria a las "ratas de arena", un grupo de vándalos que te robarían asta tu ropa y órganos para venderlos a cualquiera que les de media moneda de bronce, y eso es lo mas leve que te podrás encontrar por estos lares, pues criaturas salvajes capaces de devorarte de un solo bocado también habitan por aquí.
Lo que hace que el desierto de Ooo sea uno de los lugares menos visitados por todos.
Por esa misa razón era bastante peculiar ver a un ¿hombre? ¿cerdo? . . . a una persona caminando tranquilamente por los prados de arena.
El . . . ser, tenia ropas bastantes llamativas, una camisa de color opaco de manga recogida hasta sus codos y unos pantalones de color marrón, sus ojos eran cubiertos por sombras, lo mas curioso era que tenia una pequeña corona en su cabeza y una larga capa de rey roja que ondeaba libremente con majestuosidad.
El suelo se agito bajo sus pies, la arena voló con una explosión y una gran columna se alzaba al cielo.
Delante del caminante una gran criatura se hizo presente, era una gran gusano de tierra, una de las típicas bestias del desierto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Cerdo/Jabalí camino imperturbable por la arena, casi ignorando a quien tenia delante suya, cuando el gusano de Tierra vio la actitud de su presa soltó un atronador grito que sacudió la arena de su alrededor.
Pero el Rey lo ignoro.
Con el suave sonido del metal afilado, el Rey saco de su diestra una espada plateada de doble filo, y con una gracia digna de su estado movió su espada de lado a lado rápidamente, cambiando de su mano derecha a su mano izquierda, detrás de el, por su cuello, por su cintura, parecía que la propia espada revoloteaba alrededor de el como si de un ave se trátese.
El Rey dio por terminado su pequeño espectáculo con un corte lateral moviendo elegantemente su capa.
El Gusano abrió tanto como pudo sus horribles fauces y se abalanzo con ferocidad sobre su presa esperando descuartizar su carne.
