Finn el "perro guardián"

Cap. 1.- Rey helado

El reino mora siempre se caracterizo por su galas.

El dulce reino por su alegría desbordante. 

El reino flama por su ferocidad y peligros.

Pero entre tantos reinos de Ooo, siempre uno resaltaba de entre todos.

El reino helado.

Un lugar de lo mas peculiar.

En retrospectiva, si te adentrabas mucho a su reino era incluso mas peligroso que el reino flama.

Si miraras a sus habitantes te darías cuenta de una tristeza que los acompaña a pesar de sus sonrisas, diferencia del dulce reino. 

Una belleza sin igual en sus vistas y paisajes que dejaría en vergüenza al reino mora.

Pero lo que mas resaltaba entre todo. 

Era su gobernante.

Quitando el echo que en todo Ooo solo existen des reyes (uno autoproclamado así que no cuenta), el Rey helado no era conocido como un buen mandatario, de echo no era conocido por nada bueno, lo han llamado de todo, pervertido, sociópata, psicópata, ladrón, demente, loco, asesino y mucho mas, pero todos estaban de acuerdo en algo, el rey helado no era bueno y nadie deberá acercarse a sus dominios.

El simple echo de estar en su reino era peligroso no por su fuerte clima, si no porque era como girar una ruleta rusa, un día puede que te encuentres con el senil viejo y sea de lo mas agradable contigo o se la pasa hablando con uno de los tantos pingüinos que habitan en sus tierras, o también puede que te encuentres con el loco demente territorial que intente asesinarte por entrar a sus dominios, prueba de eso eran los innumerables aventureros que ahora eran nada mas que estatuas de hielo esparcidas por el reino.

Y si eras una princesa olvídate.

Por eso todos se sorprenderían al ver a la princesa grumosa flotando entre los campos de hielo absorta en su celular.

 - Ya te digo Tiffany, Matt es una mala influencia para ti nena - Hablo con ese acento "coloquial" que caracterizaba a todo grumoso.

- Nena no importa que tan ardiente este, malo es malo - Con cada minuto de platica parecía que la conversación aumentaba de tono, asta pasar de ser una discusión a una pelea calurosa.

Pero lo que no sabia la princesa que sus palabras/gritos fueron escuchados por algo, o mejor ducho alguien.  

- MIRA SI QUIERES QUE EL TE VUELVA A ENGAÑAR HAY TU, PERO NO QUIERO QUE LLORES DESPUES TONTA - Grumosa colgó su teléfono y se vio tentada a tirarlo lejos, sin duda Tiffany era tonta.

Las nueves del cielo se arremolinaron y se tornaron de un toque grisáceo, pequeños copos de nieve empezaron a caer a su alrededor y una ventisca se hizo presente con un muy mal augurio, absorto para ella el clima se volvía mas y mas intenso proclamando la llegada de su rey.

Detrás de la grumosa se alzo una sombra grande y regordeta, su piel azulada y su larga nariz acompañados de su larga barba era suficiente para saber quien era.

- OOoo una princesa viene a mis reinos - Hablo con una voz vieja pero demente llamando la atención de la grumosa.

- Espera khe? - grumosa alfin se dio vuelta para verlo.

El rey Helado, con sus típicas ropas, una sonrisa dientuna y filosos miro a la princesa grumosa, el no era fanático de los grumos, pero no era de esos que juzgan a un libro por su portada. 

Grumosa empezó a temblar y castañear con sus dientes. 

A diferencia de muchas princesas ella no le temía al rey helado en lo mas mínimo, duda que alguien se atreva a hacerle algo después de todo eso significaría una ofensa a todo reino grumoso y no por nada el reino grumoso existía en otra dimensión apartada de esta, ella temblaba por el fuerte frio que empezó a hacer.