Capítulo 17 (Talon)

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Talon no se había percatado de cuánto había echado de menos el calor humano hasta que fue abrazado. Primero se tensó, tras tantos años de abusos, había asociado inconscientemente el contacto físico a que le iban a hacer daño. Tras ver que nada malo ocurría, una sensación reconfortante le inundó el pecho y se relajó casi al instante, echándose levemente hacia adelante, inclinándose sobre Renegade y devolviendo el gesto. Enterró su rostro en el hombro del otro y dejó salir las emociones que no se había permitido liberar.

Se aferró a Renegade como a un salvavidas, derrumbándose. Talon sintió que el hombre al que abrazaba le frotaba círculos en la espalda en un intento de calmarle. El asesino era consciente de que otras personas le estaban viendo ser así de vulnerable pero, por primera vez en mucho tiempo, le dio igual.

En sus tiempos con la corte, la vulnerabilidad había sido severamente castigada. Un Talon no podía ser débil y, de acuerdo con ellos, llorar y mostrar dolor era ser débil. Por eso, había decidido cerrar sus emociones herméticamente cuando estaba con alguien pero, en aquel momento, fue completamente incapaz de empujar sus sentimientos atrás. De todos modos, la corte ya no podía hacerle daño.

-Tenemos que encontrar la manera de devolvernos a casa- dijo Renegade. Talon estaba absorto en el abrazo y ni siquiera había percibido que se estaba llevando a cabo una conversación mientras él se aferraba a Grayson. Sin embargo, reconectó de inmediato cuando escuchó aquellas palabras. Él levantó la cabeza de golpe, mirando alrededor con los ojos desorbitados por el miedo.

-¡No! ¡No, por favor! ¡No puedo volver ahí! No me hagáis volver con ellos- imploró el de ojos dorados, mirando alrededor, aterrado. El mero pensamiento de ser devuelto a las garras de la corte le mandaba escalofríos y hacía latir su corazón tan rápido que le daba la sensación de que iba a salir del pecho. Las lágrimas no tardaron en hacer acto de presencia mientras sus respiraciones se tornaban más cortas y rápidas.

-Respira, estamos aquí. Estoy aquí- afirmó con calma el mercenario. Sabía que cuando alguien tenía un ataque de pánico (que era lo que le iba a suceder a Talon si no le calmaban) era imprescindible mantener una actitud tranquila para transmitir ese mismo sentimiento a la persona que necesitaba relajarse.

Talon tragó saliva y asintió, haciendo todo lo posible por relajarse y evitar un ataque de pánico. Le dieron un par de minutos al chico para recuperarse. En ese tiempo, Renegade no dejó de abrazarle. Una vez más tranquilo, el hombre que abrazaba al asesino habló con suavidad.

-¿Quiénes son "ellos"? ¿Con quién has dicho que no te hagamos volver?

-La corte de los búhos- respondió con voz temblorosa mirando alrededor, como si esperara que apareciera alguien de dicha organización para atacarle. Sin embargo, nada malo ocurrió. Pese a eso, Talon no se relajó.

-Me suena eso... ¿No era un mito?- dijo Jason, pasando su mirada por todos los presentes en la sala para analizar sus expresiones.

-Ojalá lo fuera- respondió Nightwing con expresión ensombrecida. Jay miró a los tres Graysons, percibiendo que, según parecía, todos se habían tenido que enfrentar a la corte en algún momento de su vida.

-Por favor, no me devolváis allí... No puedo volver... No cuando soy libre- imploró el de ojos dorados aferrándose con fuerza al uniforme de Renegade.

-Tranquilo, encontraremos una solución- le aseguró el mercenario, tratando de tranquilizar al asustado Talon- De momento respira, ¿vale? Intenta relajarte mientras vamos a un lugar en el que puedas calmarte y sentirte más seguro- tras decirle esto Renegade miró al otro Grayson, Slade y Jason- Salgamos de este sitio.

-Iremos a la Batcueva- afirmó Nightwing, sabiendo que Bruce nunca sabría de la presencia de Slade en la que solía ser su base de operaciones cuando era Batman.

Renegade asintió y ayudó a Talon, que todavía se aferraba a él, a ponerse en pie también. Deathstroke fue el primero en salir de la sala por la ventana, seguido de cerca por las dos versiones de Dick Grayson. Cuando Nightwing estuvo a punto de salir tras ellos, la mano de Red Hood le agarró del brazo y se acercó al oído del otro.

Talon podría haber escuchado perfectamente la conversación que mantenían Jason y el otro Grayson pero estaba él estaba demasiado desconsolado como para escuchar cualquiera de las cosas que Jason tuviera que decirle al otro héroe. De todos modos, Talon ya era consciente de lo que Red Hood querría hablar con Dick. Seguro que guardaba relación con la idea de llevarle a la Batcueva, fuera cual fuera ese sitio. Talon jamás había oído hablar de semejante lugar. Sin embargo, los demás parecían ser plenamente conscientes de lo que era una Batcueva.

Grayson sabía que los héroes no se fiaban de él. ¿Qué demonios? Probablemente ni siquiera el que le abrazaba se fiaba lo más mínimo de él. Talon ya lo sabía pero el mero pensamiento le resultó doloroso de todos modos y, antes de poder darse cuenta y evitarlo, estaba llorando con más fuerza que antes.

-Shh...- trató de calmarle Renegade acariciándole el pelo suavemente y trazando círculos sobre la espalda de Talon con la palma de la mano. El ex miembro de la corte se aferró con fuerza al mercenario mientras éste seguía intentando reconfortar con afecto y calor físico- No pueden hacerte daño aquí- le aseguró en un susurro tranquilizador.

Talon se sentía un niño perdido. Sin embargo, el calor de Renegade le permitía tranquilizarse aunque fuera solo un poco. Era casi como si el mercenario fuera una especie de salvavidas para él. Un salvavidas al que Talon no dudó en aferrarse como si su vida dependiera de ello. Se sentía débil y un idiota por llorar frente a otras personas y más todavía si eran fuertes como quienes le acompañaban. Sin embargo, sorprendentemente, no le importó demasiado lo que los demás estuvieran pensando de él en ese momento. Por ahora se sentía más o menos a gusto y ya se estaba calmando aunque fuera muy poco a poco.

Renegade estaba resultando una gran ayuda. No había sabido cuánto necesitaba un abrazo hasta que lo recibió. Tal vez por eso se había derrumbado. De hecho, Talon empezaba a volver a pensar que liberar y expresar sus emociones no era tan malo como la corte le había hecho creer.

Exceso de... ¿Graysons?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora