Capítulo 16 (Renegade)

229 40 18
                                    

Repentinamente, Renegade entró por la ventana y se puso en posición ofensiva, listo para atacar, Slade llegó justo después.

-Muy bien, señor asesino, estoy listo para una buena– -Renegade se detuvo en seco cuando vio a los otros dos Dick Graysons que había en la sala. El aprendiz del mercenario se irguió, bajando las armas- ¿Es esto alguna reunión de mi club de fans?- preguntó automáticamente, en un intento de averiguar qué pasaba y aligerar el ambiente, obviamente pesado.

-¿¡Y quién narices eres tú?!- espetó Jason, apretando el agarre sobre sus armas, que había desenfundado y apuntaba a los dos recién llegados mientras los otros dos Dick Graysons observaban, absolutamente sorprendidos la llegada de otro de ellos.

-¡Eso mismo podría decirles a ellos dos!- respondió Renegade, alterado- Ya sé que soy increíble pero con uno como yo aquí ya hay suficiente- Slade puso una mano sobre el hombro del joven que le acompañaba para hacerle saber que estaba todavía allí y que podía relajarse. Renegade sacudió la cabeza, sintiéndose algo más tranquilo ahora que recordaba que no estaba solo.

-Sigues sin haber contestado a la pregunta- le dijo Jason, adoptando una actitud cada vez más violenta. La confusión y Jason no solían llevarse bien.

Nightwing, saliendo de su estupefacción, se posicionó delante de Red Hood, levantando las manos de forma apaciguadora, dando a entender que no planeaban hacer daño a nadie.

-Está bien, calmémonos todos. Los cinco que estamos en esta sala estamos igual de confundidos- Jason abrió la boca pero Nightwing hizo un gesto mandándolo callar. Contra todo pronóstico, él obedeció- Ya sé que tenemos a Slade Wilson delante pero ahora mismo lo importante es que tres Dick Graysons obviamente diferentes estamos en la misma dimensión en la que, por si fuera poco, Dick Grayson está muerto.

-Oh, gracias, yo, no me había dado cuenta- replicó Renegade haciendo rodar los ojos. Luego miró de arriba a abajo a Nightwing- Por cierto, no sabía que las mayas me quedaban tan bien- comentó para sí mismo, aunque lo dijo lo suficientemente alto como para que el resto de personas en la sala lo oyeran- ¿Llevas mayas porque te parecen cómodas o porque resaltan ciertos... atributos?- inquirió, refiriéndose al trasero de Grayson.

-¡Eso no es relevante ahora! ¿De veras piensas en eso en una situación como en la que estamos?- exclamó el héroe, dejando ir un suspiro y pinzando su nariz para calmarse de nuevo- Lo importante es: ¿cómo llegaste aquí?

-Pues estaba en Cadmus cumpliendo una misión cuando, sin previo aviso, empezó a dolerme el pecho. Pensé que me estaba dando un ataque al corazón pero luego recordé que te suele doler el brazo izquierdo primero. Ah, sí, y que cuando te da un infarto no empiezas a descomponerte en una especie de ceniza rara como me pasó a mí- añadió casualmente.

-Algo por el estilo me ocurrió a mi...- murmuró Dick llevándose la mano a la barbilla- Lo que no entiendo es por qué nosotros tres fuimos traídos aquí. Se han confirmado la existencia de universos alternativos... y sólo hay constancia de que hay tres Dick Graysons en esta dimensión... ¿Por qué nosotros tres en específico? Hay infinitas dimensiones alternativas y, por ende, diversos Graysons pero solo hemos llegado 3... ¿Por qué? ¿Qué nos diferencia de los demás?

-No lo sé, solo sé que quiero volver a mi casa con mi maestro- replicó Renegade. Él era consciente de que las preguntas que había hecho su yo de otra dimensión eran retóricas pero sintió la necesidad de contestar para aligerar el ambiente, que seguía tenso- No te ofendas, Slade, eres genial pero echo de menos al mío- corrigió él, girándose para mirar al tuerto.

Nightwing guardó silencio, pensativo. Algo que solía sucederle era que se perdía en sus pensamientos cuando cavilaba algo. Centraba toda su atención en ello y lo que acontecía a su alrededor se disipaba como lo escrito en la arena cuando llega una ola para borrar lo que había sido previamente redactado.

-Ey, ¿y qué hay de este tío?- preguntó Jay de golpe, haciendo un gesto con la cabeza a Talon que parecía extremadamente asustado. Nightwing no salió de su abstracción pero Renegade se acercó con cautela al ex miembro de la corte, que se encogió levemente, tratando de pegarse lo máximo posible a la pared.

-Oye, está bien, no te haremos nada. No debes tenernos miedo- le dijo con tono tranquilizador el mercenario más joven con una leve sonrisa. Lo cierto era que pocas veces se podía ver esa actitud en aquel Dick.

-N– No es por lo que me podáis hacer vosotros- respondió el de ojos dorados con voz temblorosa- E... Es por lo que yo pueda haceros. Yo... No me controlo y– y– Por favor, no te acerques- imploró Talon con ojos llorosos- En cualquier momento podría...- él sacudió la cabeza repetidas veces, tratando de ahuyentar sus pensamientos.

Renegade se quedó parado. ¿Cómo era posible que el implacable asesino al que habían intentado dar caza se mostrara así de asustadizo y vulnerable? Realmente parecía que no pretendía hacer daño a nadie pero, claro, bien podría tratarse todo de un truco para poder matarles a todos. Sin embargo... Algo le decía a Renegade que el frágil hombre frente a él estaba siendo completamente sincero.

-Mira alrededor, todos los aquí presentes estamos extremadamente entrenados. De hecho, aquel chico que te mira con tanta desconfianza- empezó, haciendo una seña con la cabeza en dirección a Jason- en realidad murió una vez y míralo. Pase lo que pase, podremos detenerte- le aseguró con una sonrisa.

-¡No lo entiendes! ¡Soy un monstruo! ¡Un asesino! Y no puedo hacer nada por evitarlo- exclamó, rompiendo a llorar- Yo– Nunca he sido ni seré libre de verdad. Soy presa de mis propios instintos. Un estúpido asesino que ni siquiera puede controlar lo que hace. Mi único consuelo es la—

Renegade no le dejó terminar la frase. Era consciente de lo que Talon estaba a punto de decir y no iba a permitir que acabara diciendo lo que tenía en mente. Ignorando completamente lo que el joven ante él le había implorado, le rodeó con los brazos y le dio un fuerte abrazo. El hombre al que abrazaba se tensó pero luego se derritió en el abrazo, devolviéndoselo mientras lloraba silenciosamente sobre su hombro.

Exceso de... ¿Graysons?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora