Capítulo 6 (Nightwing)

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Nota de la autora

¡Hola queridxs lectorxs! Por temas personales, el capítulo de la semana pasada (que es el que he subido hace unos minutillos) no pudo ser publicado y algo semejante ocurrió con el capítulo de ayer (que es el que vais a leer ahora). Por eso mismo me disculpo y el día de hoy publico dos en lugar de uno a modo de compensación.

Sin nada más que decir, ¡disfrutad de la lectura!

Cambio y corto

Dick despertó en la camilla en la que había sido dejado. Se incorporó algo desorientado y miró alrededor, notando que la Batcueva estaba totalmente en silencio y a oscuras. A ver, no es que la Batcueva fuera el lugar más iluminado del mundo pero sí que era cierto que ni una sola luz estaba encendida. Ni siquiera se escuchaban los ruidos que el bueno de Alfred hacía cuando limpiaba o buscaba algo en el lugar.

-¿Hola?- preguntó el chico mientras se ponía en pie y activaba la visión nocturna de su máscara de Nightwing. Lo único que recibió por respuesta fue el aleteo de algunos murciélagos, que se habían despertado por el retumbar de la voz de Dick en las rocosas paredes del lugar. "Que raro..." pensó para sí mientras avanzaba por la silenciosa base. Advirtió que todo estaba lleno de polvo. Pasó el dedo por encima del panel de control del ordenador principal de la base y se llevó consigo una gruesa capa de polvo- ¿Qué está pasando aquí?- se preguntó, la preocupación carcomiéndole. El silencio fue su única respuesta.

Dick supo de inmediato que algo no era normal. De inmediato, se encaminó hacia la subida que llevaba a la mansión Wayne. Subió las escaleras completamente alerta. No sabía por qué pero ahora no le dolía nada y se encontraba en perfectas condiciones. Llegó a la salida, donde se encontraba el familiar reloj de péndulo que la cubría. Activó el botón que lo abriría pero, sorprendentemente, no se movió. Viendo que su primera opción no surtía efecto, optó por empujarlo. Resultó que era sorprendentemente pesado pero, tras unos cuantos intentos, consiguió desplazarlo lo suficiente como para poder salir.

Una vez fuera, resultó ser que el despacho de Bruce estaba desierto también. Miró por la ventana. Era de noche. Se quitó la máscara, desactivando la visión nocturna y abandonó la sala, aún vistiendo el uniforme de Nightwing. Normalmente, Dick habría supuesto que Bruce estaba patrullando Gotham como Batman pero, en vista del estado de la Batcueva y la ausencia de Alfred en ella, eso quedaba descartado.

Silenciosamente, bajó los escalones hasta el piso de abajo, llevando uno de sus bastones de escrima en la mano, listos para ser usados. Vio una luz proveniente del comedor, la puerta de la sala estaba entreabierta y salían sonidos del interior. Con un rápido y fluido movimiento entró en la sala, listo para atacar a cualquier amenaza que se hallara en el interior.

Se hizo el silencio. En la sala estaban Bruce, Alfred, Tim y Damian. Los tres primeros parecían atónitos ante la presencia de Dick y se pusieron lívidos. Damian, por su parte, permanecía impasible, su mirada de superioridad y poco impresionada perpetuamente presente en su rostro. Nightwing se relajó visiblemente en vista de la falta de peligro. Su sonrisa relajada y encantadora presente de nuevo en su cara.

-Me habíais dado un susto de muerte, ¿Qué hacéis que no estáis patrullando? ¿Dónde está Jay?- inquirió con los brazos en las caderas. Le extrañó ver que las expresiones de los presentes no cambiaban en absoluto.

-Padre, ¿Quién es este sujeto y qué hace vestido así?- preguntó Damian posando su mirada sobre el multimillonario. Dick enarcó una ceja, confuso, su sonrisa desapareciendo completamente de su rostro.

-... ¿Dick...?- La voz de Bruce no era más que un mero susurro, su voz se quebró un poco al final de la palabra. La expresión de Damian se tornó de mayúscula sorpresa, que fue rápidamente sustituida por un ceño fruncido dirigido hacia el recién llegado.

-El único e inimitable, ¿Alguien va a decirme qué está pasando aquí?- preguntó el de pelo negro- ¿Quién se ha muerto?- añadió, bromeando en un vano intento de relajar el ambiente.

-Tú- respondió Tim con expresión seria e incrédula. Dick se rio en voz baja.

-Venga, Timmy, ¿Desde cuándo haces bromas? Me has visto esta mañana- dijo el héroe dando un paso titubeante hacia adelante.

-¿Esta mañana?- inquirió Damian de brazos cruzados y ceño fruncido- ¿Grayson no lleva muerto 2 años?

-Ya es raro que Tim haga bromas, pero... ¿Que las hagas tú, little D? ¿Se acaba el mundo y no me he enterado?

-Maestro Dick, ¿Qué edad tiene?- preguntó Alfred, por fin siendo capaz de pronunciar palabra.

-¿Mi edad? 20, ¿Por qué? Chicos, me estáis empezando a preocupar... ¿Qué le pasa a la Batcueva? ¿Cómo que muerto? ¿Qué ha sido de Jay? ¿Dónde está? Tengo demasiadas preguntas y vuestros comentarios crípticos no están ayudando. Estoy demasiado cansado como para tratar de sacar conclusiones de lo que decís. ¿Podéis hacerme el favor de decirme qué está pasando aquí?

-Dick... Tal vez lo mejor es que te sientes...- dijo Bruce, recuperando por fin el habla. El millonario y filántropo se puso en pie y se dirigió a la puerta de la estancia- Tengo que hacer una llamada a Bludhaven, espera aquí- tras eso, salió de la habitación, dejando atrás a un muy confundido Nightwing.

-¿Qué se os ha perdido en Bludhaven? A parte de mí, ninguno de nuestros conocidos y amigos vive en la segunda ciudad más peligrosa por detrás de Gotham...- dijo el de ojos azul cielo mirando confundido a las tres personas restantes en la sala.

-¿En Bludhaven? Tú nunca has ido allí- respondió el hijo biológico del multimillonario de forma algo brusca- Es Jason el que se mudó hace 2 años- añadió Damian con el ceño fruncido.

-¿Tenéis todos un ataque de histeria colectiva?- inquirió Dick medio bromeando medio en serio. Toda esta situación le ponía los pelos de punta.

Hubo unos minutos de incómodo silencio. Damian mantenía la mirada fija en el suelo, parecía absorto en sus pensamientos. Tim, por su parte, tenía sus ojos perpetuamente pegados a los de su hermano mayor. El bueno de Alfred había salido de la sala y poco después, volvió sosteniendo un vaso de agua que Dick aceptó con asentimiento y una leve sonrisa que parecía despreocupada aunque se veía que estaba confundido y obviamente inquieto.

Al cabo de poco, el filántropo y multimillonario regresó a la sala con paso lento. La mirada azul de Nightwing se posó sobre el que consideraba un padre desde que fue adoptado con tan solo ocho años de edad.

-Jason está de camino- afirmó con simpleza tomando asiento en una silla cercana.

-¿Qué te ha dicho?- inquirió Tim con expresión intranquila.

-¿Conociéndole? Se habrá puesto a gritar improperios y a decirle a Bruce que deje de fastidiarle de ese modo- respondió Damián con un resoplido. Bruce asintió algo abatido demostrando así que su hijo biológico estaba en lo cierto.

-¿Puede alguien explicarme qué está pasando?- preguntó Dick, exasperado por la confusión constante. Todos sabían qué ocurría menos él y eso le ponía muy nervioso.

-Lo mejor será que esperemos a que esté Jason presente para que se te diga, Dick. No debe quedarle mucho para llegar- le dijo tranquilamente Bruce, tratando de sosegar al veinteañero con sus palabras y comportamiento. Nightwing respiró profundamente y asintió, perdiendo los nervios no conseguiría nada y lo sabía.

Exceso de... ¿Graysons?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora