Capítulo 19 (Renegade)

195 36 12
                                    

Lo cierto es que Renegade echaría muchísimo de menos a Slade. Por supuesto, añoraba todavía más al suyo pero, de algún modo, se había terminado por encariñar por este Deathstroke. Renegade recordaba cuánto odiaba las despedidas cada vez que tenía que encarar una. Se sintió todavía peor cuando pensó que, al contrario que él, que regresaría a su casa y tendría a su maestro esperándolo, Slade no tenía a otro aprendiz al que ver y volvería a estar solo.

Siendo consciente del probable rechazo que sufriría si hacía lo que tenía pensado, Renegade abrazó a este Slade. En vez de empujarlo lejos como habría esperado Dick, Deathstoke tan solo se tensó un poco, titubeó y terminó por devolverle el gesto al chico. Tras la despedida, Renegade y los demás emprendieron el camino hacia la Batcueva.

Mientras se alejaban, Renegade no pudo evitar echar un vistazo sobre su hombro, viendo al hombre con el que había estado trabajando observándoles marchar desde la distancia. Al poco rato, Deathstroke se fue en dirección a su propia guarida. Renegade sintió una leve punzada de dolor y volvió a mirar hacia adelante, tratando de ignorar el amargo sabor de boca que le había quedado tras la despedida.

Por su parte, cuando Slade regresó a su casa segura, desabrochó su cinturón y máscara y se los quitó. Vio un papelito blanco que estaba doblado sobre sí mismo que caía al suelo. Deathstroke dejó la máscara sobre una mesa cercana, recogió el trozo blanco y tiró el cinturón sobre la cama para después sentarse sobre esta con un suspiro. Abrió el papelito y vio que había escrito: "Ha sido un placer trabajar contigo aunque haya sido poco tiempo"

Slade no pudo evitar sonreír suavemente al ver el papel escrito. Se puso en pie, dirigiéndose a la cocina y pegó el trozo de papel a la nevera con un imán. Se sintió algo vulnerable por tener algo así de personal a la vista, no obstante, no lo quitó de allí.

Lo cierto es que se alegraba de tener algo allí que le recordara a los buenos momentos que había pasado con Dick. El breve pero conciso texto que Renegade le había dedicado le había emocionado bastante, habiéndole hecho sentir querido. Su trabajo y accidentada vida familiar le habían llevado a sentirse solo y a priorizar el ser mercenario sobre todas las cosas. Sin embargo, el tiempo con un acompañante le había hecho reflexionar sobre su vida emocional, cosa que llevaba mucho sin hacer.

Ya en la Batcueva, los Graysons tomaron asiento mientras Jason iba a informar a Bruce y los demás de lo que había ocurrido durante la patrulla. Una vez él hubo regresado, empezaron a pensar en cómo llevar a todas las personas de regreso a sus respectivos universos.

-Lo mejor será que recapitulemos lo que hacíamos antes de aparecer aquí- decidió Nightwing, tomando el control de la conversación- Sé que tanto Renegade como yo estábamos en Cadmus antes de terminar llegando aquí. ¿También te pasó lo mismo a ti?- preguntó él mirando a Talon, cuya historia no había sido mencionada. No obstante, él no respondió, mantuvo la mirada baja.

-Hey, si no nos dices nada, no podremos regresar a casa- le recordó con tono suave Renegade, que estaba sentado a su lado.

-Pues por eso- murmuró el trastornado hombre al que se dirigían.

-¿Qué quieres decir? ¿No quieres regresar a casa?- preguntó Nightwing con cuidado, acuclillándose entre sus otros yos alternativos- Ya sé que estabas con la corte pero, si creen que estás muerto, puedes empezar tu vida de nuevo, lejos de ellos.

-No lo entiendes- respondió el otro en un susurro- Si regreso, me encontrarán de inmediato. No puedo ni quiero volver- Los otros dos Dick Grayson abrieron la boca para responder cuando, sin previo aviso, se escuchó a otra voz hablar.

-Que se quede, entonces- todos los presentes giraron la cabeza para mirar a quien había intervenido. Esa persona no era otra que Bruce Wayne, que parecía haber llegado justo a tiempo para escuchar de qué se hablaba en ese preciso momento.

-¿Bruce? ¿Qué estás diciendo? Él no puede quedarse aquí de ninguna de las maneras- argumentó Jason.

-¿Por qué no?

-¿Que por qué? Pues porque es peligroso, ¿debo recordarte lo que ha estado haciendo mientras era libre?

-¿Debo recordarte lo asustado y arrepentido que está? Además, no dirá nada si cree que vamos a enviarle de nuevo con esa gente, cosa que no pienso permitir. Puede que ya no sea un héroe pero no estoy dispuesto a enviar a alguien a lo que será una tortura el resto de su vida.

Talon, por primera vez en mucho tiempo, levantó la mirada esperanzado, cosa que no habían visto en este Grayson. A Renegade le alivió ver, por una vez, una señal positiva por parte del de ojos dorados al que solo había visto asustado, deprimido y, sobre todo, traumatizado.

-¿De... De veras puedo...?- preguntó dicho sujeto con voz temblorosa, temiendo que todo esto no fuera más que una broma cruel o algo por el estilo.

Jason quiso negárselo, pero no se vio con el corazón de hacerlo, sabía cómo iban a repercutir sus palabras sobre Talon.

-Espera, Bruce, ¿cómo le explicaremos al mundo que una persona supuestamente muerta está viva de nuevo? Aunque sea otro Dick diferente, para el público es Dick Grayson que, de repente, sorpresa, sorpresa, está vivo. Sigues siendo una figura pública, no puedes simplemente presentarte por ahí con un chico que, en teoría, está muerto- argumentó Jason, haciendo aspavientos. Sin embargo, Red Hood era consciente de que Bruce había decidido que Talon se quedaría, quisiera él o no. No obstante, eso no le iba a impedir poner pegas al respecto y expresar su malestar.

-Nos enfrentaremos a ese problema cuando nos lo encontremos. Puede que ya no sea Batman pero eso no significa que no me queden un par de ases bajo la manga- replicó Bruce con una sonrisa de medio lado.

-Uh... Chicos, Talon no tiene por qué formar parte de la vida pública de Bruce. Si se mantiene alejado de las cámaras, no debería haber demasiado problema. De todos modos, un chico de cabello negro como él podría ser cualquiera. Además, aunque seamos todos la misma persona, nuestros rasgos con ligeramente diferentes, sumado a que Talon tiene los ojos de color amarillo, quien le vea de refilón como mucho pensará que se trata de alguien que guarda un parecido interesante con Dick Grayson- intervino Nightwing.

-Cierto- asintió Bruce, satisfecho. Jason apretó los puños, sabiendo que los argumentos de Nightwing eran perfectamente válidos y que, si antes las probabilidades de que el multimillonario cediera eran extremadamente bajas, ahora eran nulas- Bien, pues, Talon se quedará en nuestra dimensión sea o no algo complicado.

Exceso de... ¿Graysons?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora