Capítulo 18 (Nightwing)

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-No podemos llevar a un asesino y a dos mercenarios a la Batcueva. Y mucho menos si uno de ellos es Slade- le susurró Jason al otro héroe una vez estuvieron solos en la sala. No le gustaba la idea de tener a Deathstroke, un mundialmente conocido mercenario, cerca- Además, ¿de verdad planeas que ese asesino tan brutal como Talon esté tan cerca de Bruce y los demás?- inquirió Jason.

-Mírale- empezó el otro, haciendo una señal con la cabeza al miembro de la corte, que miraba alrededor con los ojos desorbitados por el terror, como si esperara que en cualquier momento se le tiraran encima para matarle. Renegade, mientras tanto, calmaba como podía al pobre, acariciándole la cabeza- ¿De veras crees que atacaría a alguien en ese estado?

-Podría estar actuando para pillarnos desprevenidos y terminar con aquellos que le han podido encontrar. Todo eso es muy sospechoso- argumentó Jason mirando al ex miembro de la corte que se derrumbaba en brazos de Renegade.

-Ni siquiera tú pareces convencido por tu propio argumento. Entiendo que receles pero no creo que el terror en sus ojos pueda ser actuado. Ese hombre está aterrado por la corte y, definitivamente, no está en condiciones de atacar. Además, ¿no ves cómo se aferra a mi otro yo? ¿Por qué iba a matar a aquel que le proporciona sustento?

-Mira, puedes tener razón con el asesino y comprendo que tengamos que llevarnos al otro porque no hay manera de separar a esos dos. Pero sigo sin estar de acuerdo con llevarnos a Slade. No pinta nada ahí. Entiendo que Bruce, Tim y Damian no son los de tu dimensión pero a mí me importa su bienestar y, ciertamente, con Slade tan cerca no están seguros- replicó Red Hood con contundencia.

-¿Estás insinuando que no me importan porque no son de mi dimensión? Porque si es así estás muy equivocado. Puede que no sean los que yo conozco pero no me perdonaría si les viera heridos gravemente o incluso muertos por mi culpa, ¿sabes?- replicó Nightwing, la tensión en el ambiente aumentando.

-Pues nadie lo diría. ¡Llevando a Slade les estás poniendo en riesgo innecesariamente!- respondió Jason con vehemencia, gesticulando con los brazos para enfatizar lo que decía.

-Tienes razón- suspiró Dick- De todos modos, creo que Slade ya sabe quien era Batman. Si hubiera querido matarle, cosa que dudo porque ya no es Batman, ya lo habría hecho. Mira, Jay, entiendo tu preocupación por ellos, yo también lo estaría de estar en tu lugar pero no estoy seguro de si a él le parecerá bien irse dejando a su compañero, aunque lo haya sido por poco tiempo.

-¿Y? ¡No me siento cómodo teniendo a ese hombre tan cerca de ellos! Si le llevas a la Batcueva olvídate de que te ayude- dijo con contundencia Red Hood, cruzando los brazos sobre el pecho.

-Jason, estás siendo cabezota. La mejor manera de que termine esta situación es teniendo a tantas cabezas pensando como podamos- trató de razonar Dick.

-Dick, no pienso moverme de mi posición. O te ayuda Slade o te ayudo yo pero si eliges a Slade ya podéis iros a su base de operaciones porque no hay manera de que le deje entrar en la batcueva- Nightwing sabía que el otro héroe no iba a ceder y suspiró.

-Bien, le diré a Slade que no puede venir con nosotros- dijo Dick suspirando y pasándose la mano por el pelo- Solo espero que el Grayson que está con él se lo tome bien- añadió en un murmuro saliendo del lugar para encontrarse con el resto.

-Vale, ¿listos para irnos?- preguntó Renegade con Talon, un poco más calmado ya, a su lado.

-Sí... Respecto a eso...- empezó Nightwing justo para ser interrumpido por Jason.

-Slade no viene con nosotros- dijo el de casco rojo secamente.

Deathstroke dio un paso adelante, dispuesto a confrontar a Jason pero Renegade intervino antes de que Slade tuviera tiempo de hacerlo.

-Me parece justo- el tuerto pausó, confundido por el parecer del otro mercenario- Entiendo que la Batcueva es un lugar privado y que Red Hood quiere que solo haya las personas indispensables. Los Graysons, yo incluído, somos necesarios y Jason es el que nos garantiza el acceso al lugar- argumentó Renegade con calma.

-Pero cuantas más personas estén pensando en cómo devolveros a casa mejor, tardaremos menos- respondió Slade con seriedad.

-Slade. Eres Deathstroke un mercenario que lleva a cabo misiones que son de todo menos legales. Creo que el hecho de que los héroes no estén luchando contra ti en este momento es un milagro- respondió secamente. Sin embargo, segundos después, su rostro se suavizó, añadiendo con tono tranquilizador- Estaré bien.

Slade apretó los puños a su lado para después suspirar y aflojarlos. Puso una mano sobre el hombro del chico con el que había estado trabajando codo con codo.

-No dudo de ello- pausó un segundo titubeando entre si iba o no a pronunciar sus palabras. Duda que duró mucho tiempo cuando por fin decidió que sería buena idea dado que, probablemente, iba a ser la última vez que se verían- Cuídate, chico- saltaba a la vista que el mercenario se había encariñado con el chico pese a que no hacía tanto que trabajaban juntos lo que divirtió notablemente a Nightwing.

-Descuida, Slade, no planeo morir pronto, mi fallecimiento supondría una pérdida increíble para la humanidad- respondió jocosamente, sintiendo la necesidad de aligerar el ambiente. Por lo poco que Nightwing conocía a Renegade, podía ver que su yo de otra dimensión no era muy bueno con las emociones o que odiaba las despedidas y los sentimientos que estas acarreaban. Cosa que, más o menos, significaba lo mismo. Pese a echar en falta al Slade de su propia dimensión, Renegade también añoraría al Deathstroke que había conocido aquí. Lo que saltaba a la vista también era que Slade sentía lo mismo, echaría de menos a este Grayson. A Nightwing esto le pareció muy enternecedor, poca gente podía llegar a conseguir que el mercenario desarrollara sentimientos paternales o protectores hacia alguien pero Renegade, de todas las personas, lo había conseguido.

Exceso de... ¿Graysons?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora