Capítulo 1

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— Wayne, detente, me haré pis encima

— ¿Tengo que recordarte que tú fuiste la que inició con todo este rollo?

Se me escapa un bufido al ver que Wayne no se detiene, es que será imbécil, hemos estado acostados toda la mañana y la manera más divertida en la que se me ocurrió despertarlo fue con unas suaves cosquillas, recibí un manotazo cuando por fin se pudo despertar, pensé que sería lo único, pero él se puso encima de mí y empezó a hacerme cosquillas, la risa me ha dejado sin aire y sin fuerzas para seguir defendiéndome, Wayne por fin se ha dado cuenta de que me he rendido y se posa a un lado mío, estira sus brazos y me abraza de una manera confortante, haciendo que los dos volvamos a quedar profundamente dormidos.

Un fuerte pitido me despierta, y cuando reviso mi teléfono me doy cuenta de que se me ha hecho demasiado tarde, son casi las 10:30 am, lo cual me indica que mi profundo sueño me ha hecho perder la primera alarma, tengo que estar en una hora en el les plaisirs al centro de la ciudad, ¡Dios, eso está muy lejos del departamento!

Muevo ligeramente a Wayne que sigue rodeando mi cintura de una manera fuerte, pero él no responde, por más que trato de liberarme me es imposible, decido hablarle un poco al oído, pero tampoco responde, así que decido gritarle.

— WAYNE

— VIOLET

— Me sueltas, porfi...

Me ignora de una manera estúpida y se aferra aún más a mí...

— Wayne...

— Huuuuum...

— Vamos, que llego tarde...

— ¿Tarde?

— Sí, vamos, llegaré tarde a mi entrevista, necesito ese dinero, vamos suéltame

— Pff

Suelta un bufido, me mira con cara de mala muerte y al fin me suelta, empujando mi cuerpo hacia la orilla de la cama, me levanto tan rápido que me mareo por unos cuantos segundos, me cuesta concentrarme un poco, hasta que me decido de seguir, me pongo la bata que está a un lado de mí, me meto a la ducha de manera perezosa para evitar otro mareo, salgó y me miro al espejo para colocarme un poco de polvo y...

— No... no, no, no, no, no... WAYNE

Me miro nuevamente, puede que sea un efecto del sueño y del mareo que aún me cargo, pero no, traigo un enorme chupete en el cuello, trato de arreglarlo con un poco de maquillaje, pero no funciona, su color magenta sigue sobresaliendo, trato de ponerme la blusa que había elegido la noche anterior, pero es lo suficientemente abierta para que lo cubra. Así que abro el closet de par en par y saco el primer cuello de tortuga que encuentro, saco un enorme tapado de plaid y me lo pongo encima, tan pronto salgo de la habitación, una oleada de calor me recibe, me asusto por las temperaturas del día de hoy, así que reviso en mi teléfono y parece que no estarán tan drásticas, pero al menos no me libraré de parecer una papa al vapor. Reviso el reloj de Diana Cazadora que está en la repisa más alta de la estantería y me doy cuenta de qué...

— Oh, no, no, no, no, no...

Saco mi bolso de la habitación y empiezo a buscar desesperadamente las llaves del coche de Wayne, pero no las encuentro por ningún lado.

El resto se dibujara solo"OBRAS INMORTALES"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora