Capítulo 3

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— No te vayas... Violett

Seguí empacando mis cosas, me dolió ver a Stephan con Wayne, me dolió su traición, me dolió que nunca les importo la confianza que yo les di, sí a ella no le importo siquiera una de todas las risas y latidos que di por ella, él valoraría nada de todo lo que le ofrecí, aunque todo eso fuese mi yo en cuerpo y alma. Y aunque el dolor y la decepción me está rompiendo muy lentamente, no puedo seguir respirando este aire lleno de mierda, que me asfixia a cada momento, que me ha quitado la que pudo haber sido la mejor etapa de mi vida, no pienso darle la razón a Wayne, pero sé que una vez que salga de este maldito lugar no tendré a donde ir, estaré sola y sin nada de lo que apoyarme, me iré como llegué, pues es verdad, no tengo nada. Únicamente un corazón lleno de sueños y esperanzas rotas, un corazón frágil y con miedo a volver a salir, a que lo tomen de nuevo y lo arrojen desde el precipicio más alto. Estoy a punto de sellar la última caja cuando Wayne aferra mi brazo con mucha fuerza, lo que provoca que la cinta adhesiva salga rodando hasta la esquina de la sala, mirándola por interminables minutos, mis latidos empezaron a ser desenfrenados, sobre mis ojos se inició a notar un ligero escozor y las lágrimas comenzaron a dejar un camino de dolor y amargura por mis mejillas, sentía su mirada sucia sobre mi frágil cuerpo, una sola mirada suya puede cambiar todo lo que siento en este momento pero no tengo el valor de verle la cara, y simplemente trato de zafarme, pero él no cede, nunca cede y simplemente exploto...

— LO TIENES TODO, ¿QUÉ MÁS QUIERES? — Grito, desgarrándome la garganta y con un movimiento brusco trato de zafar mi brazo de su fuerte agarre.

Su voz, su voz por un momento sonó convincente, pero lo conocía muy bien, tan bien como para saber que esa era su táctica para hacerme caer de nuevo.

— NO, NO LO TENGO TODO... No te tengo a tí... — Se llevo las manos a las sienes y comenzó a masajearlas de manera desenfrenada, su exaspero hizo que ellas se dirigieran hasta su cabello y tiraran de el con fuerza.

Y yo no pude hablar más, un profundo silencio se instaló en la sala, entonces me di cuenta de que tomó mis sueños, mis metas y mis esperanzas... Mi vida y las aplastó entre sus dedos, mientras moldeaba una nueva Violet, como si hubiese sido un montón de arcilla fresca que a través de palabras a las que él llamaba "lenguaje de amor" estuviese atizando un jarrón, perfecto para él, erróneo para la propia Violet, moldeando una Violett que tuviera miedo de todo, una Violett que no pudiese seguir adelante sola, pero se olvidó de que yo no le permití llegar hasta el fondo de mí alma, el lugar donde los recuerdos y los momentos llenos de felicidad descansan atestados, el lugar donde mis sueños y esperanzas nacieron, donde una pequeña parte de mi descansa, dormida, esperando a que toda parte de ella, hasta la más pequeña regresé y formen una gran revolución dentro; tenía lo mejor de mí y lo dejo ír a la mierda... 

Y con el dolor atascado en la superficie de mi alma la sellé la última caja. Abrí la puerta y baje las escaleras, cada paso que daba me sentía más fuera de mí, como si no fuera dueña de mi, de mi vida, de este jodido universo. Él portero me ayudo a bajar todas mis cosas al vestíbulo y subí de nuevo al departamento, mi mente me decía que era para revisar que no olvidará nada, aunque estaba segura que mayor parte de lo que suponía to llevaba había salido de los bolsillos de Wayne. Pero mi corazón quería ver a la persona que había amado por años... 

Nuestras miradas se unieron por minutos interminables, no quería ser la primera en romper el contacto visual, pero tampoco quería ser la primera en llorar, hasta que ya no pudo más, se dio la vuelta y empezó a sobar sus sienes con una desesperación horrible. Tomé mi bolso y abrí la puerta, me di la vuelta y observé por última vez aquel reloj de Diana cazadora y dije

El resto se dibujara solo"OBRAS INMORTALES"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora