Capítulo 10

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Me condujo hasta una habitación de enormes paredes blancas y pisos de impoluto mármol brillante, que se extendía desde el inicio hasta el fondo, cuadros incompletos estaban regados por todo el suelo, baúles enormes manchadas de vivos colores, Y bajo enormes mantas se ocultaba un rostro que ahora hacía sangrar.

¿Que carajos acabas de decir?

- Nada -Lleve mi mano sobre mi boca de manera abrupta al darme cuenta de que estaba pelando con mi conciencia de nuevo. En voz alta.

Por.

Dios.

- ¿Violet? - Preguntó Dalton mirándome con burla y extrañez.

- ¿Hum?... - Comencé a caminar, para evitar su mirada, además de aprovechar la maravillosa ocasión para mirar sus mano, dirigiendo mi mirada hacía todos lados, y dejando que mis delicados dedos viajaran hacia lugares desconocidos, cuando estaba a punto de estamparme contra la pared, me tumbé sobre una hermosa tumbona rosa, que rompía con el minimalismo del lugar, haciéndola una pieza única y deslumbrante, deje que mi mirada conociera hasta los lugares más recónditos, cuando ella se topo con la de Dalton que me miraba con enfado.

- Levántate... - Me ordenó de manera abrupta, dando una aspecto frío y cruel a su voz. Pero yo jamás hago caso a las órdenes... Y mucho menos a la de hombres que se consideran superiores a mí.

- No... - Desafíe, dejando que en mi voz se notara un toque de burla. Pero no se lo tomó así.

- Te he dicho que te levantes, ¿Acaso estas sorda?

- No, no lo estoy. Pero parece que tú sí.

- No pienso discutir con una...

- ¿Con una qué? - Reté. Para ser sinceros damas y caballeros, no pasaré ni una sola noche en mi primer trabajo.

Cuando vi que sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas, me retracte de mis berrinches y me levante de manera rápida.

¿No solo te basto con dejarnos sin un techo estúpida Violet?

Yo no le hice nada

Sí, y yo le escondí las chanclas a Moisés

- No era mi intención, lo siento...

- Veté... - Me espetó con dureza mientras avanzaba hasta la tumbona.

Rodeé la pequeña mesa que estaba la centro de la habitación, y salí de ella con la cabizbaja, giré solo para ver que la puerta permanecía ahora cerrada, escuche frascos estallar y cosas volar de un lado a otro, retrocedí asustada hasta que un pequeño mueble me detuvo, escuche unos pasos que corrían escaleras arriba, hasta que di con Jane, que me miraba llena de horror.

- ¿Qué has hecho? - Me pregunto llena de desesperación.

- Yo... No, no... No lo sé, me senté en una tumbona rosa y se enfado -Dije, anidando desconfianza en cada una de mis palabras.

- Oh no... Violet. No - Empezó a caminar de un lado a otro, hasta que tomó mi rostro entre sus manos y me miró fijamente.

- Por favor no te vallas, baja al jardín, sí necesitas algo pídeselo a los del servició, por nada entres... - Me dijo de manera apresurada empujando mi cuerpo hacía las escaleras.

El resto se dibujara solo"OBRAS INMORTALES"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora