Escuche la puerta abrirse y me oculté detrás de una enorme columna, vi a Jane salir muy deprisa, con la cara demasiado roja, nadie tomó en cuenta el escándalo con el que salió de la casa, así que vi la oportunidad perfecta para entrar por mi abrigo y huír de una vez por todas, entre de puntitas, fuí hasta el sofá donde lo había dejado, miré confundida el sofá vacío.
Santo.
Dios.
Busque debajo de él, miré por todos lados y no había ni rastro de él hasta que una voz masculina me puso la piel de gallina y demasiado nerviosa.
— ¿Buscas esto? — Preguntó mientras movía mi abrigo de un lado a otro.
— Eh... Pues... — No sabía que hacer, me ponía muy nerviosa
— Solo dilo, y te dejaré ír... —
— No eres nadie para decidir sobre mí... —
— ¿Estas segura? —
— Tan segura, como un mono... — Espera, ¿Eso acaba de salir de mi boca? Soltó una carcajada sonora e hizo que soltara el abrigo y este cayera al suelo, me abalance sobre él y cuando iba de salida vi a Stephan entrar por la enorme puerta lacada, mi espasmo fué notorio, él se dio cuenta de mi incomodidad y vió el terror en mis ojos.
A rastras me escondí detrás de isla de la cocina y ella entró a la casa.
— Te estuve llamando toda la jodida noche, ¿Se puede saber por que él estimado no responde el jodido teléfono? — Su tono de voz era muy chillona, era como sí un cuchillo de palo estuviera tratando de cortar tus oídos
— No tuve tiempo de responder, ¿Qué quieres? — Su tono de voz era frío y duro, nada comparado al que había usado conmigo
— Necesito dinero... —
— Deposite una fuerte cantidad a tú cuenta bancaria la semana pasado Stephan —
— Lo sé... Pero Wayne insiste que eso no nos durará ni una semana. — Escuchar su nombre saliendo de su boca hizo que cayera de bruces al suelo y este hizo que un banco se moviera. Me puse rígida al instante y trate de calmarme
— ¿Qué fue eso Dalton? —
— Nada, y sí Wayne quiere más dinero que vaya a la esquina del Boulevard, pagarían muy bien por su cuerpo — Su voz tenía un toque de burla, pero supe que su cara no emana ni un solo gesto de gracia
— Oye, es tu casi cuñado y merece respeto —
— ¿Respeto? Tú mereces respeto, no sabes a cuantas chicas se esta follando mientras estás conmigo... —
— No tienes ningún derecho para hablar así de él...—
— Ni tú para venir a mi casa cada vez que tú estúpido novio necesita dinero... —
— ¡Eres mi hermano!
— No tú cajero, ahora vete... —
— ¿Me estas corriendo? —
— ¿Estás sorda? —
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El resto se dibujara solo"OBRAS INMORTALES"
RomanceLas personas se encuentran cambiando constantemente, pero, ¿Por qué lastiman en el proceso? Esa pregunta podría ser fácil y sencilla de responder, dejan de sentirse seguros y cómodos contigo, pero regresamos a la pregunta raíz, ¿Por qué lastiman en...