Bésame

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Eran las 6 de la mañana cuando Momo, Chaeyoung y Jeongyeon regresaban a casa, pensaron lo peor cuando no vieron a Nayeon en su habitación pero habían ignorado por completo la sala, ahí cómo sospecharon Nay se había quedado dormida esperándolas.

— Yo la llevo a su habitación, ustedes vayan a descansar-dijo Jeongyeon cargando a la coreana hacia su cuarto.

En el camino por el movimiento Nayeon despertó iba a gritar pero se detuvo al ver a Jeongyeon y que ella la llevaba en sus brazos, no dijo nada solo se dejó cargar y se hizo la dormida hasta llegar a la habitación, ya estando en su cama hizo como si despertara.

Pov Nayeon

— ¿Jeong?-pregunte inocentemente.

— Nay despertaste, perdón por moverte del sofá, supuse que estarías mucho más cómoda en tu cama.

— ¿Van llegando?-

— Así es, las cosas se complicaron un poco pero estamos bien.

— ¡Dios! Jeong... estas sangrando - dije preocupada.

— ¿Ah?, no es nada- dijo Jeongyeon sin importarle su herida

No me iba a quedar acostada sin hacer nada, no iba dejar que siguiera sangrando y que su herida no sea tratada así que me levanté como pude y corrí directo al baño, de regreso ya con las cosas en mano me senté a un lado de Jeongyeon para ayudarla.

— No te muevas- le ordene.

— ¡Auch!, ¡duele!- se quejó Jeongyeon apartando el rostro del algodón con alcohol que yo tenía en las manos.

— Te dije que no te movieras, ahora así quédate- tome con su otra mano su rostro haciendo que girará y me viera , nuestras miradas conectaron por unos segundos yo seguí curando la herida.

Rápidamente note el repentino cambio de dirección de los ojos de Jeong a mis labios, lo que me puso nerviosa y torpe a la hora de colocar la bandita de osos que tenía entre las cosas, que jeongyeon me mirara de esa forma solo significaba una cosa...

Jeongyeon también me deseaba...

Con un poco de torpeza terminé de colocar la bandita y con toda la valentía del mundo me atreví a tomar con mis dos manos el rostro de Jeongyeon, haciendo que quedáramos a centímetros de distancia, Jeong estaba sorprendida y comenzó a entrar en pánico, pero el sentimiento le duró poco pues ella también comenzó a acercarse llegando al punto en que nuestros alientos chocaban y cada una podía escuchar la respiración de la otra.

— ¿Nayeon?- trató de hablar Jeongyeon pero interrumpí sus palabras.

— Shhh, no digas nada yeonnie...no se que me has hecho pero cada vez que estoy cerca de ti me pongo muy nerviosa y mi corazón comienza a latir de forma acelerada- tome la mano de Jeongyeon y la coloque en mi pecho- me hace muy feliz escuchar tu risa y ver la felicidad en tu rostro, no se que me está pasando pero creo que tengo sentimientos por ti... al igual que cada vez que estoy contigo tengo esta sensación de no poder detenerme eh inclinarme hasta poder besarte..

— Bésame- ordeno Jeongyeon repentinamente desconcertándome.
— Bésame Nayeon, bésame y no te detengas- esas palabras fueron suficientes para que cerrara el poco espacio entre nosotras con un beso, que rápidamente subió de intensidad, abracé el cuello de Jeong y me coloque encima de ella sentándome en su regazo, mientras que ella con un poco de nervios puso sus manos en mi cintura y comenzó a acariciarla, mi corazón late y la falta de aire comienza a hacerse presente pero es tan adictivo que no puedo separarme, sus labios son tan lindos y sabe tan bien, lentamente nos vamos separando, ya un poco recuperada de lo que pasó puedo verla, ella esta al igual que yo sonrojada, puedo ver sus labios inchados y escuchó su respiración aún acelerada, coloco mi cara entre su cuello y ella me abraza.

— ¿Qué me hiciste Nayeon?, desde el primer momento en que te vi no pude sacarte de mi mente, eres tan adictiva eh irritante que no puedo parar de pensar en ti.

— ¡Oye!- me queje empujándola.

—Estoy encantada de que ambas nos correspóndanos pero ¿qué pasará después?, tú no eres de este tiempo Nayeon, se supone que esto está mal y...

— ¡Hey!, no pienses en eso, por ahora estoy aquí, estoy contigo, no tenemos que pensar en eso.

— Pero tarde o temprano vamos a tener que hacerlo- dijo Jeongyeon acariciando mi cabello.

— Lo se, pero lo que importa es que sigo aquí y que no me voy en un largo tiempo- dije tratando de tranquilizarla.

— Bueno, entonces tendré que aprovechar cada segundo para estar contigo- me abrazo aún con más fuerza- ¿entonces puedo volver a besarte?- preguntó nerviosa.

— Hmmm- hice como si lo pensara- Si puedes.

No tardó en acercarse a mi y besarme de nuevo, ( creo que podría acostumbrarme a esto ).

Al fin después de mucho tiempo, pude decirle a Jeongyeon mis sentimientos por ella...

STAY (2yeon) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora