Asfixiante. De tal forma se sentía Yoongi, como si una pesada cadena rodeara su cuello con la única intención de ahogarlo. No encontraba la forma de liberarse de dicha presión y solamente podía observar en silencio a su novio, el bonito rubio de tentadores labios esponjosos que bebía directamente de una botella de vino mientras murmuraba molesto.
En algún momento dijo algo, a lo que Jimin reaccionó dejando la botella sobre una mesita para señalar la puerta.
—Largate entonces, me importa un carajo lo que quieras.
—¿Lo que quiero dices? —una risa cargada de cansancio escapó de los labios de Yoongi, llevando su cabello hacia atrás antes de volver hacia el otro— Te quiero a ti, Jimin, lo único que quiero es que estés conmigo tanto como yo lo estoy contigo.
—Nunca te pedí que lo hicieras.
—Te estoy dando todo de mí, solo esperaba que me dieras mi lugar como tu pareja.
—¡Yo soy el que lo da todo, Yoongi! —con el entrecejo fruncido Jimin alzó la voz— He sacrificado tanto para estar aquí, te di un espacio para entrar a mi vida, deberías estar agradecido de poder compartir el mismo espacio que yo. Yo soy el que debe cargar con tus inseguridades, ¿cómo puedes de tan egoísta?
Jimin se veía tan dolido como si una daga atravesara su pecho, como si las mismas llamas del infierno tocaran su cuerpo. De pronto, un sollozo lo acompañó y Yoongi se alarmó.
—Solo piensas en cómo te sientes pero no en mí. Creí que el hombre del que me enamoré estaría para mí, sin embargo, solo me abofetea con los errores que cualquier humano podría cometer. ¿No se trata el amor de la felicidad del otro?
Yoongi se acercó de inmediato y le sostuvo del rostro con mucho cuidado, quitando lágrimas con sus dedos pulgares. —Soy inmensamente feliz, Jimin, con tan solo verte lo soy, solo creí que merecía-
—Si tú lo sabes y yo lo sé, es suficiente. ¡Pero para ti nada es suficiente! Eres un ambicioso que solo quiere más y más de otros.
—Jimin, no es así...
Jimin torpemente puso su dedo índice sobre los labios de Yoongi, empujándolo sin mucho cuidado, y tomó nuevamente la botella de vino para dar un largo trago.
—No quiero verte ahora.
Yoongi no dijo ni una sola palabra más, simplemente se quedó en el medio de la sala con mil y un disculpas en la boca para ser dichas con tanta pasión que hasta el más rencoroso caería en la empatía, pero Park Jimin no, por lo que tomó la chaqueta que tenía sobre uno de los sofás para salir cuanto antes de su propia casa. Jimin lo vio marcharse de reojo, y con una mueca inconforme le dio un trago más a la botella antes de escuchar el portazo; bufó exhausto, él no tenía que estar soportando las escenas de su pareja.
Ya dentro del auto Yoongi se tomaba unos minutos para asimilar lo que había pasado. Peleas, gritos, lágrimas y rencor; algo que no estaba previsto en su relación que lucía tan estable como una barra de hierro. Apretaba entre sus dedos el volante con su frente pegada al mismo, respirando una y otra vez hasta recordar cómo hacerlo correctamente.
—Está bien, son cosas por las que las parejas deben pasar... —se dijo en un susurro— Errar es de humanos… Jiminie te ama como a nadie en este mundo así como tú lo haces… Sí, es así.
De un momento a otro su celular comenzó a vibrar dentro de su bolsillo, así que Yoongi lo sacó con la esperanza de que se tratara de su novio que le pedía volver para solucionarlo, sin embargo, se trataba de una llamada entrante de Namjoon. Aclaró su garganta y de forma intuitiva sonrió al contestar.
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YOUNIVERSE. ➸yoonmin
Fanfiction❝ La noche del primero de septiembre Park Jimin regresaría de su agitador trabajo, saludando comúnmente a su vecino del frente, alimentando a su cachorro para irse a dormir, tapándose con su sábana favorita y pedir que el siguiente día fuera mejor...