Capítulo 13: Solo una oportunidad

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En algún punto de la adolescencia se cuestiona profundamente la identidad. ¿Quién soy? ¿Qué hago? ¿Cómo lo hago? Preguntas nocturnas que taladran la mente de tal persona hasta frustrarla. Muchos no llegan a encontrar una identidad hasta que se vuelven adultos o ancianos, otros se pierden en los moldes que los demás crean.

Conocerse así mismo es un interminable camino, Jimin podía confirmarlo ya que él podía verse al espejo y ahí estaría su rostro con alguna que otra imperfección, ver sus manos y encontrar algunas uñas más pequeñas que otras, también sabía que al escuchar su canción favorita olvidaría todo por un momento. Estaba seguro, o eso creía, de quién era antes de pasar los últimos tres meses en otra dimensión.

La cabeza le dolía y apenas podía abrir sus ojos, probablemente era debido al llanto de la madrugada, incluso su garganta se sentía seca como si tuviera alguna gripe. Estaba por rendirse y caer nuevamente en los brazos de Morfeo cuando sintió una mano acariciar su cabello con delicadeza, como si se tratara de una pieza sumamente frágil.
Abrió sus ojos, lentamente tratando de enfocar su visión en la persona que le hablaba.

—¿Buenos días?

—Buenas tardes, Jiminie. —le respondió Yoongi con suavidad.

—Es lo mismo.

Yoongi rió. —Traje una pastilla para el dolor de cabeza, también una comida ligera que creo que te gustará. ¿Quieres que lo deje aquí o te acompaño?

Jimin tardó unos segundos en procesar las palabras del contrario mientras restregaba su rostro en la almohada.

—Acompáñame. —dijo finalmente, con su voz ronca.

Yoongi sonrió y esperó a que Jimin se acomodara para poder colocar la bandeja, le extendió la pastilla junto a un vaso de jugo natural y después observó la manera en la que el rubio comenzaba a comer lentamente, con la mirada perdida en la pared de cristal.

—¿Cómo te sientes ahora? —le preguntó.

—Como si tuviera un enjambre de abejas furiosas en la cabeza —Jimin respondió después de un bocado—. Esto está delicioso.

—¿Sí te gustó? Yo lo cociné con lo que encontré en la cocina, la señora Yeo no pudo venir este día.

Jimin se sorprendió ante lo dicho por Yoongi.

—¡Ah! Es verdad, cocinas espectacular. —dijo mostrando una sonrisa, y apreció el brillo que los ojos del hombre demostraban al sentirse halagado por su comida.

Sin duda Min Yoongi lucía como un niño pequeño siendo recompensado con un caramelo, su gran sonrisa mostrando sus blancos pequeños dientes y sus rosadas encías haciéndolo ver lindo.

—Está increíble, Yoongi. —volvió a decir, esta vez casi como un susurro.

Increíble que ahora fuera Jimin quien se quedara por largos segundos apreciando de más esos detalles.

—Solo es algo que debería saber, aunque sea lo más sencillo como un plato de fideos con pollo. ¿Quieres que te traiga algo más? Pídeme lo que quieras.

—Estoy bien así, gracias por tu atención —dijo Jimin saboreando uno de los panqueques que tenían una linda forma de osito, hasta que recordó un pequeño detalle—. ¿No tendrías que estar en la oficina? Si estabas preocupado por mí no tienes porqué, estoy bien y puedo manejarme solo.

Yoongi alejó la bandeja que reposaba en los muslos de Jimin lejos de él, ya que no le permitía acercarse adecuadamente al rubio, sus rodillas chocaron levemente y la mirada indescifrable que siempre le dirigía estaba ahí de nuevo, en sus labios apareciendo una mueca que fue reemplazada fácilmente por una sonrisa ligera.

YOUNIVERSE. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora