Naruto tomó la decisión de marcharse de Konoha a la edad de trece años con su maestro Jiraiya para convertirse en el ninja más fuerte y traer a Sasuke de regreso a la aldea, incluso si en el proceso tenía que alejarse de la gente con la que llegó a entablar una amistad. El Alfa de largo cabello blanco había sido claro con sus palabras; el entrenamiento sería duro, sin importar su condición como Omega. Debía dominar a la bestia que permanecía en su interior, aunque le costara conseguirlo. Uzumaki no dudó en asumir el reto; viajó con el hombre a cada país dentro de las Cinco Grandes Naciones y enfrentó varios obstáculos, entre ellos, los daños que causó Kurama al apoderarse de su cuerpo.
Cuando el rubio cumplió los dieciséis, Jiraiya había terminado su trabajo; le enseñó lo que sabía acerca de técnicas y control de chakra, así que era el tiempo de regresar a su hogar. Posteriormente, Naruto se reincorporó a su antiguo grupo para llevar a cabo la misión de encontrar a Sasuke. Con un nuevo integrante ocupando el lugar del moreno, el trío de ninjas junto a Kakashi se dirigieron hacia una de las guaridas de Orochimaru en el País de la Hierba. Allí presenciaron el radical cambio del último Uchiha, quien atacó a todo el equipo, centrándose en la presencia del Omega.
Naruto nunca se imaginó que su antiguo rival sería capaz de empuñar la espada contra él. La mirada furiosa de Uchiha lo desconcertaba sobremanera; emanaba un odio hacia todos que le resultaba incomprensible que aquel chico serio se hubiera convertido en un Alfa, acusado de traicionar a su propia aldea. Sasuke estaba cegado por el deseo de cobrar venganza; no sentía remordimientos de ensañarse con sus compañeros de la academia. Solo quería acabar con la vida de su hermano y restablecer su extinto clan, a pesar de que varios países ofrecían recompensas exorbitantes por su cabeza, y, por otro lado, suplicaban por su retorno.
—¡Qué patético! —susurró el Alfa con desdén, apuntando su afilada espada directamente en el cuello de Naruto—. Así que eres un estúpido Omega.
—¡Regresa a Konoha, Sasuke! —imploró el rubio, ignorando el comentario mordaz del moreno—. ¡Todos te estamos esperando!
El Alfa frunció el ceño ante lo que escuchó. No tenía intenciones de volver al lugar que fue testigo de la matanza del Clan Uchiha. Luego, miró a Naruto sin vacilar y empujó el filo de la espada en la glándula de olor, causando un corte; la sangre escurría profusamente por el cuello del Omega, mientras que Sasuke aprovechó el caos para arrinconar al cuerpo contrario y lamer así la herida.
—No interfieras en mi camino, Naruto —advirtió Sasuke con un tono de voz intimidante, observando cómo sanaba la reciente lesión gracias a Kurama—. Esto solo fue una muestra de lo que puedo hacerte.
Naruto no pudo defenderse; Sasuke había acaparado sus pensamientos como de costumbre, y su reacción fue tardía. Las manos cálidas de Sakura lo socorrieron cuando el Alfa se alejó con una bomba de humo, sin mediar, solo haciéndoles saber que la próxima vez no iba a contenerse.
Los días siguientes fueron complicados para Naruto debido al informe de misión que Kakashi le entregó a la Quinta Hokage. Al resultar herido, Tsunade no quería organizar nuevos grupos de ninjas, aunque Uzumaki intentó convencerla de que sería diferente con algunas adiciones. El Omega se sentía frustrado, se encerró en su pequeño departamento y estuvo allí pensando en lo sucedido. Sin embargo, se percató de una peculiaridad que no notó antes: el olor de su habitación cambió, una mezcla de su perfume con el aroma natural de Sasuke. Esto indicaba que el Alfa había ingresado a su espacio personal por un motivo que desconocía.
—Si el olor de Sasuke está impregnado en cada rincón, es porque estuvo aquí —aseguró Naruto, dejándose guiar por el perfume a bosque del Alfa—. ¿En qué momento pudo entrar sin que yo lo viera?
El Omega intentó en varias ocasiones quedarse despierto para dar con Sasuke, pero era imposible. Al parecer, el Alfa optaba por entrar a su habitación cuando se descuidaba, perfumando cada recoveco con el propósito de dejar su marca. Un día, Naruto encontró entre sus pertenencias la camisa blanca con el distintivo logo del Clan Uchiha. Era evidente que el misterioso ninja buscaba incitarlo de alguna manera. Tomó la prenda con cuidado y la olió, sintiéndose cómodo con el aroma que desprendía. Incluso su animal interior aullaba a gusto, interpretando las señales como un cortejo.
—He cambiado de parecer, Naruto —expresó Sasuke entre las sombras, sorprendiendo al rubio que salía de la ducha—. Eres un Omega; solo tú podrías llevar a mis cachorros en tu vientre.
Naruto cubrió parte de su desnudez con las manos, mientras Sasuke lo devoraba con sus ojos de color rojo que brillaban por su técnica ocular.
—¿Qué estás tramando? —cuestionó el Omega, acercándose con pasos firmes a Uchiha—. Intentas matarme, después entras a mi casa dejando tu ropa para que el aroma que emanas se impregne en mí, y ahora quieres que te dé hijos. De verdad, no te entiendo, Sasuke.
—Cuando probé tu sangre, supe que eras para mí —confesó el más alto, acariciando con la yema de los dedos el labio inferior del Omega—. Por eso evitaba verte, porque tú siempre has sido mi debilidad.
Naruto tembló ante el tacto suave de Sasuke; su lado racional le decía que no debía ceder, pero esa parte impulsiva que lo ha caracterizado desde pequeño deseaba corresponderle. Entonces, permitió que el Alfa tomara la iniciativa y besó sus labios con la misma desesperación que había dejado entrever con sus acciones anteriores.
—Necesito reflexionar sobre todo lo que dijiste —susurró para sí el rubio, sintiendo la calidez del cuerpo del Alfa.
—Tienes tiempo para evaluar lo que quieres hacer —murmuró el moreno una vez se separó de Naruto—. Es imposible que regrese a Konoha cuando soy consciente de que todos me ven como un criminal. Además, esto podría traer consecuencias, por eso respetaré lo que decidas.
Naruto no dijo nada; había tanto por decir que el simple hecho de ordenar sus ideas resultaba confuso. Sasuke le dio espacio para pensar, tocó su rostro con un ligero roce y desapareció del departamento, esperando que la decisión fuera positiva.
Notas de la autora:
Este one-shot tiene continuación con la temática del día de mañana que es: Collar de protección.
Gracias por leer.
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Alfa y Omega
FanfictionSerie de drabbles y one-shots con la pareja SasuNaru, que serán publicados durante los 31 días del mes de diciembre con la temática de Omegaverse. ✯Reto organizado por la página de Facebook: @Es de fanfics