La mascara.

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En la bulliciosa ciudad de NeoLuz, Quackity, Rubius, Shadowne y Spreen eran conocidos por su diversidad de personalidades. Sus caminos se cruzaron con el enigmático Missa, un joven con una máscara de calavera que escondía su rostro, desatando la curiosidad y el interés de los cuatro.

Spreen, con su espíritu valiente y su tonada argentina, encaraba cada día como una nueva aventura.

- "¡Che, Missa! ¿Por qué la máscara?,se que no te gusta que te lo pregunte,pero vos para mi te me haces un pibe especial, con o sin mascara"-

Dijo spreen con la curiosidad a tope y sin pelos en la lengua, de verdad era muy directo y era algo que a Missa simplemente le fascina.

Quackity, de naturaleza introvertida y tono mexicano suave, se acercaba con cautela.

-"Wey, ¿Que es lo que ocultas bajo tu máscara?, no busco respuestas porque se que solo con tu silencio me dirás que no te amas,y esta bien, no todos somos perfectos, pero quiero que recuerdes que tu a mis ojos eres un puto Dios griego cabron."-

Shadowne, el romántico con acento francés, susurraba con delicadeza.

-"Missa, detrás de esa máscara yace un misterio que ansío descubrir. Permíteme adentrarme en tus secretos."-

Rubius, aventurero con mezcla de acentos noruego y español, añadía con entusiasmo.

-"¡Missa! ¿Te imaginas el mundo que descubriríamos si te quitas esa máscara? Deberías mostrarnos tu verdadero rostro. No se trata solo de ver cómo luces, sino de conocer a la persona maravillosa que eres detrás de esa misteriosa máscara. Tu verdadera esencia, tus sueños, tus miedos, todo eso está esperando ser compartido con nosotros. Sería un honor para nosotros ser parte de tu mundo real, más allá de lo que muestras al mundo."-

La máscara era el escudo de Missa, quien ocultaba su inseguridad tras su brillo deslumbrante. Pero ante las súplicas y el genuino interés de los cuatro, un día decidió revelar su rostro. Con temblorosa mano, retiró la máscara, revelando una timidez que reflejaba sus inseguridades.

Los chicos, al ver su rostro desnudo, quedaron impactados. Spreen fue el primero en romper el silencio con un susurro lleno de empatía, "¡Qué valiente eres, Missa!".

Quackity, conmovido, expresó con suavidad, "Eres asombroso, Missa. Gracias por confiar en nosotros."

Shadowne, con ojos brillantes, dijo con calidez, "Tu belleza es más allá de lo que imaginé, Missa."

Rubius, emocionado, agregó con sinceridad, "Eres auténtico, Missa. No hay nada más valioso que eso."

En ese instante, comprendieron que el verdadero amor no era una competencia, sino una danza de aceptación y apoyo mutuo. Juntos, abrazaron las diferencias y celebraron la valentía de Missa, aprendiendo que la verdadera belleza reside en la vulnerabilidad y la autenticidad.

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