Tercera linea [Mashle x OC]

Capítulo 12

Mash: (asombrado) ~¿Qué? ¿Seraphine se lo pidió?~ ¿Por qué?

--- Alguien tan hábil como tú ya debería comprenderlo. (serio) En este mundo, no hay igualdad. Nosotros somos como bestias, los genes inferiores me parecen intolerables. La gente se aprovecha al máximo cuando les das algo, pero solo defienden sus derechos. No deberíamos adjudicarnos esa carga... ¿no lo crees?

--- ¿Y la gente que no puede usar magia?

--- En efecto. Los eliminaré.

--- (impactado) Ehhh...

--- Actualmente, los aislamos y acabamos con ellos si es que son encontrados. Busco erradicarlos, lo mismo pasará con los demás incompetentes y para aquellos que los defiendan.

--- Para los que los defiendan...

"(el anciano sonrió con dulzura) Estoy orgulloso de ti, hijo mío"

"Busco protegerte, porque quizás de esa forma, pueda protegerte como no pude proteger a mi padre"

--- Ya veo, con que esas tenemos. (Mash alzó la mirada con seriedad) Tenemos diferentes objetivos, así que no creo que podamos ser amigos.

--- Supongo que tu cerebro atrofiado no lo comprende (lanzando unas marionetas hacia él) Debo eliminar a los genes inferiores.

Y así, la batalla comenzó.

Entre la magia y los músculos, en busca de llevar a cabo aquellos ideales que deseaban alcanzar. Un mundo donde pudieran los normales vivir en paz, y otro donde se erradique la normalidad sin magia.

Entre marionetas, hilos invisibles que se entretejían para tomar el control, los músculos y la sencillez de la fuerza bruta fue la respuesta a cada formidable hechizo y magia.

Un duelo que se desató bajo los suelos que tomaban a Seraphine.

Donde la luna nueva oculta se mantenía atenta a lo que ocurría, esperando el momento para simplemente explotar.

*Inicio del recuerdo*

Frente a la tumba de su padre, en la quietud del camposanto, Seraphine se arrodilló, sumergiéndose en el silencio sepulcral que envolvía la noche. Con el corazón apretado, susurra con voz temblorosa, sabía que no había nadie a su lado, pero la sensación de ser observada le aterraba.

--- Papá, iré a la academia Easton de magia. El director me ha invitado, y siento que debo aprender a controlar este poder antes de que cause más daño.

Un suspiro se deslizó entre sus labios mientras sostenía en sus manos el pasador en forma de luna que alguna vez fue el decorado de las corbatas de su padre. Ahora, ella sujetaba su cabello con lo único que mantenía de él tras su muerte y la destrucción de la torre.

--- Prometí cuidarlo, y cumpliré esa promesa. Intentaré... (tras un leve silencio bajó la mirada) Intentaré hacer mi esfuerzo, para que algún día no preocuparte más.

La tristeza se filtraba en cada palabra pronunciada, mientras que el miedo se apoderaba de sus pensamientos, recordándole las dificultades que le esperaban.